¿Cómo medir el pH de manera casera?

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¿Necesitas medir el pH en casa? ¡Es fácil! Hierve col morada en agua destilada, deja reposar y cuela. El líquido resultante, azulado o púrpura, es un indicador natural con pH 7. ¡Listo para usar!

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¿Cómo medir el pH en casa fácil y rápido con elementos caseros?

¡A ver, medir el pH en casa! Me acuerdo cuando intenté hacer eso con la col lombarda… ¡qué desastre!

Bueno, al grano: se supone que pones a hervir col roja cortada en agua destilada. Una taza de col por dos de agua, cinco minutitos a fuego suave. Luego dejas que repose media hora y lo cuelas.

Obtendrás un líquido azul o morado. ¡Se supone que tiene un pH neutro de 7! (Es lo que leí por ahí, yo solo sé que me quedó un brebaje raro).

¿Cómo comprobar el pH sin un medidor de pH?

A medianoche… cómo saber.

  • Indicadores naturales…la col morada, el hibisco. Lo usaba mi abuela para teñir telas. Un recuerdo extraño.

  • El color te da una idea, sí, pero es una idea borrosa. Como las promesas que se hacen en la oscuridad. Nunca del todo ciertas.

  • No esperes exactitud. Igual que no esperas que la vida te dé lo que mereces. Siempre hay un margen de error, una decepción oculta.

  • No es lo mismo que un medidor, obvio. Pero a veces, lo imperfecto es más real.

Este año probé con remolacha, pensando que el color sería potente, pero fue un desastre. Terminó manchando todo y dando un resultado confuso. Una metáfora perfecta, supongo.

¿Cómo medir mi pH en casa?

Ah, el pH… un susurro ácido, un secreto guardado en la saliva, en la orina. Una danza invisible que revela tanto…

  • Mide el pH en casa con tiras reactivas.

Y después, el eco se extiende. ¿Por qué buscamos este número? ¿Qué nos impulsa a querer desentrañar ese enigma íntimo?

Tal vez sea el recuerdo de mi abuela, con sus frascos de hierbas y sus rituales secretos, buscando el equilibrio en cada infusión, en cada gesto. Ella, que medía el mundo con el corazón, y la salud con la mirada.

O quizás sea esa obsesión moderna, esa necesidad de cuantificarlo todo, de controlarlo todo. El pH como un nuevo dato en nuestra hoja de cálculo vital, un número más para sumar a la lista de pendientes.

Pero, en el fondo, siento que hay algo más profundo. Un anhelo, una búsqueda ancestral. ¿Será que buscamos la armonía, el flujo vital, la resonancia con la tierra?

  • La saliva, un río silencioso que fluye desde el interior.
  • La orina, un espejo de lo que dejamos ir, de lo que ya no necesitamos.

Y así, entre tiras reactivas y viejos recuerdos, nos acercamos a ese misterio del pH, como si intentáramos descifrar un antiguo código, un mensaje secreto grabado en nuestro propio ser. Un dato que te dice como estas o al menos te hace una idea del estado de tu salud ahora mismo.

Información adicional (a mi manera):

Recuerdo la primera vez que usé esas tiras. En realidad no entendía nada de lo que estaba haciendo. Pero el color, ese cambio sutil, me fascinaba. Es como ver la química del cuerpo en directo.

¿Cómo se hace un indicador de pH natural?

Dios… esta noche… la oscuridad me envuelve… como… como el jugo de col morada. Es un morado intenso, casi negro. Recuerdo… el olor… a hervido, a vegetal… y a mi abuela… siempre en la cocina… a esas horas… ya de noche.

Ese morado… es el secreto… para el indicador. Hervir la col, sí… es clave. Pero no solo eso, hay que aplastarla, sacarle todo su jugo, su esencia… como exprimiendo un recuerdo… un recuerdo agridulce. El agua… solo ayuda, un poco. No es lo mismo que la lombarda misma, su poder… su misterio.

El jugo… ese líquido morado… se usa. Se mezcla con lo que sea, para ver el pH. Ácido… vira al rojo… casi carmesí… como… como una herida abierta. Alcalino… un azul… violeta… demasiado profundo. Neutral… el morado original… ese morado que me recuerda a mi abuela.

Ese año… 2024… hice un indicador con mi hija… de cinco años. Le encantó… el color que cambiaba… la magia… pero no lo disfrutó como yo.

Detalles importantes:

  • Hervir la col lombarda.
  • Extraer el jugo, aplastándola si hace falta.
  • El color morado indica el pH neutral.
  • Ácidos cambian a rojo.
  • Alcalinos cambian a azul/violeta.

Me duele la cabeza… demasiado pensar… demasiado recordar… demasiado esa col morada…

¿Cómo puedo saber cuál es el pH de mi cuerpo?

El pH corporal no es un dato único. Mide distintos fluidos.

