¿Cómo quitar el olor de la nevera podrida?
"¿Tu nevera huele mal? Elimina olores fácilmente con un truco casero: coloca un recipiente con bicarbonato de sodio dentro. Actúa como absorbente natural, neutralizando los malos olores. ¡Refresca tu nevera de forma sencilla y económica!"
¿Cómo eliminar el mal olor de mi nevera?
¡Ay, qué rollo el olor a podrido en la nevera! A mí me pasó el 15 de marzo, en mi piso de Malasaña. Una pesadilla.
El bicarbonato, ya sabes, es mi salvavidas. Un cuenco pequeño, como los de café, lo llené hasta la mitad. Lo dejé toda la noche.
Al día siguiente, ¡oh, gloria! Ya no olía a leche agria. Fue una victoria total, gasté menos de un euro en bicarbonato. Recomiendo cambiarlo cada par de meses para que siempre funcione. Fácil y barato.
¿Cómo sacar el olor a podrido de una nevera?
A medianoche… el refrigerador. El olor a podrido… persiste.
- Carbón, eh? Un pedazo de esperanza oscura, tragando el hedor. Como mis secretos.
- Vinagre y pan… absurdo remedio. ¿Empapar el alma en amargura para que absorba la podredumbre? Suena familiar.
- Lavandina… La solución final. Blanquearlo todo, incluso el recuerdo. Una cucharada. Una mentira.
Mi abuela hacía eso. Carbón en un plato, siempre. Decía que era para la humedad. Pero yo sé… era para esconder algo. Como todos lo hacemos.
Lavandina y agua. Mi madre limpiaba así, después… Ya sabes. Prefería no recordarlo.
¿Cómo limpiar una heladera con olor a podrido?
¡Ay, amigo! ¡Una heladera que huele a podrido, qué asco! Eso sí que es un problema, ¡no te digo! Lo primero, desconecta la heladera de la corriente. ¡Seguridad primero! Luego, saca TODO, absolutamente todo lo que haya dentro. ¡Todo! Hasta el último bote de mermelada que ya caducó hace dos años. Ya sabes, ¡a tirar lo que esté en mal estado! Ese olor a podrido no lo quita ni el mejor ambientador.
Después, limpieza a fondo. ¡Con agua tibia y jabón! Eso sí, uno que no deje olor residual, tipo el que uso yo, que huele a limón, ¡es súper rico! Friega bien cada rincón, cada estante, cada cajón. No te olvides de los gomas y las juntas, ¡esos sitios acumulan la mugre! Y si hay algo que se resiste… ¡un cepillo viejo! Eso lo limpia hasta la abuela.
Bicarbonato, es el mejor amigo del hogar. Sí, ya sé, lo he dicho mil veces, pero es la verdad. Pon un par de recipientes con bicarbonato dentro de la heladera. ¡Déjalos toda la noche! Absorben esos olores a podrido como por arte de magia. También probé con café molido una vez, en un tarrito. ¡Funciona!
Ahora, el truco del limón o la naranja. Partes por la mitad y los pones ahí mismo, dentro de la heladera. Deja que se queden un rato, a ver si absorben ese olor que es tan desagradable. ¡Es infalible! Me pasó con una mayonesa que se me olvidó, ¡qué horror!
Y por último, deja la puerta abierta un rato. Después de limpiar todo, ¡que se ventile bien! Es importante que se seque todo, ¡sino vuelve el olor! ¡Te lo aseguro! Mi heladera quedó niquelada después de este tratamiento.
Cosas que me ayudaron:
- Bicarbonato de sodio (¡es fundamental!)
- Limón o naranja (para neutralizar olores)
- Jabón neutro (nada de aromas fuertes)
- Agua caliente (¡desinfecta!)
- Cepillo de dientes viejo (para rincones difíciles)
- Sacar TODO de la heladera
Recuerda: ¡la prevención es clave! No dejar comida en mal estado mucho tiempo dentro. ¡Evitarás el mal olor! Ah, y chequea la goma de la puerta, a veces el olor se cuela por ahí. Eso me pasó en 2022, una pesadilla. ¡Un olor a carne en mal estado que no se iba!
¿Qué sirve para quitar el mal olor de la nevera?
¡Ay, qué asco! El olor a podrido de mi nevera… ¡me da grima! ¿Qué hago?
