¿Qué hacer cuando se añade demasiada agua al arroz?

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¿Arroz aguado? ¡No te preocupes! Si te pasaste con el agua, usa una rebanada de pan blanco.

  • Absorbe la humedad: Coloca el pan sobre el arroz cocido.
  • Retira el pan: ¡Adiós al exceso de agua!

¡Arroz perfecto y sin mazacote!

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¿Qué hacer si me pasé con el agua al cocinar el arroz? Soluciones?

Ay, qué desastre! Me pasó el 15 de marzo en mi cocina, intentando hacer arroz para mi suegra (¡una experta!). Se me fue la mano con el agua, un auténtico río en la olla. El arroz parecía una papilla.

Usé un truco que vi en un video de YouTube, aunque modificado. En vez de pan, usé varias servilletas de papel, las puse sobre el arroz y encima una tapa. Absorbió bastante agua, aunque no toda.

El resultado? El arroz quedó un poco pastoso, pero salvable. No fue la cena perfecta, pero al menos no tiré todo. Aprendí la lección: medir el agua con precisión ¡es fundamental!

¿Qué hacer cuando el arroz tiene mucha agua?

¡Ay, Dios mío, qué desastre! El arroz, un simple arroz blanco, se convirtió en una sopa. Era 2023, un lunes cualquiera, estaba haciendo mi arroz favorito para acompañar el pollo al curry de mi abuela. Me distraje, ¡claro!, había un partido de fútbol reñido y, zas!, demasiada agua. Sentí una punzada de frustración, ¡horas de trabajo en la cocina para nada!

Solución rápida, pero chapuza: Recordé algo que leí en algún foro online. Metí el arroz en una bandeja para horno. ¡A 100 grados, como decía el tutorial! Cinco minutos. No fue una solución elegante, no. El arroz quedó un poco seco, con textura rara… algo desabrido. Fue una solución de emergencia total.

El pollo al curry estaba buenísimo, por cierto. Eso sí que no falló. Y aún así, me quedé con la sensación de que algo no iba bien. Sentí ese gusanillo de la frustración en el estómago. Maldita sea, ¡había esperado todo el día para esa cena!

Pensé en tirar el arroz y empezar de nuevo, pero ya era tarde, estaba cansada y… ¡el pollo! Me comí el arroz igual, aunque estaba un poco duro, mejor que tirarlo, ¿no?

Detalles:

  • Fecha: Lunes, 2 de Octubre de 2023
  • Hora: Alrededor de las 21:00
  • Lugar: Mi cocina
  • Tipo de arroz: Arroz blanco normalito
  • Método chapucero: Horno a 100 grados, 5 minutos
  • Resultado: Arroz algo seco y con textura extraña. Aún comestible.
  • Pensamiento final: Mejor cocinar con más atención… ¡nunca más me distraigo viendo partidos de fútbol mientras cocino!

Nota: Había probado antes a pasar el arroz por un colador, pero esta vez no funcionó… estaba demasiado pasado. El sabor se salvó gracias al pollo al curry. ¡Qué pena! La próxima vez, ¡más atención!

¿Qué hacer si le pones demasiada agua al arroz?

¡Ay, madre mía, que desastre! Demasiada agua en el arroz, ¡una tragedia griega de proporciones bíblicas! Mi abuela, que en paz descanse, se tiraba de los pelos si eso pasaba.

No te preocupes, ¡que no cunda el pánico! Hay solución, aunque parezca que estás ante un plato de papilla espacial. La técnica del pan es genial, sí, como una esponja mágica absorbiendo el diluvio universal de tu olla.

  • Usa el pan: ¡Sí! Como si fuera una mini-alfombra mágica que absorbe el agua extra. Retira el pan después, antes de que se convierta en puré de pan con arroz.
  • ¡Fuego alto! (Bueno, no demasiado alto, no vaya a ser que tu cocina parezca un volcán) Para evaporar el exceso de líquido. Es como un juego de supervivencia, ¡a secar el arroz!
  • Salvación a la vista: Si todo falla, ¡a la sartén! Un buen sofrito con chorizo (el de mi suegra, el mejor) y listo, el arroz se convierte en un plato nuevo, ¡problema resuelto!

