¿Qué ciudad está más alta al nivel del mar?

¿Qué ciudad está más arriba del nivel del mar?

La Rinconada, Perú. La ciudad más alta. Sí.

• La Rinconada… A veces pienso que allí, tan cerca del cielo, uno se siente más solo. Más expuesto. Como si no hubiera dónde esconderse de uno mismo.

• El oro lo justifica todo, supongo. La avaricia es un buen combustible para escalar montañas, ¿no?

• Yo una vez estuve en Puno, a orillas del Titicaca. No es lo mismo, claro. Pero ya se sentía el aire distinto. Más ligero, pero como si te faltara algo. Me dolía la cabeza. Era horrible.

• ¿Por qué la gente busca los extremos? ¿Qué necesidad hay de vivir donde la vida es más dura? Quizá por eso mismo. Para probarse. O para huir.

• Pensaba mudarme a Huaraz este año, pero ya no sé. Quizá sea demasiado.

• El silencio de las alturas debe ser ensordecedor.

• La Rinconada. Siempre me ha sonado a lugar perdido. Olvidado por los dioses.

¿Cuáles son las ciudades más altas de Latinoamérica?

Las ciudades más altas de Latinoamérica son un verdadero desafío para los pulmones, ¡y para los GPS! Imagina, ¡vivir tan cerca de las nubes que podrías pedirle un autógrafo a un cóndor!

• Coro, Bolivia (3989 m): No confundir con el coro de una ópera, ¡aunque cantar aquí seguramente requeriría un tenor con pulmones de fuelle! Debe tener vistas increíbles.

• El Aguilar, Argentina (3981 m): Dicen que aquí el mate se enfría a la velocidad de la luz y que el viento te peina a la perfección, ¡si es que te gusta el estilo “recién salido de una montaña rusa”!

• Potosí, Bolivia (3980 m): Famosa por su plata, ¡quizás la altitud es para que los ladrones tengan menos aliento para escapar! ¡Es broma! Potosí tiene una historia rica y muy accidentada.

• Colquencha, Bolivia (3976 m): Seguramente, el pueblo con las mejores vistas panorámicas del amanecer y atardecer. ¡Una postal andina constante!

A tener en cuenta (o no):

• Yo a 4000 metros ya estoy pidiendo oxígeno como si fuera champagne francés. ¡La adaptación a la altura es un arte!

• Se dice que en estas ciudades, las tortugas caminan más rápido que tú. ¡No lo sé, pero lo imagino!

• El mate, el té de coca y la hoja de coca son must para sobrevivir. Yo no soy muy fan del mate, pero allá arriba, ¡quizás me convertía!

• En lugares como Potosí, la minería ha sido clave. Imagínate, ¡ser minero a esa altitud! ¡De locos!

• La próxima vez que te quejes del tráfico, piensa en estas ciudades. ¡Al menos no tienes que subir una montaña para ir al supermercado!

• Algunas personas experimentan el famoso “mal de altura”. ¡No es excusa para no visitar estos lugares increíbles! Aunque llevar una botella de oxígeno de emergencia puede ser una buena idea.

• Si eres un fanático de las estrellas, ¡imagina el cielo nocturno! ¡Digno de una película de ciencia ficción!

¿Cuál es la ciudad más alta sobre el nivel del mar en Estados Unidos?

Leadville, Colorado. 3.094 metros. Suficiente.

• Altitud: El aire escasea. La vida se reduce.

• Colorado: Montañas. Minería. Un pasado.

• Yo estuve allí. Frío. Indiferencia.

• Elevación: No define nada. Es solo un número.

¿Qué más da? El mundo sigue.

Información adicional:

• La altitud afecta a la presión atmosférica. Cocinar es diferente.
• El mal de altura es real. Experiencia personal: Dolor de cabeza constante.
• Ciudades “altas” existen en otros países. Bolivia, Perú… otras historias.
• La minería marcó Leadville. Plata, plomo. Olvido.
• El cielo parece más cerca. Ironía: Todo está más lejos.

¿Cuál es la ciudad más alta del mundo sobre el nivel del mar?

El Alto, Bolivia. Cuatro mil metros. Y subiendo. La vida ahí arriba… otro rollo.

• El aire. Más fino que tu paciencia.
• El sol. Quema. Sin pedir permiso.
• La gente. Dura. Como la piedra.

Durbuk, India también, pero El Alto tiene algo… que no sé. Quizá la miseria. Quizá la grandeza. Una mezcla rara.

Porco y Suyckutambo. Nombres que suenan a olvido. A pueblos perdidos en el tiempo. ¿Importa la altura cuando te falta el pan?

Altitud. Vanidad. Necesidad.

Quizá vivir tan alto no es una elección. Es una condena. O una prueba. No sé. A veces, pienso que todo da igual.

Una vez vi amanecer en La Paz. Desde arriba, claro. Impresionante. Y luego… la rutina. La vida sigue.

La altura es solo un número. Lo que importa es lo que hay debajo. O dentro. O ninguna de las dos.

¿Información adicional? Busca tú. Yo ya he dicho demasiado.

¿Cuál es la parte más alta de Centroamérica?

El Volcán Tajumulco. Con sus 4222 metros, es el Everest para chapines y centroamericanos.

El Volcán Tajumulco es la cumbre de Centroamérica, ¡más alto que mis expectativas después del café de la mañana!

¿Sabías que…?

