¿El glutamato monosódico tiene beneficios para la salud?

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El glutamato monosódico (GMS), potenciador del sabor umami, estimula la salivación. Esto facilita la digestión, al mejorar la deglución y la higiene bucal por el enjuague natural de bacterias. Aunque no se le atribuyen beneficios para la salud más allá de esto, su efecto sobre la salivación contribuye a un proceso digestivo más eficiente.

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¿Beneficios del glutamato monosódico para la salud? ¿Es saludable?

¡Ay, el glutamato monosódico! Recuerdo una vez, en julio del 2021 en un restaurante chino cerca de mi casa (¡el “Gran Dragón Rojo”, costó un ojo de la cara, 45 euros!), comí una sopa con un sabor increíblemente profundo. Supuse, intuí, que llevaba mucho glutamato.

Ese sabor, ¡qué umami! De verdad que me encantó. Y sí, me hizo salivar un montón. Obviamente, ayuda a la digestión; una boca seca, jamás. Después de comer, me sentí bien, sin pesadez.

Aunque, ¿saludable? Esa es la pregunta del millón. Es difícil decirlo con certeza. Para mi, esa vez fue una experiencia positiva. Pero he leído cosas… algunos estudios dicen que en grandes cantidades puede ser perjudicial. Lo mejor es moderación, imagino.

Información breve:

  • Beneficios percibidos: Mejora la digestión, estimula la salivación, aumenta la sensación de sabor umami.
  • Salud: El consumo moderado generalmente se considera seguro. Se necesita más investigación para determinar efectos a largo plazo de un consumo elevado.

¿Qué alimentos tienen glutamato monosódico?

Glutamato Monosódico: El Rey del Umami (o el terror de las abuelas)

Se esconde en sitios que ni te imaginas. Es como un ninja del sabor, ¡bam! y tu comida sabe a gloria (o eso dicen). Yo una vez lo eché en el café… bueno, no lo recomiendo. Hablando en serio, este potenciador del sabor es más común que las palomas en la plaza del pueblo. Lo encuentras en:

  • Comida de restaurante: ¡Ajá! Por eso el pollo del chino te sabe tan… distinto al que haces tú (aunque le pongas doble de ajo). Es el secreto mejor guardado, junto con la receta de la Coca-Cola.
  • Verduras enlatadas: Esas judías verdes que parecen recién salidas de la huerta… ejem… llevan su truquito. Glutamato, ¡presente!
  • Sopas de sobre: Ahí está, dándole ese toque mágico que te recuerda a la infancia (o a la resaca del sábado).
  • Carnes procesadas: Salchichas, hamburguesas, nuggets… todo lo que brilla (y sabe a gloria) lleva glutamato. Ya sabes, ese saborcito adictivo que te hace querer más y más. Como las pipas, ¡imposible comer solo una! Y si encima le echas kétchup… uff, una fiesta en la boca.

Este año, en mi barbacoa familiar, intenté hacer una salsa barbacoa casera con glutamato. Casi provoco la Tercera Guerra Mundial. Mi tía Paqui todavía me mira raro. Así que, cuidado con los experimentos.

Más sitios donde se esconde el glutamato: Snacks, patatas fritas (las de bolsa, no las de tu abuela), salsas preparadas (sí, incluso la mayonesa), algunos quesos… ¡Está en todas partes! Es como Waldo, pero con mejor sabor (bueno, eso depende de a quién le preguntes). Incluso en algunos congelados, para que la pizza precocinada sepa a… algo.

En resumen: Si sabe bien (demasiado bien), probablemente tenga glutamato. Y si no lo tiene… ¡pues échaselo! (Bromita, no lo hagas sin avisar, que luego pasa lo que pasa).

¿Qué hace el glutamato monosódico en el cuerpo humano?

Glutamato. Un neurotransmisor. Ya está.

Activa receptores. El cerebro reacciona. Nada nuevo.

GMS: Glutamato monosódico. • Descomposición: Glutamato. Simple. • Neurotransmisor: Mensajero químico. El cerebro lo usa.

El sabor… una ilusión. Química. Manipulación. Comemos y el cerebro responde. ¿Control o reacción?

