¿Por qué está formada la sal?
La sal común, o cloruro de sodio, es una sustancia natural compuesta de sodio y cloro. Se encuentra en el mar y en formaciones rocosas. Su fórmula química simple explica su presencia ubicua.
¿De qué elementos químicos está compuesta la sal común de mesa?
¡Uy, qué recuerdos! Recuerdo perfectamente el día 15 de julio de 2018, en la playa de Acapulco, probando esa agua salada tan rica… ¡tan salada!
Esa sal, la que usamos todos los días, ¿de qué está hecha? Cloro y sodio, simplemente. Cloruro de sodio, para ser exactos, me lo enseñaron en el instituto, aunque ahora mismo no recuerdo la fórmula.
Recuerdo que pagué 20 pesos por un paquete enorme en el supermercado ese día, bastante barato, y aún tengo la salera en la cocina.
Es fascinante pensar que algo tan común, tan esencial, esté hecho de dos elementos que por separado son bastante peligrosos.
En el mar está disuelta, ¿no? Y también en algunas rocas. Es curioso, pensar en la cantidad de sal que hay en el mundo.
¿Qué factores califican un compuesto como una sal?
Un compuesto es una sal si tiene cationes y aniones unidos por enlaces iónicos.
Te cuento, una vez en el laboratorio del instituto, en 2024 (o quizás fue en 2023, qué más da) estábamos haciendo una práctica con ácido clorhídrico y sosa cáustica. El profe, el bueno de Don Antonio (en paz descanse, el pobre), nos dijo: “¡Esto es como hacer sal de mesa, pero a lo bestia!”. El olor era como a… a lejía rancia, ¿sabes? Y el matraz se calentó que daba gusto.
Ahí entendí que una sal es más que la que echamos a las patatas fritas. Era algo “vivo”, fruto de una reacción potente. Lo que no me quedó claro del todo es por qué unas sales son blancas y otras de colores raros.
- Cationes: Iones positivos. El sodio (Na+) es un clásico.
- Aniones: Iones negativos. El cloruro (Cl-) es el rey de la sal común.
Y luego está el tema de los enlaces iónicos, que para mí son como imanes pero a nivel atómico. Se atraen con fuerza, ¿sabes? Por eso las sales suelen ser sólidas a temperatura ambiente.
Un pequeño desliz en la explicación: Don Antonio siempre me lo decía. Siempre se equivocaba de nombres con los alumnos.
Ah, y una cosa que descubrí después, es que no todas las sales son iguales. Algunas se disuelven fatal en agua, otras son súper solubles. Depende de los iones que las formen. ¡Un mundo!
¿Qué hace que un compuesto sea una sal?
¡Ay, amigo! ¿Sales? ¡Pues vaya tela! Una sal es básicamente un culebrón químico: un drama entre un catión, ese tío tan positivo, y un anión, la diva negativa que solo busca drama. ¡Se unen en un enlace iónico, un matrimonio de conveniencia, vaya!
Piensa en ello como una pelea de box: ¡pum! Ácido + base = ¡sal! El ácido, ese pobre diablo, aporta el anión; la base, esa reina del drama, el catión. ¡Y zas! ¡Sal al gusto!
Es como si mi suegra (¡ay, qué genio!) y yo (¡qué paciencia!) nos uniéramos para hornear un pastel: un desastre predecible, pero al final ¡sal algo comestible!
¡Pero ojo! No todas las sales son iguales. Algunas son tan aburridas como ver crecer la hierba; otras, ¡son más explosivas que mi sobrino en una fiesta de cumpleaños!
- Sales inorgánicas: Son las típicas, las “aburridas”. Como el cloruro de sodio (la sal de mesa), ¡tan insípida como una tarde de domingo sin fútbol!
- Sales orgánicas: Estas sí que dan juego. Son como las sales inorgánicas, pero con un toque de locura. Imagina un cóctel Molotov, pero en versión química.
¡Ah, y recuerda! Este año (2024) me compré una sal de baño de lavanda… ¡Olía a la gloria, pero mi perro, Benito, se la comió! ¡Menudo drama!
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