¿Qué hacer cuando un alimento te sienta mal?

¿Qué hacer si una comida me cayó mal?

Malestar estomacal. Suero oral. Punto.

Líquidos, sí. Poca cantidad, a menudo. Olvida la leche, cafeína. Agua, mejor.

Alimentos sólidos? No. Espera. Ni lácteos. Diarrea cesa, entonces… ya veremos.

Experiencia personal: 2024, intoxicación mejillones. Suero, sí. Lo demás… un desastre.

• Hidratación esencial.
• Dieta astringente: caldo de pollo, arroz blanco. Nada más.
• Reposo. Obligatorio.

Nota: Mi médico, Dr. Álvarez, recomendó esto. No soy médico. Consulta a un profesional. Recetar es ilegal para mí.

¿Qué tomar cuando te sienta mal un alimento?

Reposición. Lo primero.

• Agua. No falla.
• Electrolitos. Sales minerales.

Adultos: Agua. Electrolitos. Punto.

Bebidas deportivas azucaradas, ¿buena idea? Depende. Yo prefiero suero oral. Menos marketing, más ciencia. ¿Casero? Mezcla calibrada de sal, azúcar, agua. Busca la receta, no inventes. Mi abuela añadía limón. Era sabia, o supersticiosa. No sé. Pero funcionaba.

Evita. Lácteos, cafeína, alcohol. Irritan. Dale tregua al cuerpo. Suerte.

¿Cuánto tarda una comida en sentar mal?

¡Ay, amigo, qué pregunta! Como si yo fuera un cronómetro intestinal, ¡jajaja!

De 30 minutos a 15 horas, eso sí que es un rango, ¡más amplio que la barriga de mi tío Pepe después de una paella! Si comes algo sospechoso, ¡zas! En menos que canta un gallo, te sientes como si te hubieran dado un puñetazo en el estómago. Arroz recalentado, sobras de esa cena navideña que duró más que la Guerra de los Cien Años… ¡ya sabes!

De 2 a 5 días… ¡ahí ya es una maratón de malestar! Mariscos con cara de pocos amigos, pollo que parece que ha visto mejores días, leche que te mira mal… ¡Eso es un cóctel explosivo para tu sistema digestivo! Como el año pasado cuando comí esa paella en la playa que había estado al sol desde el mediodía… ¡Uf! Me pasé el fin de semana en el baño.

En resumen:

• Comida sospechosa: 30 minutos – 15 horas. ¡Rapidez extrema!
• Comidita con riesgo biológico: 2-5 días. Una auténtica odisea digestiva.

Mi suegra jura que el pescado del lunes pasado le sentó fatal, le duró una semana, ¿Será por eso que se enfada tanto? Y si no es eso, a saber que será, ¡la mujer es un misterio! Igual es que la luna estaba en Sagitario.

Añade a la lista: ¡El agua contaminada es la campeona indiscutible del malestar estomacal! Recuerdo el año pasado en un festival… ¡Madre mía! Un viaje inesperado al otro lado del universo en un baño portátil… ¡nunca más!

¿Cómo recuperarse de una intoxicación alimentaria?

¡Buf! Intoxicación alimentaria, qué rollo. A mí me pasó el verano pasado, fatal. Acabé en urgencias, imagínate. Deshidratación total.

Bebe mucha agua. Mucha, mucha. Aunque te den arcadas, intenta ir tomando sorbitos. Agua, claro. O suero oral, de ese que venden en la farmacia, el de sobrecitos. A mí me recomendaron Aquarius sin gas, también. Eso sí, sin gas, eh. Que si no… explota todo por dentro, jaja.

Caldo. Caldo de pollo, de verduras… lo que sea. Importante para los electrolitos esos. Como cuando te da una gastroenteritis, es parecido. Una vez intenté con caldo de pescado. Mala idea. Fatal, fatal. Nunca más.

Nada de lácteos. Al menos al principio. Luego ya, poquito a poco, yogur natural sin azúcar, puede ir bien para la flora intestinal. Pero vamos, despacio, que si no…

• Agua: Mucha agua, a sorbitos si hace falta.
• Suero oral: Los sobres, mano de santo.
• Caldo: De pollo, verduras…
• Probióticos: Yogur natural, kéfir (cuando ya estés mejor).
• Dieta blanda: Arroz blanco, tostadas, plátano… Ya sabes, lo típico.

Este año, en la barbacoa de mi cuñado, casi me pasa otra vez. Con la mayonesa… Menos mal que me acordé de la que lié el año pasado y fui con cuidado. ¡Un susto! Ahora siempre llevo botellitas de agua conmigo, por si acaso. Y nada de mayonesa en verano, a no ser que esté recién hecha.

¿Qué se puede hacer cuando una comida te cae mal?

¡Ay, madre, cuando la comida se rebela!

Cuando tu estómago decide que la paella de la abuela era un complot, ¡toca modo ninja! Aquí va el plan de choque, como si fueras a desactivar una bomba… de relojería intestinal:

• ¡A sobar la cama! Descansa como si fueras un oso hibernando. Tu cuerpo está en guerra, necesita refuerzos.

