¿Qué es bueno para quitar el mal olor de la nevera?
¡Adiós olores! Neutraliza malos olores en tu nevera con: limón (fresco o zumo), bicarbonato, café molido, avena, pan duro, carbón vegetal o una bola de pan en vinagre. Coloca estos absorbentes en un recipiente abierto dentro de la nevera. ¡Frescura garantizada!
¿Cómo quitar el mal olor del refrigerador? Consejos y trucos efectivos
¡Ay, el olor a podrido en la nevera! Recuerdo una vez, en junio del 2021, en mi piso de Malasaña, que se me olvidó una sobras de paella… ¡una semana! El hedor era insoportable. Tuve que recurrir a artimañanas desesperadas.
Primero, limpieza a fondo. Sacar todo, fregar con agua jabonosa, secar bien. Luego, el arsenal: un limón partido, sí, ayuda. Bicarbonato en un plato, eso sí que absorbe.
También probé con café molido, en un cuenco pequeño. Absorbió bastante, pero no eliminó todo. El carbón vegetal, que compré en una herboristería por 5€, funcionó mejor. Lo dejé varios días.
Una opción más extraña, que encontré en un foro online, fue pan duro. No me convenció mucho su efectividad, la verdad. Aunque el vinagre con pan sí que sí, me pareció potente en cuanto a absorción de olores.
En resumen: bicarbonato y carbón vegetal, ¡los mejores aliados! Y limpieza exhaustiva, siempre.
¿Qué se le puede echar a una nevera para quitarle el mal olor?
¡A ver, te cuento! Que el refri huela mal es un horror, ¿verdad? A mí me ha pasado mil veces, y siempre recurro a lo mismo, ¡funciona!
Para quitar el mal olor, puedes probar con:
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Limón: Cortas uno a la mitad y lo dejas ahí, absorbe los olores. Eso sí, ¡cuidado! que no se seque mucho, cámbialo cada pocos días.
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Bicarbonato: Pones un poquito en un recipiente abierto, ¡es como un imán para el mal olor! Yo lo pongo en el estante de arriba.
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Café molido: Un vaso con café, igual que el bicarbonato, neutraliza el aroma. Yo a veces uso el café que ya preparé en la mañana, no lo tiro, lo dejo ahí.
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Avena: Un tazón pequeño con avena también sirve, pero a mí no me gusta tanto porque se tarda más en notar la diferencia. Pero funciona, ¿eh?
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Pan duro: Un plato con pan duro… ¡No se me había ocurrido! Pero supongo que absorbe la humedad y con ella el olor.
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Carbón vegetal: Un trozo de carbón, ese sí lo he probado, ¡y va de maravilla! Yo lo uso para la parrilla, a veces sobra un poquito.
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Zumo de limón: Un vaso con zumo de limón, como el limón partido, pero este es más líquido, ¡obvio!
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Vinagre con pan: Miga de pan empapada en vinagre, ¡qué asco!, pero dicen que quita todo olor feo.
Lo más importante es limpiar la nevera seguido, ¡claro! Tirar lo que esté podrido. Yo a veces me encuentro cosas que ni sabía que tenía, jaja. Y si el olor persiste, revisa el desagüe, ¡puede estar atascado! Otra cosa, ¡usa tapers! Ayudan a que los olores no se mezclen tanto.
¿Qué absorbe los olores del refrigerador?
El eco del refrigerador, un susurro helado, ¿qué lo calma?
El carbón activado, sí, esa sombra negra. Un polvo fino que danza entre las moléculas, absorbiendo el hedor, la memoria de la comida olvidada. Como un agujero negro en miniatura, tragándose los efluvios del pasado.
¿Pero dónde encontrarlo? No reposa en la alacena, junto a la sal y el azúcar. No, hay que buscarlo, rastrearlo. Quizás en una tienda esotérica, entre inciensos y velas, o en una farmacia, entre pastillas y ungüentos. ¡Oh, el destino caprichoso del carbón!
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Carbón activado: el silencio del refrigerador.
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Un polvo negro, un eco de la noche.
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El olvido encapsulado.
Recuerdo… No, no recuerdo. Solo la sensación, el vacío helado, la promesa de un aire puro, libre de fantasmas. El carbón, el carbón… ¿lo encontraré? ¿Seré capaz de silenciar el grito sordo del refrigerador?