Evita el drama la próxima vez: Mide el agua con precisión. A mi, con dos tazas de arroz, me entran dos tazas y media de agua. Es una ciencia, lo juro. Pero bueno, siempre puedo recurrir a la técnica del pan, ¡es mi salvavidas culinaria!

Y ojo, ¡que no te pase como a mí el año pasado! Me quedó un arroz tan líquido que parecía sopa de arroz con leche, y eso que usé la mejor agua mineral de Sierra Nevada. Aprendí la lección: medir es fundamental.

Bonus Track: Si el arroz es mucho peor, te recomiendo usar el método del “arroz frito exprés”: A la sartén directo con un huevo, salsa de soja, y un poquito de esa alegría que te falta en la vida. Convierte el desastre en una creación digna de un chef tres estrellas michelin ¡casi!.

¿Qué pasa si le hecho agua de más al arroz?

¡Ay, madre mía, qué desastre! ¡Agua de más al arroz! Parecía un inocente granito de arroz, ¡pero se ha convertido en un Kraken acuático!

El arroz se ha ahogado, colega. No te preocupes, que no todo está perdido, aunque parezca que te vas a comer una papilla de proporciones bíblicas. Mi suegra, experta en desastres culinarios (y en solucionarlos, ojo), me enseñó el truco:

  • Sacrificio de granos: Sí, algunos granos caerán por el bien de la mayoría. Desecha la capa superior del arroz, esa que está nadando como un pato en una piscina olímpica.
  • Operación Rescate: Con un colador, ¡a rescatar los valientes supervivientes! Escurre lo máximo que puedas. Piensa en esto como una aventura de Indiana Jones, pero en la cocina.
  • Secado Express: Pon el arroz en una sartén o bandeja, a fuego medio-bajo. ¡Remueve sin parar, como si tu vida dependiera de ello!
  • El milagro (o no): Si no consigues que se seque lo suficiente, añade un poco de arroz tostado, para darle un sabor más rico. Quedará algo pastoso, pero bueno…

¡Resultado final? Algo así como un risotto muy, muy malo. No lo intentes con paella.

Te cuento: el otro día, mi perra Lola se comió la mitad del arroz “salvado”. A ella le encantó. Y a mi gato también. La solución definitiva para el arroz acuático. No te lo recomiendo para tu cuñado.

Extra consejos de mi abuela: (que prepara el arroz mejor que nadie, eso sí, lo hace sin agua)

  • Un poco de aceite en la sartén ayuda, ¡es magia!
  • El arroz basmati se las arregla mejor que el redondo en este tipo de apocalipsis.
  • Nunca, nunca, nunca uses agua fría directamente del grifo.

Recuerda, colega, ¡la práctica hace al maestro! Ya verás como la próxima vez te sale perfecto. O no. En ese caso, siempre tienes a Lola y a su amigo el gato.

¿Cómo salvar un arroz masotudo?

¡Ay, el arroz masotudo! Un drama culinario de proporciones bíblicas. El pan, amigo mío, es tu Arca de Noé. Absorberá la humedad excesiva como si fuera una esponja con sed de siglos. Diez minutos, y ¡voilà! Un milagro gastronómico. Eso sí, el pan quedará como una galleta prehistórica, apta solo para dinosaurios. A mi suegra, por cierto, le encantan, dice que tienen un “toque rústico”.

Otro truco infalible (que aprendí de mi abuela, la reina del arroz, ¡viva ella!) es añadir un poco de leche fría. No mucha, eh, que no queremos una papilla lunar. Una cucharita, a lo sumo dos, depende del grado de sequedad de tu creación. Es como un pequeño shock de hidratación para el pobre grano moribundo. Imagina, ¡un spa para tu arroz!

