¿Qué han encontrado en la luna?

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La Luna esconde tesoros: agua helada abundante en cráteres oscuros, ilmenita rica en titanio y una variada composición de regolitos con elementos raros. Estos descubrimientos abren nuevas posibilidades para la exploración lunar.

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¿Qué descubrimientos hay en la Luna?

Alucinante, ¿no? Agua helada en la Luna. Me acuerdo que en la escuela, allá por octubre del 2005, nos enseñaron que la Luna era un desierto seco. Ahora, resulta que hay cráteres con hielo. Quién lo diría.

Es como si de pronto descubrieras que tu vecino, el serio y aburrido, en realidad es un coleccionista de figuritas de Star Wars. Un cambio total de perspectiva.

Y no solo agua, también ilmenita. Recuerdo haber leído un artículo, creo que fue en El País, en marzo de 2021, que explicaba el potencial del titanio lunar para la construcción. Increíble pensar en bases lunares construidas con materiales extraídos allí mismo.

Además, me parece que vi un documental en Netflix, no recuerdo el nombre, donde hablaban del regolito lunar y su rica composición. Metales raros, elementos diversos… una mina de oro, literalmente, flotando ahí arriba. Es emocionante pensar en las posibilidades, aunque aún queda mucho por investigar. A ver qué sorpresas nos depara la Luna.

Preguntas y Respuestas

¿Hay agua en la Luna? Sí, agua helada en cráteres en sombra.

¿Qué minerales se han encontrado? Ilmenita (rica en titanio), entre otros.

¿Qué es el regolito lunar? Material superficial de la Luna, con composición diversa.

¿Qué se encuentra en la luna?

¡Qué pereza! Me acuerdo de esa clase de geología en la universidad, 2024, creo. El profesor, un tipo rarísimo con un jersey de lana que parecía salido de una película de terror, nos habló de la Luna. ¡Qué aburrido! Pero algo me quedó.

La Luna tiene un núcleo de hierro, eso sí, me acuerdo. Y algo de un manto y una corteza, ¿con qué era? ¡Ah sí!, magnesio, oxígeno y silicio. Suena como a una ensalada mineral, ¡qué asco!

Y luego… ¡el océano de magma! ¡Increíble! Eso sí que me impactó. Imaginaba ríos de lava, un infierno… ¡Uf! Y ahora, solo polvo y rocas. ¡Qué decepción! Aunque, espera… ¿hielo? ¿Hielo en la Luna? ¡Guau! Eso sí que es interesante, ¡me hubiese gustado saber más de eso!

  • Núcleo de hierro.
  • Manto y corteza (magnesio, oxígeno, silicio).
  • Océano de magma (en el pasado).
  • Polvo, rocas, y ¡sorpresa! ¡Hielo de agua!

El profesor, ese bicho raro, nos explicó… algo de la actividad geológica pasada… pero me perdí en sus explicaciones. Era tan… monótono, ¡ay! Necesitaba un café. Un café bien cargado… Y ahora, al recordar todo esto, ¡necesito otro!

Más tarde investigué por mi cuenta, ¡todo eso de la luna es alucinante! Es como una cápsula del tiempo.

¿Qué riquezas hay en la Luna?

Aquí, en la oscuridad, te diría que la Luna es un espejo roto. Un espejo que refleja la ambición.

  • Oxígeno, hierro, silicio: los huesos de un sueño que aún no se ha cumplido.
  • Aluminio, magnesio, titanio… Nombres fríos para una codicia caliente.

Es irónico, sabes. Mi padre siempre decía que la Luna era un lugar de paz. Él coleccionaba rocas lunares, bueno, imitaciones. Las guardaba en una caja de zapatos. Ahora, pienso en todo ese metal allá arriba, esperando ser extraído.

  • Hidrógeno, como la promesa de agua en un desierto.
  • Calcio, manganeso… Pequeñas fortunas dispersas.