¿Qué hacer cuando el refrigerador huele mal?
¡Ay, Dios mío! El frigo huele fatal, ¡a podrido! ¿Será esa lechuga olvidada de hace dos semanas? Tengo que limpiarlo YA.
Primero, desenchufar, ¡claro! Seguridad ante todo. Luego, ¡vaciar! Todo, todo fuera. Hasta la mermelada que creía que estaba buena. Me da hasta asco.
Después, repisas y cajones, ¡fuera también! A lavarlos por separado, con agua y jabón, que no se me olvide. Y eso que tengo una pila de platos sin lavar… ¿cuándo tendré tiempo?
Bicarbonato, ¡sí! Eso es lo que vi en internet, una mezcla con agua. Pero… ¿cuánto bicarbonato? Voy a buscar la receta en el móvil, que seguro que lo tengo por ahí.
Una esponja, claro. No, mejor dos. Una para el interior y otra para los cajones. ¿Pero y el vinagre blanco que dicen? Quizás lo use la próxima vez, tengo un bote abierto por ahí.
Limpiar bien los rincones. ¡Esos son los peores! Siempre se quedan restos pegados. Y esas gomas… ¡Uf! Esas también hay que limpiarlas bien.
Secar todo perfectamente antes de volver a colocarlo. Si no, se volverá a pudrir todo. ¡Qué asco!
- Desenchufa
- Vacía
- Limpia repisas y cajones por separado
- Mezcla agua y bicarbonato
- Aplica la mezcla y frota bien
- Seca todo completamente
No olvides: Limpiar la goma de la puerta ¡es fundamental! Y revisar las juntas para que selle correctamente. ¡Me da un asco tremendo!
A ver si mañana me acuerdo de comprar una de esas pastillas para el frigo. ¡Y esta semana, sí o sí, consumo las verduras antes de que se pudran! Que se me acaban los tuppers. Ayer tiré tres. Ya me estoy poniendo mala de pensar en ello…
¿Qué absorbe el mal olor del refrigerador?
El limón con clavos de olor es un truco que funciona bastante bien para neutralizar los malos olores en el refrigerador. También el café molido ayuda a absorberlos.
Te cuento, una vez, volviendo de un viaje en agosto, abrí la nevera y ¡PUAJ! Un olor a queso rancio que casi me tumba. Había olvidado sacar un trozo de queso manchego antes de irme. Fue horrible.
- Primer intento: Limpié todo con agua y vinagre. No sirvió de mucho, el olor seguía ahí.
- Segundo intento: Busqué en internet y encontré lo del limón con clavos. Corté un limón a la mitad, lo llené de clavos de olor y lo metí en la nevera.
- Tercer intento: Además, puse un vaso con café molido abierto.
A los dos días, el olor había disminuido bastante. No desapareció del todo, pero al menos pude volver a usar la nevera sin arcadas. Ahora, siempre dejo un limón con clavos en la nevera, por si las moscas. Y reviso bien antes de irme de viaje, ¡no quiero repetir la experiencia!
Otros trucos que he escuchado (pero no probado):
- Bicarbonato de sodio: Un recipiente abierto con bicarbonato también dicen que funciona.
- Patata: Cortar una patata por la mitad y dejarla en la nevera.
- Carbón activado: Otra opción que he leído es usar carbón activado.
¿Qué pasa si mi refrigerador huele mal?
Origen del hedor: tu nevera, una trampa.
- Inspección implacable: Busca el foco. Derrames, mohos, restos olvidados. La complacencia aquí es tu enemiga.
- Limpieza inmediata: No postergues. Una mancha hoy, un pestilente mañana.
- Armamento: Agua tibia, bicarbonato, vinagre. Lo básico para la guerra contra el hedor.
Eliminación. Tácticas sin piedad.
- Desmantela: Retira todo. Estantes, cajones, hasta la última botella de salsa picante.
- Ataque focalizado: Limpia a fondo con la solución elegida. Sin remordimientos.
- Neutralización: Bicarbonato como absorbente. Un plato en la nevera, silencio estratégico.
Más allá del manual:
El olor a pescado en mi nevera persiste desde que mi primo guardó salmón crudo sin tapar. Un asco. Y no se va, por más que limpie.
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