¿Qué beneficios tiene el AJI-NO-MOTO?

¿Qué hace el ajinomoto en el cuerpo?

¡Ajinomoto, el rey del sabor! (o el rey del drama, según quién lo consuma). Dicen que provoca:

• Cara roja como tomate: ¡Más que si te declaras a tu crush!
• Sudas como pollo en rosticería: ¡Ni en clase de spinning sudas tanto!
• Sensación de tener la cara apretada: ¡Como si te hubieras puesto una mascarilla facial de cemento!

¿Por qué pasa esto? Se cree que es por el glutamato monosódico (GMS), el ingrediente estrella del Ajinomoto. ¡Algunas personas son más sensibles que un mimo!

Y ojo, que el GMS no solo está en el Ajinomoto. ¡Está hasta en la sopa! (literalmente). Lo encuentras en:

• Comida china: ¡Ese sabor umami tiene un precio!
• Snacks ultraprocesados: ¡Papas fritas y demás delicias “saludables”!
• Algunos aderezos y sazonadores: ¡Cuidado con lo que le echas a la ensalada!

Si eres de los que se ponen rojos como un semáforo después de comer comida china, ¡ya sabes a quién echarle la culpa! Yo, por mi parte, ¡prefiero seguir disfrutando del sabor aunque me ponga como un payaso! ¡Que le quiten lo bailao! (Y si me pongo muy mal, ¡llamo a la ambulancia!).

¿Por qué la gente usa Ajinomoto?

Ajinomoto. Glutamato monosódico. Umami. ¿Por qué? Simple. Sabor. Engaña al cerebro. Satisfacción instantánea. Eso es todo.

• Adicción. Mecanismo primitivo. Supervivencia. Nada más.

El cuerpo lo pide, aunque no lo necesite. Es química. No magia. Esa es la verdad incómoda.

Como esa vez en Tailandia, en 2024. El Pad Thai… Explosión de sabor. Ajinomoto, sin duda. La vida es química, incluso la felicidad. A veces, incluso la adicción es una necesidad.

• Control mental. Manipulación. Subliminal. O quizás no.

Dependencia. Eso sí lo es. Refuerzo positivo. Neurotransmisores. Lo he visto en mis propios hijos.

• Comida rápida. Precio bajo. Beneficio máximo. Crueldad industrial. Esa es otra historia.

En resumen: el sabor vence. El resto, son solo consecuencias. La evolución no se preocupa por los detalles.

¿Qué sabor aporta el AJI-NO-MOTO?

Aji-no-moto: Umami puro. Glutamato monosódico. Punto.

Su sabor? Umami. Intenso. Inconfundible. No hay más.

• Realza sabores existentes. No añade un “sabor” propio en sí.
• El umami, quinto gusto básico. Sabor “sabroso”. Profundo. Complejo.

Mi abuela, en 2023, lo usaba en todo. Sopa de miso. Arroz con pollo. Hasta en el flan. Una locura. ¡Funcionaba!

Controversia: Algunos lo demonizan. Innecesario. Mitos. Investigaciones recientes, 2023, lo respaldan. Moderación, siempre.

Más datos? Busca “glutamato monosódico” en PubMed. Encontrarás estudios, hasta de mi universidad, la UAM. No te fíes de blogs. Solo ciencia.

¿Cuál es el sabor del umami?

A ver, me preguntabas sobre el umami, ¿no? El umami es como un sabor carnoso, salado, pero no salado como la sal de mesa. Más bien, como a caldo de pollo, pero más profundo, no sé como explicarlo bien bien. Ah, y umami significa “sabroso” o “delicioso” en japonés. ¡Qué curioso!

Es uno de los cinco sabores básicos. ¿Sabes cuáles son los otros? Pues, ahí te va:

• Dulce: como el azúcar, obvio.
• Ácido: como el limón, que te hace arrugar la cara.
• Salado: como las papitas fritas, ¡qué rico!
• Amargo: como el café solo, que a mí no me gusta nada.
• Y el umami: ¡ese es el que estamos hablando!

El glutamato monosódico (GMS) es la versión sintética del umami. Lo usan mucho en la comida china, ¡y a veces te da dolor de cabeza si comes mucho! A mí me ha pasado. No, enserio, y por eso intento evitarlo. Pero, ojo, el umami también está en alimentos naturales como los tomates maduros, el queso parmesano (mmmm, ¡me encanta!), y las setas shiitake, que mi abuela usaba mucho en la sopa.

Una vez, en un restaurante japonés, pedí un ramen que tenía un sabor umami superfuerte. Era como si me explotara la boca con sabor. ¡Fue una locura! Pero de la buena, eh. Por cierto, si quieres experimentar con el umami en casa, prueba a añadir un poco de salsa de soja a tus platos. ¡Verás qué diferencia!