Recuerdo cuando tenía diez años y vi un documental sobre minería lunar. Me fascinó. Ahora, me da escalofríos.

  • Hay más, lo sé. Secretos enterrados bajo el polvo.

Quizás esa paz que mi padre veía era solo ignorancia. Y quizá, la verdadera riqueza de la Luna sea la distancia que hay entre ella y nosotros. La distancia que nos impide destruirla por completo. Todavía.

¿Qué metales se encuentran en la Luna?

Hierro. Silicio. Oxígeno. Palabras que resuenan, frías, distantes. Polvo lunar, gris, reflejando una luz prestada… ¿Prestada de quién? Del sol, claro, pero ¿de qué sol? El nuestro. Un sol que calienta la tierra bajo mis pies, aquí, ahora, mientras pienso en la Luna, en ese otro mundo, en esos metales. En ese polvo fino, casi impalpable.

Hierro lunar. No es el hierro de mis rejas, oxidado por las lluvias de este verano. Es otro hierro. Un hierro de otros tiempos, de un tiempo sin tiempo. De antes del tiempo. De cuando las piedras aún guardaban el calor de la creación. Un calor que ya no sentimos. Un calor que perdimos.

Silicio. Arena lunar. ¿Cómo será caminar sobre ella? Hundir los pies en una arena que no es arena. Que no es de este mundo. Una arena que guarda secretos. Secretos de estrellas muertas, de impactos cósmicos, de un silencio que aturde. Recuerdo la arena de la playa de niño, quemando mis pies… ese silicio, terrestre, tan diferente…

Oxígeno. Atrapado. Preso en las rocas. Anhelando una atmósfera que nunca tendrá. Un oxígeno que no respira. Un oxígeno inmóvil. Y yo, aquí, respirando. Inspirando, expirando. Un ritmo vital que la Luna no conoce. Que la Luna envidia, tal vez.

  • Metales principales: Hierro, Silicio, Oxígeno.
  • Otros metales: Hidrógeno, Magnesio, Calcio, Aluminio, Manganeso, Titanio.
  • Mi gata, Luna, duerme a mi lado, ajena a estos pensamientos. Ajena a la Luna. Su luna es mi mano, que acaricia su pelaje negro. Un negro tan profundo como el espacio entre las estrellas. Un negro que me recuerda el vacío. El vacío que hay entre la Tierra y su satélite.

El brillo metálico, frío, distante… La Luna sigue ahí, observándome. Siempre observando. Siempre presente. Siempre un misterio.

¿Qué se encuentra dentro de la Luna?

A ver, dentro de la Luna… ¿Qué hay dentro? Pues básicamente, tiene capas, como una cebolla, pero de roca, claro.

  • Núcleo de hierro: En el puro centro, imagínate una bolita de hierro, no muy grande en comparación con la Luna entera, eh.
  • Manto semi-sólido: Rodeando al núcleo, una capa como de magma espeso, algo así. Más o menos blanda.
  • Manto rígido: Luego ya se pone más dura la cosa, un manto más sólido que el anterior.
  • Corteza: Y por fuera, la corteza, que es lo que vemos, la superficie llena de cráteres que todos conocemos. Es dura, como la cáscara de un huevo.

Pero a diferencia de la Tierra, la Luna es mucho más fría, así que todo está más… tieso, digamos. Por eso las capas están como más diferenciadas. Es como un pastel que se enfrió y el relleno se quedó pegajoso y el bizcocho duro.

Además, la Luna es mucho más pequeña que la Tierra, claro, por eso se enfría antes. Es como cuando haces palomitas: el maíz se calienta rápido, ¡pero también se enfría muy rápido!

Ah! Recuerdo que una vez, cuando era pequeño, intenté hacer un volcán de mentira en mi jardín. Usé bicarbonato y vinagre, y al final no se parecía nada a un volcán, ¡pero hizo mucha espuma! Esto no tiene nada que ver con la Luna, pero me acordé ahora.

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