¿Cómo fermentar lentejas cocidas?
Fragmento reescrito (48 palabras):
Lentejas cocidas y fermentadas: cuece las lentejas en agua con sal hasta que estén blandas. Escúrrelas y vierte sobre ellas la salmuera de un fermento ya preparado (por ejemplo, chucrut o kéfir). Deja que fermenten a temperatura ambiente durante uno o dos días, ajustando el tiempo al gusto. Finalmente, escurre la salmuera y consérvalas cubiertas con aceite de oliva.
Fermentar Lentejas Cocidas: Una Guía para Iniciados
La fermentación de alimentos, una práctica ancestral, ha ganado popularidad por sus beneficios para la salud y el sabor único que imprime a los ingredientes. Las lentejas, un alimento rico en proteínas y fibra, son un excelente candidato para este proceso, ofreciendo un resultado sorprendentemente delicioso y nutritivo. A diferencia de otros métodos, esta guía se centra en la fermentación de lentejas ya cocidas, simplificando el proceso y acortando el tiempo de fermentación.
Olvídate de la larga espera de fermentar granos enteros. Con este método, aprovechamos la cocción previa para acelerar la transformación. La clave reside en usar un fermento iniciador que aporte las bacterias lácticas necesarias para la fermentación.
Ingredientes:
- 1 taza de lentejas cocidas (previamente hervidas hasta que estén tiernas, pero no deshechas)
- Salmuera de un fermento activo: Aquí radica la magia. Podemos usar la salmuera de un cultivo ya en proceso de fermentación, como chucrut, pepinillos fermentados o incluso kéfir de agua (este último aportará un toque más ácido y refrescante). Asegúrate de que la salmuera esté limpia y libre de moho. Aproximadamente ½ taza de salmuera es suficiente. Ajusta la cantidad dependiendo de la cantidad de lentejas.
- Aceite de oliva virgen extra (para conservar)
Preparación:
- Cocción previa: Cuece las lentejas en abundante agua con una pizca de sal hasta que estén tiernas. El tiempo de cocción dependerá del tipo de lenteja, pero generalmente oscila entre 20 y 30 minutos. Escurre bien las lentejas, eliminando todo el agua de cocción.
- Inoculación: Una vez escurridas, introduce las lentejas en un frasco de vidrio limpio y esterilizado. Vierte sobre ellas la salmuera del fermento elegido, asegurándote de que las lentejas queden completamente sumergidas. Si es necesario, añade un poco de agua filtrada para cubrirlas completamente.
- Fermentación: Cierra el frasco con una tapa suelta (no herméticamente) o utiliza una tapa con una válvula de fermentación. Esto permitirá la salida de los gases producidos durante el proceso sin permitir la entrada de aire. Deja reposar a temperatura ambiente (idealmente entre 20-24°C), lejos de la luz solar directa.
- Monitoreo: Observa la fermentación durante 1-2 días. El tiempo dependerá de la temperatura ambiente y el tipo de fermento usado. Prueba las lentejas periódicamente. Si notas un sabor agrio agradable, están listas. Si percibes un olor desagradable, deséchalas.
- Conservación: Una vez que las lentejas hayan alcanzado el punto de fermentación deseado, escúrrelas nuevamente, retirando el exceso de salmuera. Cúbrelas con una capa fina de aceite de oliva virgen extra para evitar la oxidación y su posterior deterioro. Guarda en la nevera.
Consejos adicionales:
- Experimenta con diferentes tipos de fermentos para obtener sabores distintos.
- Puedes añadir especias como comino, cilantro o pimentón para enriquecer el sabor.
- Las lentejas fermentadas se pueden utilizar como guarnición, en ensaladas, o como base para salsas y cremas.
Con este método sencillo, puedes disfrutar del delicioso y beneficioso mundo de las lentejas fermentadas. Recuerda siempre priorizar la higiene y observar el proceso para garantizar un resultado seguro y sabroso. ¡Buen provecho!
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