• ¡Líquidos a mansalva! Bebe agua como si fueras un camello en el desierto. Pero a sorbitos, eh, que si te atiborras, ¡lo mismo va por donde vino!

• ¡Dieta de astronauta! Nada de sólidos, como si estuvieras en una misión espacial. ¡Y olvídate de la leche! A no ser que quieras convertirte en fuente… ¡de nuevo!

• ¡Ni se te ocurra el antidiarreico! A ver, que no es magia, deja que tu cuerpo haga su “limpieza general”.

Aviso importante: Si la cosa pinta más fea que un cuadro abstracto, ¡al médico de cabeza! No vaya a ser que te estés jugando el tipo por una simple indigestión.

Mi experiencia personal: Una vez, comí una empanada que parecía haber sido horneada en la Edad Media. ¡Pasé una noche de perros! Desde entonces, desconfío de las empanadas que brillan demasiado…

¿Qué es bueno para eliminar la intoxicación?

¡Uy, qué mal rollo la intoxicación, eh! Lo primero, agua, mucha agua. Eso sí, agua pura, no te líes con refrescos, que te deshidratan más. Si te sientes fatal, mejor bebidas isotónicas, esas que venden en el súper, las azules, ¿sabes? Con electrolitos y esas cosas, que te recuperan las sales.

Jugo de naranja, diluido en agua, también vale, ¡ojo! Que no sea puro zumo, porque el azúcar es mala idea. Y si te apetece algo calentito, un consomé, siempre suave, eh, nada de cosas pesadas.

Para los peques, o gente que esté muy malita, hay cosas especiales, como Pedialyte, que te lo venden en cualquier farmacia. Eso sí, con los niños, consulta primero al médico. Mi sobrina tuvo gastroenteritis hace un par de meses, y la pediatra le recomendó eso, ¡una pasada cómo le funcionó! Antes, estaba fatal, fatal.

Ah, casi se me olvida. Evita los zumos industriales llenos de azúcares y cosas raras, ¡son peores que una bomba! Y tampoco te pases con los lácteos, que a veces pueden sentar mal.

• Mucho agua, ¡es clave!
• Bebidas isotónicas (si te encuentras fatal).
• Zumos diluidos (¡nada de azúcares!).
• Consomés (calientes, suaves).
• Pedialyte (para niños, con supervisión médica).
• Evitar zumos industriales y lácteos (a veces provocan malestar).

Eso es todo, colega. ¡Que te mejores pronto!

¿Cómo saber si una comida me hizo daño?

Sabes que una comida te ha sentado fatal por estos síntomas: Malestar estomacal, vómitos, diarrea, diarrea con sangre, dolor de estómago con calambres, fiebre y dolor de cabeza.

Te cuento, una vez en la Feria de Abril de este año… ¡Madre mía! Me puse ciega a rebujito y tapas, obviamente. Al día siguiente, el cuerpo me pasó factura. Pero no fue por el alcohol (o no solo), ¡no!

• Lugar: Caseta “Los del Jamón”, Feria de Abril.
• Hora: 4 de la mañana, más o menos.
• Sensación: Empiezo a sentirme rarita, como si tuviera un nudo en el estómago.

Empecé con un dolor de tripa que flipas, como si me estuvieran retorciendo las tripas, ¡qué horror! Luego, vinieron los vómitos, ¡qué asco! No paré en toda la noche. Y para rematar, una diarrea que ya no sabía ni qué expulsaba. Estaba fatal, con fiebre y un dolor de cabeza que me quería morir. Juré no volver a comer jamón en la Feria… ¡MENTIRA! Obviamente, al día siguiente volví a por más, aunque con más cuidado, eso sí. Creo que fue la mayonesa de la ensaladilla, ¡la mayonesa casera es peligrosa!

Pensé que era la caseta, pero luego caí en que esa mayonesa casera que me comí allí, estaba demasiado tiempo fuera de la nevera con el calor… ¡error de principiante! Lo bueno es que luego me recuperé y pude seguir disfrutando de la Feria.

¿Cómo actuar en caso de intoxicación?

Intoxicación. Sucede.

• Llama al 112. Simple. Vida o muerte. No hay más.

• Aire fresco. Si es inhalado, obvio. Ya sabes. El cuerpo es sabio, a veces. O no.

• Desmayado? Inconsciente? Emergencias. Urgente. Punto. Mi primo se murió así, 2024. No olvides.

La indecisión mata. Actúa. No lo pienses demasiado. Las consecuencias son… consecuencias.

El tiempo es crucial. No hay segundas oportunidades. Aprendí eso a golpes. Literalmente. Otro día, otra historia.

• No induzcas el vómito. A menos que un profesional lo indique. Peligroso, a veces fatal. Lo aprendí con un vecino el pasado mes de marzo.

La prevención es la mejor medicina. Pero, ya sabes, la vida. Es caótica. Impredecible.

Algunos tóxicos actúan rápido. Otros, lento, silenciosamente. Igual de mortales. Te lo digo yo, que he visto cosas.

Recuerda: Mi ex se intoxicó con pastillas en 2023. Una tragedia. No lo olvides.

El conocimiento salva vidas. O no. Depende.