Si ya es una tumba desértica, solo te queda añadir caldo y rezar a los dioses del arroz, porque eso ya es la resurrección. Aunque, en mi caso, suele terminar como un refrito experimental, que luego, curiosamente, se convierte en el plato estrella de la cena, gracias a ese “toque especial” que solo yo puedo explicar, en mi cocina.

  • Pan milagroso: Absorbe el exceso de sequedad.
  • Leche fría: Un shot de hidratación para el arroz.
  • Caldo de emergencia: La última opción, pero aún así funciona como un guiso inventado.

Recuerdo cuando intenté hacer paella, en 2024, y se me quemó, me la jugué con leche y pan, y hasta ahora fue la mejor.

¿Cuántas tazas de agua por 1 de arroz?

¡Ay, el arroz! Ese grano traidor que se pasa en un suspiro o queda como piedra de la muralla china. La clave está en el agua, amigo mío, ¡el elixir de la vida del arroz! Y créanme, he hecho experimentos dignos de un científico loco (con menos bata blanca y más salpicaduras de agua).

Dos tazas de agua por una de arroz. ¡Así de sencillo! Es como la fórmula secreta de Coca-Cola, pero con menos misterio y mucho más delicioso. Bueno, a menos que te equivoques, ahí sí que hay un desastre mayúsculo, ¡como un terremoto de arroz pegajoso!

Si usas menos agua… ¡desastre! Arroz seco como el desierto del Sahara, duro como una roca. Más agua… ¡Peor aún! Un caldo de arroz con consistencia de papilla, ¡apta para bebés gigantes!

Ojo con el tipo de arroz! El mío, de la marca “El Arroz del Abuelo Emilio” (sí, mi abuelo lo cultiva, aunque a veces le sale un poco… aventurero), necesita un poquito más, ¡dos y media tazas para ser exactos! Es un arroz caprichoso.

  • Recuerda: 2 tazas de agua por cada taza de arroz (a menos que tu arroz sea un rebelde, como el de mi abuelo).
  • Tip: Prueba, experimenta, ¡si te sale mal, lo echas a los pájaros!
  • Nota: A veces, uso un poquito más de agua si quiero un arroz más suelto, como para paella, ¡esas maravillas!

Para un arroz perfecto necesitas:

  • Agua: pura, limpia, ¡que no tenga sabor a lejía!
  • Olla: la que tengas a mano, ¡la mía tiene más golpes que mi coche!
  • Arroz: bueno, de calidad, que no parezca que está hecho de plástico.
  • Paciencia: ¡el arroz no se hace en un santiamén! (aunque a veces lo intento forzar)
  • Un toque de magia: (opcional, pero funciona, lo prometo)

Y si aún así te sale mal, ¡culpa al universo! No hay un arroz perfecto siempre. ¡Saludos!

¿Para qué sirve remojar el arroz?

Aquí estoy, a estas horas… pensando en arroz. Suena ridículo, ¿verdad?

Remojar el arroz… es más que solo un paso en la receta. Es como una pequeña pausa antes de empezar, un momento para que el grano se prepare.

  • Azúcar en sangre: Dicen que el agua donde se remoja ayuda, que es buena para los que tienen problemas con el azúcar. No sé, mi abuela tenía diabetes y siempre remojaba el arroz. Quizás por eso duró tanto. Quizás no tenga nada que ver.

  • Hierro: También dicen que tiene hierro. Yo siempre me he sentido débil. Anémica, supongo. A lo mejor debería empezar a guardar el agua esa. A lo mejor, solo a lo mejor, me sentiría un poco mejor.

Es curioso cómo las cosas más simples… como un grano de arroz… pueden encerrar tantas promesas. Aunque sean promesas vacías.

Sinceramente, ya no sé qué creer.

Solo sé que mañana volveré a remojar el arroz. Y por un momento, creeré.

#Arroz #Cocinar Arroz #Demasiada Agua