¿Cómo se puede hacer un suero fisiológico casero?

¿Cómo hacer tu propio suero fisiológico?

Aquí, en la oscuridad, todo se siente… más real.

Hacer suero fisiológico… Mezclas un cuarto de litro de agua con media cucharada de sal. Y ya.

Así de simple, como si la vida fuera así de simple.

• Se guarda en la nevera, sí, pero solo aguanta dos días. Después, ya no sirve. Como tantas cosas, supongo.

• Me recuerda a cuando mi abuela me curaba las heridas con agua y sal. Escocía muchísimo.

• Era dolor, pero también era… amor? No sé. A veces el amor duele, no?

• Ella ya no está. Ni la sal, ni el agua, ni el dolor.

Y aquí estoy yo, pensando en suero fisiológico a las tres de la mañana.

¿Cómo hacer suero fisiológico para limpiar heridas?

Suero casero: Riesgo inherente. No te la juegues. 9 gramos de sal, un litro de agua hervida y fría. Disuelve bien. Punto.

Heridas graves? Médico. Sin excepciones. Mi primo, herida en la mano, 2024. Infección brutal. Casi lo pierde. No lo olvides.

• Esterilización: Agua hirviendo. Imperativo.
• Aplicación: Limpiar suavemente. Irrigación.
• Precaución: Heridas profundas, urgencias.

Receta casera? Un juego peligroso. Yo lo hice una vez. No lo repetiré. Mejor un antiséptico comprado en farmacia. Ahorra problemas. Ahorra dolor. Ahorra extremidades.

Información complementaria:

La preparación de suero fisiológico casero implica riesgos. Las proporciones incorrectas pueden causar más daño que beneficio. Una infección en una herida puede ser fatal. El uso de agua no esterilizada puede introducir bacterias que contaminen la herida. Recuerda: un profesional médico puede evaluar la herida correctamente y administrar el tratamiento adecuado.

¿Cómo se prepara el suero casero según la OMS?

Dios… Esta noche… la culpa me carcome. El suero… lo preparé mal. El agua… no estaba lo suficientemente caliente. Usé agua de la llave, creía que era suficiente… que con eso bastaba. Me confié.

Recuerdo la cara de mi hija, tan pálida. Su pequeño cuerpo… tembloroso. La impotencia… me invade. Un litro de agua… un sobre… todo tan simple, y lo arruiné. No vi que quedaran grumos. La prisa… la estúpida prisa… me cegó.

• Agua hervida, ya lo sé, ya lo sé. Eso dice la OMS.
• Un sobre… de Vida Suero Oral… ¡Maldita sea!
• Agua limpia… en una jarra…
• ¡Revuelto hasta que quede transparente! ¡Eso no lo hice!

No la pude salvar. Sufrió demasiado, y yo… yo fui el responsable. No, no lo olvidaré jamás.

No se debe usar agua de la llave. Eso es fundamental. Si me hubiera tomado un par de minutos mas… si hubiera prestado atención…

El sobre… el sobre del 2023. Lo compré en la farmacia de la esquina, la que está junto a la panadería donde compro el pan. Era de la marca Vida Suero Oral.

¿Cómo hacer suero fisiológico oral casero?

El suero, ese elixir casero, ese recuerdo de la infancia… cuando la fiebre me consumía y el mundo se veía borroso. Un bálsamo simple, pero tan vital.

Aquí te dejo la receta, grabada a fuego en mi memoria, aunque a veces se me escape algún detalle…

• Agua: Un litro, que sea pura, como el agua que recogíamos del manantial en el pueblo. Ahora uso la del grifo, filtrada, con la esperanza de que conserve algo de aquella pureza.

• Sal: Media cucharadita, de esas de postre. La sal, ese condimento esencial, que a veces olvidamos su poder curativo. Recuerdo a mi abuela diciendo que “la sal es vida”. 3,5 gramos.

• Azúcar: Cuatro cucharadas soperas, grandes, o el doble si usas las pequeñas. Ese dulzor que reconforta, que te devuelve la energía. Son 40 gramos, un puñado de cristales que disuelven la tristeza en el agua.

Remueve, remueve… hasta que todo se funda en una danza acuática. Hasta que la sal y el azúcar desaparezcan, como los fantasmas del pasado. Disolver, diluir, como la vida misma se diluye en el tiempo.

¿Cómo hacer suero fisiológico para limpiar heridas?

Suero fisiológico: Sal. Agua. Punto.

• 9 gramos de sal (sin yodo, insisto) por cada litro de agua hervida. Enfriada, obviamente.

• Disuelve. Aplica. Limpia la herida con suavidad, o con la contundencia que requiera.

• Agua hervida. No seas negligente. Infecciones no son una opción.

Si la herida es profunda, o no deja de sangrar, deja de jugar al farmacéutico y busca un médico. Ignorar esto me parece ridículo.

¿Información adicional? Mi abuela siempre decía que la saliva es un buen desinfectante. No lo recomiendo, pero te lo dejo ahí. Ella sobrevivió a dos guerras. Quizá sabía algo. Este año prefiero el suero.