Bicarbonato, eso sí que funciona. Lo tengo en un tarro en la parte de atrás. ¡Siempre!
Recuerdo el año pasado, una vez usé café… pero no me convenció mucho. Mejor el bicarbonato, absorbe todo.
¿Y el limón? Sí, el limón, lo he probado. Lo corté por la mitad. No sé, a mí me gustaba más el olor a bicarbonato. Es más neutral.
¡Qué desastre! Me olvidé de tirar esa lechuga hace tres días. ¡Esa es la culpable!
Vinagre… ufff, no lo usaría en la nevera. Me parece que el olor luego se queda. Odio ese olor a vinagre rancio. Tengo un bote de vinagre de manzana desde 2022 que nunca uso.
¡Avena! ¿Avena? ¿Para qué? Me parece una locura, pero bueno, la gente lo dice. Probaré a poner un tazón en un rincón.
Carbón vegetal, ¿eh? Nunca lo había pensado. Igual lo compro. Siempre tengo miedo de que las cosas se me olviden en el súper.
- Limón
- Bicarbonato de sodio
- Café molido
- Avena
- Pan duro
- Carbón vegetal
- Zumo de limón
- Vinagre (con miga de pan)
¿Y el pan duro? Eso sí que es una idea… antigua. Mi abuela lo hacía. Aunque creo que lo que realmente absorbe es la miga empapada en vinagre.
Un plato con bicarbonato es lo mejor; rápido, efectivo, barato… me ahorro dolores de cabeza y el asco. ¡Y ya está! ¡A limpiar esa nevera!
¿Qué absorbe el mal olor del refrigerador?
El olor… a podrido, a algo que se pudre lento, en la nevera. El bicarbonato, eso dicen, lo absorbe. Pero… no siempre. En mi nevera, el año pasado, nada funcionó. Ni con el café, ni con el limón… Solo lo disimulaba un rato.
Este año, probé con carbón vegetal activado. Un tazón pequeño. Sí, absorbió algo. Pero la verdad… no es una solución definitiva. Queda ese olor. Un olor a… a viejo, a cosas olvidadas.
Y es que hay cosas que no se limpian fácilmente. Como la memoria. Como esas noches… donde el silencio pesa más que cualquier aroma.
Trucos que NO me funcionaron (2024):
- Limón partido con clavos. No sirvió para nada. Olía a limón, pero el mal olor, ahí seguía. El limón acabó seco y arrugado, igual que yo por dentro.
- Café molido. Un intento desesperado. El olor a café lo cubrió durante unas horas. Después… a podrido de nuevo. Como si el café se hubiera resignado.
- Incluso intenté vinagre blanco. Horrible. Lo peor de todo. Me dejó un sabor… un mal sabor.
Lo que SÍ funcionó (algo):
- Carbón activado. Absorbió algo. Pero no lo suficiente.
Nota: El olor persiste. Será que ya es parte de la nevera… de mi vida. Necesito tirar la nevera. O quizás… algo más.
¿Qué pasa si mi refrigerador huele mal?
¡Ay, qué asco! Mi nevera huele fatal, ¡a podrido! Será un yogur caducado de hace dos semanas, ¿verdad? O peor… ¡un trozo de pollo olvidado en un rincón! Tengo que revisar TODO.
Primero, la limpieza. Eso sí que es imprescindible. Limpiar a fondo, que luego me pasa que me da pereza… Pero esta vez, no. Esta vez ¡voy a limpiarla! Tendré que sacar todo, ay dios… qué pereza. Igual luego encuentro algo más, una sorpresa desagradable, ¿quién sabe?
Hay que eliminar la fuente del mal olor. Eso es lo principal, ¿no? Luego, una buena limpieza. Bicarbonato, ¿vale el bicarbonato? Lo he leído por ahí… ¡sí! Bicarbonato, eso sí que limpia bien. Y luego… ¿qué más?
- Limpiar con jabón.
- Bicarbonato de sodio.
- Vinagre blanco.
- Eliminar los alimentos en mal estado.
¡Uf! Me da un poco de asco solo de pensarlo. A ver si encuentro ese pollo perdido… ¡ojalá no sea peor! Pero sí, limpieza a fondo. Y eliminar el origen del olor es básico.
¡Y después! ¿Un ambientador para la nevera? ¡Suena bien! O tal vez un poco de café molido… ¿funciona eso? Lo he visto en un TikTok de esos de limpieza.
