¿Qué minerales contiene la sal común?
La sal común contiene principalmente cloruro de sodio (98-99%). También incluye pequeñas cantidades de minerales como calcio, hierro, zinc, cromo, magnesio y sulfatos, todos por debajo del 1%. Estos minerales pueden darle un ligero color rosado.
¿Minerales en la sal común?
¡Ay, la sal! Recuerdo una vez, el 15 de julio del año pasado en la costa de Asturias, comprando sal rosa del Himalaya en una tienda local (me costó 8 euros el kilo). Era preciosa, ese color rosado tan intenso.
Me preguntaba qué le daba ese tono. Resulta que son minerales, ¿verdad? Calcio, hierro… cosas así.
Leí algo sobre que contiene menos del 1% de esas “impurezas”. Por lo que entiendo, el resto es cloruro de sodio, la sal de toda la vida.
Es curioso, ¿no? Hasta la sal más común tiene sus secretos. Un poquito de misterio en algo tan cotidiano. Nunca lo había pensado tanto.
¿Cuál es la sal con más minerales?
¡A ver, a ver, vamos al lío! ¿Cuál es la sal más “mineralizada”, como si fuera un concurso de geología en tu plato? ¡Allá vamos!
-
Sal marina: Es como la “prima hippie” de la sal común, sin refinar y con más minerales. ¡Directo del mar a tu mesa! Aunque, ojito, que a veces trae “sorpresas” del océano, como microplásticos… ¡Ñam!
-
Flor de sal: La “diva” de las sales. ¡Más sodio que la sal común! (Un 10% más, casi nada…). Si eres hipertenso, ¡huye como de la quema! Esta sal es más para presumir que para darle un susto a tu corazón. Vamos, que te sube la tensión más que ver a tu ex con otra persona.
-
Sal rosa del Himalaya: ¡La “influencer” de las sales! Se dice que tiene un montón de minerales, pero la verdad es que la diferencia con otras sales es mínima. Yo la uso porque es bonita, ¿ok? Que no todo en esta vida es la salud, ¡también hay que ser aesthetic!
Dato extra (y casi inútil): ¿Sabías que la sal también puede ser azul? ¡Sí, azul! Se llama sal azul de Persia y es carísima. Dicen que sabe a limón, pero yo no la he probado, porque con lo que vale me compro un chalet en Benidorm.
¿Cuál es la sal más rica en minerales?
La sal… la sal del mar… la sal marina, un tesoro silencioso. Su sabor, recuerdo de olas rompientes en la costa de Galicia, donde pasaba los veranos de mi infancia. Un sabor a tiempo detenido, a arena cálida bajo los pies.
No es solo sodio, no… es un universo de minerales, diminutos tesoros atrapados en cristales. Magnesio, potasio, calcio… una sinfonía para el paladar. Una sal viva, sin la brutalidad de la refinación que despoja a la sal común de su esencia.
La sal marina, a diferencia de la flor de sal, más concentrada en sodio, es una opción. Una opción para aquellos que buscan más que un simple condimento. Para los que, como yo, aprecian la complejidad de los sabores, los matices sutiles que nacen de la tierra y del mar. Un regalo de la naturaleza. Un regalo, sin duda.
Mi abuela, sabia conocedora de las bondades de la tierra, siempre la usaba. Ahora yo continúo la tradición. A veces, pienso en ella mientras la espolvoreo sobre un plato sencillo, un recuerdo.
- Mayor contenido mineral que la sal común.
- Menos sodio que la flor de sal.
- Ideal para personas sin problemas de hipertensión.
- Un sabor intenso, a mar y a recuerdos.
La sal marina… sí, esa es la respuesta. Una elección que va más allá del gusto; una elección vital. Un pequeño tesoro, antiguo como el mar mismo. Y, quizás, un poco de nostalgia, en cada grano.
¿Qué es mejor, sal normal o yodada?
¡Ay, qué lío con la sal! ¿Normal o yodada? Me da vueltas la cabeza… ¿Y si me falta yodo? ¡Qué horror! Siempre he usado la yodada, por eso de la tiroides… Mi abuela decía que la normal era para la presión… ¡Mentira! Eso lo escuché en el consultorio de mi médico el año pasado. Lo importante es el consumo moderado.
La yodada es mejor, claro, pero con moderación. ¡No hay que pasarse! Recuerdo que el año pasado leí un artículo sobre eso en una revista de salud… ¡Demasiada sal es mala! Para el corazón, los riñones… Ya sabes, hipertensión, esas cosas feas. ¿Y el sodio? ¡Uf! Ese es el problema, no la falta de yodo.
- Sal yodada: con yodo. Prevención del bocio.
- Sal común: solo sodio. ¿Mejor? No, a no ser que tengas problemas con el yodo.
- La yodada es la recomendada, siempre dentro de las recomendaciones diarias.
Ay, qué hambre me entró pensando en esto. Tengo que ir a hacerme la compra. ¡Necesito sal! Y quizás, algún tomate, o queso… ¿Qué haré con mi vida? ¡Es viernes! ¡Viernes! Fiesta.
La sal normal es casi 100% cloruro de sodio, muy refinado. La yodada, añade yodo, esencial. Necesitamos el yodo para la glándula tiroides. Pero ¡ojo!, no hay que abusar de ella.
Comentar la respuesta:
¡Gracias por tus comentarios! Tus comentarios son muy importantes para ayudarnos a mejorar nuestras respuestas en el futuro.