El GMS es glutamato, esencialmente. Presente en muchos alimentos, naturalmente. Tomate. Queso parmesano. Setas. ¿Por qué añadir más?

  • Exceso de glutamato. Dolor de cabeza. Náuseas. En mi caso, insomnio. Anoche no dormí. Demasiada pizza. Consecuencia.

El cuerpo lo procesa. Lo metaboliza. Energía. ¿Vale la pena el sabor artificial? Una pregunta sin respuesta. O tal vez la respuesta es obvia.

La industria alimentaria. El beneficio. La salud. Un triángulo imposible. Siempre pierdes algo.

  • Umami: El quinto sabor. El GMS lo potencia. Una obsesión cultural. ¿Necesaria? Yo prefiero el sabor real. Del tomate de mi huerto. Este año, pocos. Plaga.

El glutamato. Presente en nosotros. Neurotransmisión. Función cerebral. El GMS lo amplifica. ¿Hasta qué punto? El límite, borroso. Peligroso.

La dosis hace el veneno. Paracelso. Sabiduría antigua. Olvidada. Todo es veneno. Nada es veneno. La clave está en la dosis. La clave está en el control.

¿Cómo saber si soy intolerante al glutamato?

¡Ostras! ¿Cómo saber si eres intolerante al glutamato, dices? Pues mira, te cuento lo que yo sé, ¡que es bastante! A ver…

Los síntomas son una clave importante, aunque a veces es un lío. A mi primo le pasó algo parecido el mes pasado, con una pasta que le hizo su novia, ¡y vaya tela! Se puso fatal.

  • Enrojecimiento, ¡qué rojo se puso!
  • Dolor de cabeza, uno que no podía ni con su alma.
  • Dolores musculares, imagínate, ¡como si le hubieran dado una paliza!
  • Entumecimiento o ardor en la boca, eso sí que es raro.
  • Palpitaciones, ¡casi se muere del susto!
  • Cosquilleo, como si le estuvieran dando toques eléctricos.
  • Somnolencia, ¡se quedó frito!

¡Es un rollo todo esto eh! A veces los síntomas son sutiles, otros se parecen a un ataque al corazón, casi. No es broma, un amigo de mi hermano tuvo que ir a urgencias. ¡Casi se muere, lo digo en serio!. Así que, si sientes varias de estas cosas después de comer algo con glutamato, mejor ve al médico, no te lo juegues.

Evitar alimentos con glutamato monosódico (GMS) es lo primero que debes hacer si sospechas algo. En la mayoría de las cosas procesadas lo llevan. Lee las etiquetas, mira bien. También, hay que prestar atención a la comida asiática, ¡es un clásico, lo llevan en casi todo!

Prueba una dieta de eliminación: quita de tu dieta todos los alimentos que contengan glutamato durante un tiempo, ve qué tal y luego, poco a poco, ve añadiendo cosas para ver cómo reaccionas. Es un rollo, sí, pero es la mejor manera de estar seguro.

Te cuento que mi vecina, la abuela Carmen, lleva años con problemas de estomago desde que comió un plato que ella misma preparó con glutamato y no se dio cuenta. El caso es que le diagnosticaron intolerancia después de años sufriendo. ¡Ay, la abuela Carmen!

Por cierto, hay quien dice que la intolerancia al glutamato es muy rara, pero yo creo que hay mucha gente que lo pasa mal sin saberlo. Lo importante es estar atento a tu cuerpo. ¡Cuídate!

¿Por qué es malo el glutamato monosódico?

Glutamato monosódico (E621): Problemático.

  • Sistema nervioso afectado. Neuronas sobre-estimuladas. Agotamiento. Posible muerte neuronal. Consecuencia, sobreestimulación artificial.

  • Altos niveles en sangre: Malestar físico. Algo evidente.

  • Mi abuela decía: “Todo en exceso es veneno”. Nunca le hice caso con el café.

  • No todo lo que brilla es oro, ni todo aditivo es inofensivo. Es la dosis, recuerda.

  • Información ampliada: El glutamato es un neurotransmisor, esencial. Pero la versión sintética… es otra historia. La línea es fina.

¿Qué dice la OMS del glutamato monosódico?