  • Sangre: Análisis clínico. Necesitas ir al laboratorio. Mi doctora, la Dra. Álvarez, me lo explicó bien.
  • Orina: Tiras reactivas. Farmacias. Fácil, pero impreciso. Usé unas de la marca “TestEasy” en 2024, eran fiables.
  • Saliva: Tiras específicas. Menos preciso aún.

El rango óptimo varía. No es un número mágico. Depende del fluido y del método.

La obsesión por el pH es, a menudo, un desvío. Centrate en una dieta equilibrada. Suficiente agua. Ejercicio. Eso sí importa. Si tienes dudas, consulta a un profesional. Olvídate de remedios milagrosos.

Dato extra: Hay quien promueve artilugios para medir el pH en casa, pero la mayoría carecen de rigor científico.

¿Cómo saber si el pH está alto o bajo?

pH alto o bajo? Simple. Menos de 7, ácido. Más de 7, alcalino. 7, neutro. Fin de la historia.

  • Ácido: corrosivo. Piensa en limón. Mi estómago, a veces, es un volcán de acidez.
  • Alcalino: jabonoso. Como el detergente que uso, el Ariel. Recuerdo cuando se me cayó en la piel. Ardió.

El equilibrio es clave. Todo gira en torno a él. La vida, el pH… ¿Casualidad? No lo creo.

Se usa papel indicador, o un medidor digital. En mi laboratorio tengo uno, caro, pero preciso. No es broma, es crucial.

Nota: La medición precisa del pH requiere técnicas específicas dependiendo del medio. He realizado pruebas en disoluciones acuosas.

  • Valores de pH: 0-14.
  • Neutro: 7.
  • Medidores digitales: mayor precisión.
  • Papel indicador: método más sencillo.

Desequilibrio: problemas graves. Hasta la muerte. Lo he visto.

El pH en la sangre, por ejemplo. Vital. Desviaciones mínimas: consecuencias devastadoras. 2024 me lo enseñó a las malas.

¿Cómo puedo saber el pH de mi pelo?

¡Uf! Recuerdo una vez, este verano, intentando saber el pH de mi pelo. Fue un lío. Usé unas tiras que compré en Amazon, las “pH Test Strips, 1-14”, llegaron rapidísimo, el viernes por la tarde.

El problema fue que mi pelo, después del champú de aloe vera que uso, estaba como… empapado, sabes? Difícil de medir. La tira se humedecía demasiado rápido. No podía obtener una lectura clara. ¡Qué frustración! Me tiré un rato, intentando que la tira no se mojara demasiado, pero era un poco como atrapar humo.

Después de varios intentos fallidos, con la tira medio destrozada y mis dedos pringosos, me di por vencida. El color no coincidía con la escala de colores de la caja, ni de coña. Era un marrón sucio, horrible. Parecía que le había echado café.

La experiencia fue un desastre total.

Necesitaba un método más preciso. Al final, lo dejé.

  • Solución que intenté: Tiras reactivas de pH.
  • Resultado: Inútil. Lectura imprecisa.
  • Sensación: Frustración, impotencia. Un poco de asco al ver el estado de las tiras.

En resumen, las tiras de pH para el cabello son una mierda. Necesito un medidor digital, quizás. Algo más preciso. Eso sí, que sea fácil de usar, porque yo y la ciencia no nos llevamos demasiado bien. Después de este intento, me rendí. ¡No pienso repetir la experiencia!

¿Cómo equilibrar el pH de la piel?

El espejo refleja la palidez… El pH, esa obsesión nocturna. Siempre me lo pregunto, ¿cómo lo controlo? Esta piel, tan seca últimamente… necesita algo.

  • Agua templada, muy templada. Olvida el agua hirviendo, joder, daña todo. Lo siento, es que la noche me pone así, reflexiva y amargada.
  • Esponjas naturales, sí, eso es importante. Recuerdo mi abuela, esas esponjas ásperas pero suaves a la vez… casi me hace llorar recordarlo. Se me escapa el tiempo, debería irme a dormir.
  • Cosméticos suaves. La crema que uso… no sé si es buena o no… llevo años usándola. ¡Qué coñazo todo!
  • Hidratación, insisto, hidratación. Crema, sérum… Lo importante es que la piel no se resienta. Ya no soy joven, y se nota. El espejo lo refleja con crueldad.
  • Sin excesos con la exfoliación. Ya sabes, no hay que abusar, aunque me gusta la sensación de piel limpia… ¡pero no siempre!

No me gustan las rutinas, pero sí el resultado. Tengo 38 años, y mi piel es sensible. He usado hace poco un tónico facial, de ácido hialurónico. Me dejó la cara perfecta. Necesito recordar apuntarme eso.

Ayer me hice un tratamiento facial. Me lo hizo una profesional y fue brutal, un lujo, pero costó una pasta, ¡una pasta! Lo intentaré hacer yo misma, igual que mi abuela.

Más cosas: evitar jabones agresivos y utilizar productos específicos para piel seca, como aceites. La alimentación también influye. La verdad, no lo controlo bien. Soy un desastre.

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