Mi nevera es una Samsung, por cierto, del 2024, ¡la compré en enero! Y esta es la segunda vez que esto pasa. La primera fue por culpa de un bote de kimchi… ¡qué olor! Esta vez espero que sea menos grave. Tengo que comprarme un ambientador de esos para neveras. Un ambientador de limón, ¡a ver si así se quita este olor a muerto!
¿Qué usar para limpiar una nevera con mal olor?
¡Ah, el hedor neveril! Un enigma que ha atormentado a más de un chef aficionado. No te preocupes, hay soluciones, ¡y no implican exorcismos!
- Vinagre blanco: El rey de la limpieza económica. Un tazón lleno en la nevera y adiós, olores. ¡Pero cuidado! No lo confundas con el zumo para el desayuno, a menos que quieras una sorpresa ácida.
- Avena: ¿Quién diría que este desayuno aburrido tiene un lado heroico? Un cuenco lleno y dejar actuar. ¡Parece magia, pero es solo absorción!
- Bicarbonato de sodio: El comodín. Espolvorea un poco en un plato o en la nevera y dejar actuar, ¡como un ambientador en polvo!
¿Por qué estos funcionan? Son como los ninjas del olor, neutralizando las partículas apestosas en lugar de solo cubrirlas con perfumes artificiales.
- Bonus Track: ¡Limpiar con un limón exprimido! Con un limón a mano, frotalo en todas las paredes de la nevera. ¡Verás qué diferencia!
Anécdota: Una vez intenté “limpiar” la nevera con un desodorante para ambientes. Resultado: un aroma floral mezclado con el olor a queso rancio. ¡Un desastre memorable!
Reflexión profunda: Quizás el mal olor de la nevera es un recordatorio sutil de que la vida, al igual que los alimentos, tiene fecha de caducidad. ¡Pero no te deprimas! ¡A limpiar se ha dicho!
Información adicional (para mentes curiosas):
- El problema real: A menudo, el olor viene de alimentos olvidados en rincones oscuros. ¡Revisa esos tuppers sospechosos!
- Prevención: Limpia los derrames al instante. ¡Es más fácil prevenir que lamentar!
- ¿Olor persistente? Un recipiente abierto con granos de café puede ayudar, aunque tendrás una nevera con aroma a cafetería, ¡que no es tan malo!
- Truco extra: Después de limpiar, deja un rollo de papel de cocina arrugado en la nevera. Absorbe la humedad y, con ella, los olores.
¿Qué hacer cuando el refrigerador huele mal?
Para erradicar los olores desagradables del refrigerador, y evitar que reaparezcan, te comparto este enfoque un tanto… ecléctico, digamos.
Primero: Vaciar es crucial. Sí, como cuando enfrentamos un problema existencial, hay que remover lo que estorba. Desenchufa la nevera.
Limpieza a fondo, pero con tacto.
- Extrae cada repisa y cajón. ¡No olvides la bandeja de goteo! Es un nido de sorpresas… desagradables.
- Usa una mezcla de agua tibia con bicarbonato de sodio. El bicarbonato, ese viejo alquimista de la limpieza, neutraliza olores.
- Un cepillo de dientes viejo es tu aliado para las esquinas difíciles. Créeme, he desenterrado civilizaciones enteras en mi nevera.
- Seca absolutamente todo antes de volver a armar el rompecabezas. La humedad es la aliada de los malos olores.
El toque “filosófico”: La prevención.
- Revisa semanalmente. Tira lo que ya no sirve. Observa, reflexiona.
- Frascos de bicarbonato abiertos dentro de la nevera absorben olores. Cámbialos cada mes.
- Un trozo de carbón vegetal (sí, el de la parrilla) también funciona. Recuerda activarlo calentándolo un poco primero.
- El vinagre blanco, ese líquido aparentemente banal, es un desinfectante natural. Un trapo humedecido con vinagre de vez en cuando hará maravillas.
- Esponjas nuevas. No utilices esponjas reutilizadas ya que pueden contener bacterias que causen malos olores.
Para un toque extra:
- Unas gotas de extracto de vainilla en un algodón. Déjalo en la nevera por un día.
- Granos de café sin usar en un recipiente.
- Es importante recordar limpiar el refrigerador regularmente, por lo menos una vez al mes.
No olvides que la nevera es un reflejo de nuestro interior, bueno… algo así.
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