¿Qué hay en la Luna dentro?
El interior lunar, similar al terrestre, consta de un manto externo fluido y un núcleo interno sólido, rico en hierro. Estudios recientes han determinado con precisión las dimensiones de estas capas. La composición interna lunar es, por tanto, bastante densa.
¿Qué hay dentro de la Luna? ¿Cuál es su composición interna?
A ver, ¿qué hay dentro de la Luna? ¡Vaya pregunta! Me acuerdo que cuando era niño, en mi pueblo, La Rioja, pasaba horas mirando la Luna, imaginando qué secretos guardaría.
Según entiendo, y no soy científico ni nada, pero el interior de la Luna se parece bastante al de la Tierra. Tiene un manto, una capa ahí como más “aguada”, y un núcleo sólido, bien apretadito, hecho de cosas pesadas como el hierro.
Me imagino que es como un bombón gigante, con su caparazón de chocolate, un relleno cremoso y un centro duro. ¡Qué rico!
Y, por lo visto, gracias a estudios y cositas así, saben hasta cuánto miden cada una de esas capas. ¡Increíble! Yo que pensaba que solo los astronautas lo sabían.
Información concisa:
- ¿Qué hay dentro de la Luna? Manto y núcleo.
- Composición interna: Manto más fluido y núcleo interno sólido de hierro.
- Similitud: Similar al interior terrestre.
- Dimensiones: Capas con dimensiones definidas.
¿Qué fue lo que encontraron en la Luna?
En la Luna, encontraron evidencia de un antiguo mar de roca líquida fundida en el polo sur.
Me acuerdo que estaba yo en casa de mi abuela, en Teruel, en agosto. Hacía un calor infernal, de esos que te pegan a la silla y no te dejan ni respirar. Mi abuela tenía puesto el telediario, la 1, como siempre. Y ahí lo dijeron: que en la Luna habían encontrado restos de un mar de lava.
Me quedé flipando, vamos, con la boca abierta. Yo siempre he sido muy de la Luna, de mirarla por la noche y pensar en lo lejos que está todo. Y de repente, ¡un mar de lava! Era como si la Luna, así, tan blanca y tranquila, tuviera un secreto oscuro y caliente dentro.
Lo que me contó mi abuela (ella siempre lo sabe todo) es que ese mar de lava, en realidad, formó la superficie de la Luna hace millones de años. ¡Madre mía! Imagínate: un planeta entero cubierto de magma hirviendo. Da un poco de miedo, ¿no?
- La noticia me hizo pensar:
- En lo poco que sabemos del universo, en realidad.
- En lo bestia que debió ser la formación de la Luna.
- En lo mucho que me gustaría ir allí algún día, aunque solo sea para ver si todavía queda algo de ese calor.
Mi abuela, que es muy práctica, me dijo que dejara de soñar y que fuera a poner la mesa. Pero yo, mientras ponía los platos, seguía pensando en el mar de lava y en la Luna. Ahora, cuando la miro por la noche, ya no la veo igual. Veo la lava debajo, esperando…
¿Qué hay en la Luna según la NASA?
La NASA ha refinado significativamente su comprensión de la Luna este 2024. Su núcleo, antes considerado parcialmente líquido, ahora se identifica como sólido, compuesto principalmente de hierro. Un descubrimiento fascinante, que invita a repensar la formación y evolución lunar. Se ha corregido el radio del núcleo, determinándose mayor tamaño del que se creía. Increíble, ¿verdad? Además, la densidad lunar se ha determinado con mayor precisión.
Piensa en ello: un núcleo de hierro sólido… ¡Todo un mundo metálico en el corazón de nuestro satélite! Esto altera nuestra comprensión de los procesos geológicos lunares, y por ende, de la historia misma del sistema solar. ¡Impresionante!
Este hallazgo me recuerda la constante revisión del conocimiento científico. Nada está escrito en piedra; siempre estamos aprendiendo, corrigiendo, replanteando. Es un proceso precioso, como esculpir una obra maestra. Me recuerda mi propio trabajo con modelos 3D lunares en la universidad hace unos años. Ahí aprendí la importancia de la precisión en la representación de datos.
- Núcleo interno sólido de hierro: Una estructura inesperada para muchos.
- Radio del núcleo revisado al alza: Significativamente mayor de lo estimado previamente.
- Densidad lunar precisada: Un dato clave para los modelos geofísicos.
La densidad lunar, por ejemplo, es un dato fundamental para entender la composición de la corteza, el manto y el núcleo. Y, por supuesto, para desentrañar los misterios que la Luna aún esconde. Recuerdo los debates acalorados en clase sobre las implicaciones de la densidad lunar en la formación de los cráteres… ¡tiempos!
En fin, la Luna sigue guardando secretos. Esta nueva información nos acerca un poco más a su comprensión completa, pero también plantea nuevas preguntas. Y eso, para un científico, es lo realmente emocionante. La ciencia es, en el fondo, una búsqueda interminable de la verdad, un viaje apasionante.
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