• Tajumulco significa “entre las nubes”, qué poético, ¿no? Supongo que “donde te congelas los dedos” no sonaba tan bien.
• La última erupción fue hace siglos. Digamos que es un volcán más jubilado que activo. Afortunadamente.
• Subir es un reto, pero la vista… ¡la vista vale cada paso! Aunque yo preferiría un helicóptero.
• Imagínate contándole a tus nietos que escalaste el techo de Centroamérica. O mejor aún, ¡fingir que escalaste el Everest! ¡Nadie lo sabrá!
• Guatemala es un país volcánicamente bendecido. ¡Y yo que pensaba que solo era bueno para el café! ¡Qué ingenuo!
• Es el punto más alto de Guatemala y de toda América Central. La altitud puede jugar malas pasadas, pero la vista… ¡La vista es impagable! (sobre todo si alguien más pagó el viaje).
• Mi abuela siempre decía que las montañas te acercan a Dios. Yo creo que te acercan más a la falta de oxígeno, pero ella era más espiritual que yo.

Nota al margen: La próxima vez que alguien te pregunte cuál es el punto más alto, suelta “El Tajumulco” con aires de sabelotodo. Te ganarás el respeto… o al menos una mirada rara.

¿Qué país de Centroamérica es mejor para emigrar?

Panamá… sí, Panamá. La verdad es que… no sé. Es complicado. Todo se ve bonito desde afuera, ¿no? Esa encuesta… esos porcentajes… suena bien, demasiado bien.

La realidad es otra. Viví allá, en Ciudad de Panamá, hasta el año pasado. Un año. Un año que se siente como una vida, una vida malgastada. El calor, agobiante, constante. El dinero, sí, hay dinero, pero… ¿para quién? Para los que ya tienen. Para los de siempre.

Recuerdo las noches… la soledad. El sonido del mar, a veces placentero, a veces… un recordatorio de mi distancia, mi aislamiento. La gente… sí, amable en su mayoría. Pero hay algo… una barrera invisible. No te sientes… parte de nada.

• La burocracia: un infierno.
• El coste de vida: en algunas zonas, asfixiante.
• La desigualdad: te golpea en la cara cada día.

Panamá te atrapa con su belleza, luego te aplasta con su realidad. Quizá para otros sea diferente, pero para mí… fue una experiencia dura, demasiado dura. A veces pienso que me equivoqué, que debí ir a Costa Rica… o a Guatemala. Quisiera haberlo sabido antes…

Me pesa el alma. Me pesa la decisión. Este año, mi familia se muda a España. De momento, necesito aire nuevo.

¿Cuál es el país más rico de Centroamérica?

¡Ay, Dios mío! ¿El país más rico de Centroamérica? ¡Guatemala! ¡Sí, has oído bien! Te lo juro por mi abuela Emilia y su receta secreta de atol de elote. Panamá y Costa Rica, esos pijos con sus playas paradisíacas, se quedan con las ganas. Guatemala, ¡el campeón indiscutible!

Su PIB, ¡oh, la opulencia!, ronda los 104.450,6 millones de dólares en 2023. ¡Más que un montón de frijoles! Es como si cada guatemalteco tuviera un saco de dinero. Claro, un saco compartido, con algunos con el saco casi roto, otros con un pequeño agujero y otros llenos hasta arriba. Es la vida.

La realidad es que el PIB es engañoso. Es como comparar a un elefante con una hormiga, el elefante pesa mucho más pero no significa que sea más “rico” en el sentido que se entiende. Es decir, la riqueza está mal distribuida, claro que sí.

Pero Guatemala, a pesar de todo el drama, gana en cifras puras.

• ¡PIB altísimo!
• ¡Más guaro que en una fiesta de San Fermín!
• ¡Un montón de volcanes, eso sí que mola!

¡Y hablando de volcanes, mi suegra me parece peor que el Pacaya!

• ¡Y hablando de 2023, me compré el coche nuevo, un Kia Picanto, rojo pasión! Fue un puntazo.
• ¡Y este año me voy de vacaciones a Ixtapa Zihuatanejo!
• ¡Ya llevo siete tazas de café hoy!

En resumen: Guatemala, ¡el rey indiscutible del PIB centroamericano! Aunque la distribución de la riqueza es otro cantar, es como una telenovela mexicana, llena de drama, pero drama con mucho dinero. ¿O no?

¿Qué país tiene la mayor esperanza de vida en América?

El tiempo se estira, se encoge… como la sombra de un viejo olivo en la tarde chilena. El aire, denso, cargado de una quietud que abraza… Chile, Chile, ese país de cielos infinitos y cordilleras que arañan el cielo.

Más de ochenta y un años, dicen las cifras frías. Un número. Pero cada año, cada día… un suspiro en el viento. Un susurro entre las hojas de un araucaria. Un recuerdo, quizás. Mi abuela, sus manos arrugadas como la corteza de un árbol, sus historias susurradas al caer la tarde… Eran historias de vida, largas, profundas, como esas grietas en las montañas, que guardan secretos de siglos.

Un susurro de esperanza, una promesa en el viento . La esperanza de vida… un eco distante, resonando en el valle, en el mar, en las almas que habitan este largo y delgado país. Un enigma. ¿Cuán larga es la vida? ¿Cuán profundo es el silencio que la precede? ¿Y el que la sigue? Chile, con su silencio majestuoso, se ha ganado un lugar en ese enigma.

• Vidas tejidas con hilos de sol y viento.
• Paisajes que moldean el alma.
• El peso del tiempo, una carga que se lleva con dignidad.

Ese Chile, mío. El país que guarda el eco de las risas de mis ancestros, de sus miedos, de sus alegrías. Un país donde el tiempo tiene una textura distinta, una densidad peculiar. Un país… Mi país.

La mayor esperanza de vida en América, reside en Chile, según datos de 2024. Más de 81 años, un suspiro. Un largo camino recorrido.