¿Cuál es la mejor rutina diaria de cuidado de la piel?

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Rutina básica de cuidado de la piel:

  1. Limpieza: Lava tu rostro con un limpiador suave.
  2. Hidratación: Aplica una crema hidratante adecuada para tu tipo de piel.
  3. Protección solar: Usa protector solar con FPS 30 o superior, incluso en días nublados.

Considera tu tipo de piel y objetivos para personalizar tu rutina. Menos es más.

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¿Cuál es la mejor rutina diaria de cuidado de la piel? Ay, esa pregunta… me la he hecho yo tantas veces, ¿verdad? Al principio, me sentía completamente perdida en ese mar de cremas, serums, y mil productos más. Parecía una misión imposible, ¡y vaya si lo parecía!

Ahora, después de años de prueba y error (¡y de alguna que otra reacción alérgica, que por cierto, no se las deseo a nadie!), tengo mi propia rutina, mi pequeño ritual diario que me hace sentir… bien. No hablo de milagros, eh, que quede claro. Pero sí de una piel más sana, y eso, para mí, es mucho.

La rutina básica, la que realmente importa, es sencilla. Simplemente, tres pasos:

  1. La limpieza: Esto es sagrado. Antes, usaba cualquier jabón, ¡qué barbaridad! Hasta que aprendí que la piel de mi cara no es la del resto del cuerpo. Ahora utilizo un limpiador suave, uno que me recomendó mi dermatóloga, que por cierto es un encanto. Me lo aplico por la mañana y por la noche, sin frotar como una loca, ¿sabes? Con delicadeza, como si acariciara mi cara.

  2. La hidratación: Aquí es donde entra en juego la crema hidratante. ¡Qué descubrimiento! Antes, pensaba que solo era para pieles secas, ¡error garrafal! Ahora, tengo mi crema favorita, una que me deja la cara suavecita, como la piel de un bebé, ¡aunque a veces me pongo tanta que parece que me he untado con nata montada! A veces, es un poco lioso encontrar la adecuada, pero merece la pena la búsqueda.

  3. La protección solar: Esto es fundamental, crucial, importantísimo… ¡no puedo repetirlo lo suficiente! Yo, tonta de mí, pasaba del protector solar en invierno. ¿Qué pasa? Pues que ahora tengo alguna que otra mancha, esas que te recuerdan que el sol es un traidor. Ahora, con FPS 30 o superior, ¡todos los días!, incluso si el cielo está gris como un ratón. ¡Es como una armadura invisible para mi cara!

Dicen que “menos es más”, y es verdad. Al principio, me daba miedo simplificarla. Pensaba: “necesito veinte mil productos!”. Pero no, no hace falta. Lo fundamental es tener una limpieza, hidratación y protección solar adecuadas. Hay muchísima información por ahí, estudios que hablan de la importancia de la vitamina C, del retinol… ¡yo al principio me sentía abrumada! Pero recuerda que la clave está en encontrar lo que funciona para tu piel. Y eso, solo tú lo puedes descubrir. Es un proceso, un viaje, una búsqueda… y a veces hasta un poco de arte.