¿Por qué mi sal no se disuelve en el agua?

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La sal sí se disuelve en agua, no se derrite. Si parece que no se disuelve completamente, puede ser por dos razones:

  • El agua ya está saturada de sal: No puede disolver más.
  • La temperatura del agua es baja: El agua fría disuelve menos sal que el agua caliente.
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¿Por qué mi sal no se disuelve en agua?

¡Ay, la sal que no se disuelve! Me ha pasado, y la verdad, al principio me rayé un poco. No entendía por qué, si siempre veo que se disuelve sin problema.

Una vez, intentando hacer una salmuera para unas aceitunas en casa de mi abuela (en el pueblo, un 15 de agosto, que hacía un calor…), me di cuenta de que, por más que removía, siempre quedaba un posillo de sal en el fondo.

Estuve investigando un poco, y parece ser que tiene que ver con la fuerza con la que se agarran las partículas de sal entre ellas. Es como si estuvieran súper unidas, y el agua no tiene tanta “fuerza” para separarlas.

En resumen, la sal sí se disuelve, pero llega un punto en que el agua ya no puede disolver más. Por eso, siempre queda un poco en el fondo, formando esa especie de “líquido” salado concentrado. Es algo que me ha pasado más de una vez, sobre todo cuando intento hacer salmueras muy concentradas, jaja.

¿Por qué demasiada sal no se disuelve en el agua?

Uf, a ver… demasiada sal no se disuelve porque el agua se satura.

  • Saturación, saturación… Me acuerdo cuando intentaba hacer sales de baño caseras. Qué desastre! Un pegote salado en el fondo.
  • Ah! y si caliento, ¿cabe más? Sí, aumenta la capacidad… Sobresaturación le llaman a eso.

Y luego, si se enfría… ¡tachán! El exceso se precipita, como si se negara a seguir ahí disuelto. Es como cuando me paso con el azúcar en el café. Queda ahí abajo, sin ganas de mezclarse.

¿Será lo mismo con otras cosas? Con el azúcar, ¿también pasa? Probablemente. Quizás pruebe a hacer caramelo, aunque la última vez casi quemo la cocina.

  • Precipitación: como cuando llueve, pero de sal.
  • ¿Sobresaturación? Suena a algo peligroso. Como comer demasiados pastelitos.

¿Qué le sucede a la sal cuando se disuelve en agua?

¡Ay, qué calor hacía aquel mediodía de julio en la playa de La Barceloneta! El sol, ¡qué sol!, me achicharaba la nuca mientras buscaba un sitio en la arena, ¡qué agobio!. Tenía una bolsa de patatas fritas y una botella de agua, supernecesaria. Recordé que llevaba también sal, ¡claro!, para añadirle a las patatas… ¡qué buena idea!.

Eché un puñado de sal, esa sal gruesa que compré en el mercado de la Boquería, en mi vaso de agua. Observé cómo desaparecía poco a poco. Se disolvió. ¡Desapareció!. ¿Se fue? ¡No!.

La sal se disolvió, pero sigue ahí, mezclada con el agua. Es como magia, ¡pero es ciencia! Sentí esa mezcla fría en mi lengua, la sal, ¡todavía estaba ahí!, aunque no la veía como cristales. El agua estaba salada, ¡se sentía el sabor!.

Más tarde, al llegar a casa, pensé en ello. Consulté el libro de química de mi hijo, ¡qué pesado es el libro!. Y confirmé que era una disolución, una mezcla homogénea.

  • La sal se disuelve, pero sus partículas permanecen.
  • Es una disolución, no una reacción química.
  • El agua es el solvente, la sal el soluto.
  • Se forma una mezcla homogénea.

Me dio sed, ¡muchísima sed!. Y aunque la sal ya estaba en el agua, ¡la necesité!. Necesitaba más agua ¡sin sal!. Ese día aprendí que la sal, aunque parezca que desaparece, sigue estando ahí, a nivel molecular, y sí altera el agua. ¡Qué día tan intenso! Fue un descubrimiento para mí.

¿Qué sucede si disuelves sal en el agua?

La sal no se esfuma, se integra.

  • El agua es el abrazo, la sal, el invitado. No hay desaparición, solo una danza molecular.
  • Piénsalo así: el azúcar en mi café de la mañana. Se disuelve, sí, pero sigue ahí, alterando el sabor, la densidad, la esencia. No es magia, es física.
  • Solución, no disolución. Palabras importan. La sal persiste, ahora en forma iónica, camuflada en la inmensidad acuosa.
  • Olvida la alquimia. En este baile, cada elemento conserva su identidad. No hay transmutación, solo una nueva coreografía.

¿Qué pasa cuando la sal se disuelve en agua?

¡Ay, qué pereza! ¿Sal en agua? Pensaba en mi café con leche, ¡qué rico! Pero bueno, la pregunta…

La sal se disuelve, pero no desaparece. ¡Claro! Es como el azúcar en el té, ¿no? Se mezcla, pero sigue ahí. Recuerdo que en la clase de química de 2024, la profe… ¿Cómo se llamaba? ¡Ya me olvidé! Explicó que las moléculas se separan…

¿Moléculas? ¡Qué rollo! Mejor pienso en mi viaje a la playa en Julio. El agua salada… ¡Uf! Me quemé con el sol. Necesitaba mucha agua para refrescarme. Agua pura, sin sal, claro.

Pero volviendo a la sal… Se disuelve, formando una solución. Es decir, una mezcla homogénea. Esto es importante. ¡Tengo que anotarlo para el examen de química!

  • Agua + sal = solución salina. Fácil, ¿no?
  • La sal, cloruro sódico (NaCl), se separa en iones: Na+ y Cl-.
  • Estos iones quedan rodeados por moléculas de agua.

¡Qué lio! ¡Necesito un refresco! De naranja, sin azúcar, para no desviarme más. Y luego… ¡A estudiar! Que tengo un examen de química, ya casi estoy preparándome para el 2º parcial.

Me acuerdo de ese experimento que hice en el laboratorio con mi amiga Laura. ¡Cuánta sal usamos! Y después al final… ¡teníamos que limpiar un montón!

El agua actúa como disolvente. ¡Esto sí que lo recuerdo! Es como un pegamento invisible que mantiene todo junto.

Ah, y algo que se me olvidó: La concentración de la solución depende de la cantidad de sal disuelta. ¡Demasiada sal y queda asqueroso! Ya no quiero pensar más en sal… mejor en la fiesta de cumpleaños de mi primo.

#Agua Y Sal #Disolucion Sal #Sal No Disuelta