¿Qué ciudad está abajo del nivel del mar?

¿Cuál es el lugar más bajo a nivel del mar?

¡Ah, el Mar Muerto, ese charquito salado! Es el “sótano” del planeta, ¡más bajo que mis expectativas cuando veo una peli de superhéroes repetida! ¿Por qué? ¡Porque está hundido! (¡Duh!). La orilla, este año, anda por los -400 y pico metros. ¡Imagínate bajar 400 metros en ascensor! (Me mareo solo de pensarlo).

¿Te imaginas vivir ahí? ¡Serías el vecino de abajo del planeta Tierra! Un saludo a los vecinos de abajo desde el quinto!

• Mar Muerto: El más bajito.
• ¿Por qué? ¡Porque sí! (y porque está en una depresión tectónica, pero eso suena menos divertido).

¡Bonus track! ¿Sabías que el Mar Muerto se está secando? ¡Como mi cuenta bancaria a final de mes! Y, como dato curioso, una vez intenté nadar ahí… ¡floté como un corcho! ¡Pero me picaban los ojos como si hubiera estado cortando cebollas todo el día!

¿Qué ciudad de Estados Unidos tiene la altitud más alta sobre el nivel del mar?

Leadville, Colorado. Altitud: 10.158 pies. Punto.

El aire enrarece a esa altura. Lo sé. He estado allí. 2023. El frío cala los huesos.

• Carrera por el cielo: Prueba de resistencia. Ultramaratón brutal.
• Agosto: Evento principal. 100 millas. Desierto. Montañas.

Sufrimiento garantizado. Mi tiempo? No importa. El dato permanece. Leadville.

Brutal. Asfixiante. Impresionante. He visto vomitando a gente entre rocas. Escapando de la altura. Deshidratación. La línea entre la vida y la muerte es difusa allí arriba. Mi mejor amigo, Marcos, casi lo paga. 2023.

La ciudad más alta. Un infierno de belleza. No lo recomiendo. Pero lo recuerdo. Brutalmente. Y lo anoté.

¿Cuál es la ciudad más alta del mundo sobre el nivel del mar?

El Alto, Bolivia. Un suspiro en la altura, un jadeo entre los Andes. Allí, a 4150 metros, el aire mismo es diferente, un peso invisible que se clava en el pecho. El Alto… Ese nombre, tan simple, tan pequeño para abarcar la inmensidad que representa. Sus calles, un laberinto de piedra y viento, me recuerdan a mi viaje en 2023, la falta de aire y ese cielo, inmenso y cercano, como un azul profundo, desgarrado a veces por la furia de las montañas.

Recuerdo el frío que calaba hasta los huesos, un frío que no se curaba con el sol. El sol, tan brillante, tan inclemente a esa altura. Una sensación constante de estar suspendida entre el cielo y la tierra, un lugar fuera del tiempo. Un vacío, pero un vacío lleno de silencio y una profunda, inquietante belleza.

El Alto, en Bolivia. Sí, la más alta. 4150 metros, un número que se repite en mi memoria como un eco. Los otros nombres, Durbuk, Porco, Suyckutambo, apenas sombras en la memoria del viaje, imágenes borrosas de otras altitudes. El Alto se impone. Su presencia se siente en cada piedra de su historia.

• Su altura extrema.
• El cielo desgarrador.
• La memoria del frío.
• El silencio inquietante.

Ese vacío… un vacío lleno, ¿Entiendes? Esa sensación de estar flotando.

Las otras ciudades, un eco lejano, un susurro perdido en la inmensidad. Las vi en fotografías, las leí en libros, pero la sensación… solo El Alto me la ha dejado. 4150 metros, y la sensación de un viaje que continúa. El viaje por mi propia memoria. El viaje a mi interior. Me marcó. El Alto, siempre El Alto.

Detalles adicionales de mi viaje a El Alto en 2023: Visité la Iglesia de San Francisco, una maravilla imponente a esa altitud. Recuerdo haberme comprado un tejido artesanal en el mercado, de colores vibrantes, casi como el cielo. Esa tela, aún la conservo.