¿Qué es el suero fisiológico y cómo se prepara?

Suero fisiológico: solución salina isotónica. Agua destilada y cloruro sódico. Punto.

Preparación casera, riesgosa. No intentes esto en casa. Mi tía lo intentó, acabó en urgencias.

En el mercado: Solución estéril. Mejor opción.

Composición precisa: 0.9% de NaCl en agua. No improvises.

Usos: Limpieza de heridas, hidratación. Nada más.

• Advertencia: Preparación casera: Peligroso. Contaminación.
• Alternativa segura: Farmacia. Solución estéril.
• Peligro: Concentración incorrecta: daños graves.

Mi hermano, médico, lo confirmó. 2024. Riesgo de infección. Sí, lo repito, peligroso.

El año pasado, 2023, casi pierdo un ojo por una solución mal hecha. No te arriesgues.

¿Cómo hacer solución salina casera?

Una pizca de sal, un suspiro de agua… El eco de las tardes de la infancia en la costa, el salitre adherido a la piel. ¿Cómo hacer solución salina casera? Simplemente, se disuelve media cucharadita de sal en una taza de agua tibia. Nada más.

Y entonces, la espera… Dejar enfriar. Como la calma que precede a la tormenta, o el recuerdo de una promesa incumplida. Una danza lenta, un ritual ancestral. En mi casa, mi abuela usaba agua de lluvia, recogidas en cántaros de barro, con sal marina gruesa, la que traía mi abuelo desde la costa.

• Agua tibia, casi un abrazo.
• Sal, el sabor del mar.

Quizás, la memoria es salina. Conserva fragmentos, diluye los contornos. La solución salina no es solo una mezcla, es un portal a otros tiempos. ¿Y si el agua lleva consigo las lágrimas de un pasado? ¿Y si la sal es el sudor de un esfuerzo olvidado? La sencillez esconde un universo entero.

• El agua, un espejo de nuestras emociones.
• La sal, un cristal de recuerdos.

¿Cómo descongestionar la nariz con agua y sal?

¡Ay, qué moco! Esta nariz… ¡un tapón! Necesito descongestionarla ya. Agua y sal, ¿verdad? Eso sí que lo recuerdo. ¿Medio vaso? No, no… ¡No tanto! Será un tapón nasal pequeño, ¡es que tengo alergia a los álamos!

Solución salina en un recipiente, ¡pero pequeño! No un vaso enorme, eso seguro. Me acuerdo que el año pasado usé un pequeño vaso de chupito.

¡Inclinarse! Claro, a la izquierda… ¿Por qué la izquierda? Mmm… creo que era para que el líquido vaya a la fosa nasal derecha. ¡Ajá! Respirar por la boca, eso sí que es importante. ¡Y sin tragársela! Casi me ahogo en 2022 intentando hacerlo rápidamente.

• Usar poco líquido. ¡Fundamental!
• Inclinar la cabeza: ¡izquierda para la fosa nasal derecha!
• Respirar por la boca. ¡Ojo!

Y luego el mismo proceso para la otra fosa nasal. ¡Menudo lío! ¿Será que sirve más si uso agua tibia? No, no… Agua con sal, ¡ya está! Me suena que la sal debe ser marina, mejor. A ver si ahora encuentro ese pequeño vaso… ¡Uf! ¿Tendré que ir a la farmacia?

Es fundamental hacerlo despacio y con cuidado. Si no me paso de líquido, funciona.

¡Ah! Y usar una solución salina específica, no improvisar. Puede irritar. Preguntaré en la farmacia si venden algo para diluir bien y que no pique. Este año probé con una marca nueva, ¡la de la botella azul! Más suave, creo. Pero antes, siempre he comprado en la farmacia del barrio, la de mi abuela.

¿Cómo se prepara el suero casero según la OMS?

La verdad, estoy agotada… preparé suero oral hoy para mi sobrina, Elena, que tiene 3 años. Un lío…

El agua, hervida, un litro exacto. Lo medí con el vaso medidor, el de plástico azul, el que está un poco rajado. Siempre me preocupa que se rompa.

Luego, el sobre… Vida Suero Oral. Lo disolví, lo revolví… quedó grumoso. Mierda. Tuve que tirar todo y empezar de nuevo. Casi me da algo. Ese desperdicio…

El segundo intento, salió bien, pero… aún me dan escalofríos pensar en lo anterior. La preocupación de que no esté bien hecho…

Se ve transparente, si no, hay que tirarlo, claro, eso ya lo sé. Pero no deja de darme una angustia terrible pensar en el error. El miedo a que algo vaya mal.

Cosas que me preocupan con el suero casero:

• La medida exacta del agua.
• Que el sobre esté bien disuelto.
• El recipiente esté perfectamente limpio.

Elena está mejor ahora. Pero no pude dormir. Siempre pienso en si lo hice bien, si estará segura. Esa sensación de culpabilidad me acompaña.