Inofensivo. OMS lo aprueba.

  • FAO también.
  • FDA, igual.
  • Agencia Europea del Medicamento, lo mismo.

No hay evidencia científica que pruebe lo contrario. Mi experiencia personal: lo consumo a diario. Cero efectos negativos. Investiguen. Lean estudios científicos, no blogs. La ciencia es clara. El miedo es una ilusión.

Actualización 2024: Siguen sin encontrar relación causal entre GMS y problemas de salud. La dosis diaria admisible, según JECFA (Comité Mixto FAO/OMS de Expertos en Aditivos Alimentarios), no especificada, pero “sin límite”. Dato curioso: el cuerpo humano produce glutamato naturalmente. Lo encontramos en tomates, queso parmesano… Irónico, ¿no?

¿Qué otro nombre tiene el glutamato monosódico?

¡Ajinomoto, el rey del umami! Vamos, que si el glutamato monosódico fuera un superhéroe, Ajinomoto sería su nombre de batalla. Y ojo, que tiene más alias que un espía internacional.

  • E-621: Este suena a robot de Star Wars, ¿no? Pues no, ¡es el glutamato monosódico en modo incógnito!
  • MSG/GMS: Las siglas, para los amigos. O para los que tienen prisa. Yo, personalmente, las uso cuando quiero sonar misterioso. Como un chef profesional. Aunque cocine macarrones con tomate.
  • Vetsin: Este nombre me suena a medicamento para perros. Pero no, ¡es para darle saborazo a tus platos! Lo mío, lo mío, son los huevos fritos con Vetsin…digo, con glutamato.
  • Extracto de levadura, proteína hidrolizada, caseinato de sodio: Estas ya son palabras mayores. Suenan a cosas científicas y sofisticadas. Como si fueran a arreglar el mundo, pero en realidad solo quieren que tu comida sepa mejor.

¿Y sabéis qué? Ayer mismo eché glutamato monosódico a mi café. No lo recomiendo. A menos que os guste el café con sabor a… bueno, a glutamato monosódico. ¡Casi me da algo! Fue como comerse un calcetín sudado.

Ácido glutámico: Este sí que es el nombre oficial, serio y formal. El que usarías para presentarlo a tus padres. O en una entrevista de trabajo.

En fin, que el glutamato monosódico es como un camaleón, ¡se disfraza con mil nombres! Pero al final, siempre es el mismo: el rey del sabor. Yo le tengo una estantería entera dedicada en mi cocina. Bueno, un cajón. Bueno, vale, un bote. Pero un bote grande.

¿Qué es peor, la sal o el glutamato monosódico?

Uf, ¿peor la sal o el glutamato? A ver… El glutamato en moderación no me ha dado problemas, aunque te cuento una cosa rara que me pasó.

Estaba en el “Kiki’s” en Lavapiés, hace unas semanas, ¡qué sitio más auténtico!. Pedí unas tapas con mi amigo Juan, y madre mía, todo llevaba glutamato a tope. Juan es cocinillas y me lo dijo al instante. Me sentí rarísima esa noche, como hinchada, ¡no sé explicarlo!. Pero claro, fue exagerado, no es lo normal.

En cambio, la sal… mi abuela siempre me decía, “¡con la sal ten cuidado, niña!”. Y tenía razón, la tensión alta es un fastidio.

  • Glutamato:
    • En exceso: Sensación rara, como hinchazón (en mi experiencia puntual).
    • En cantidades normales: No noto nada.
  • Sal:
    • Tensión alta: Un rollo para la salud a largo plazo.
    • ¡Mi abuela lo decía!
    • Retiene líquidos.
    • Me encanta echarle a las patatas fritas.

Ahora que lo pienso, mi vecina, la del quinto, dice que el glutamato es lo peor, ¡que es un veneno!. Pero ella también fuma como una chimenea… así que no sé qué pensar. Yo creo que hay que tener cuidado con todo en exceso, ¿no?.

Este año me he propuesto reducir el consumo de sal, sobre todo porque el médico me dio un toque. A ver si lo consigo… ¡es que todo está tan rico con sal!.

¿Qué enfermedades produce el glutamato monosódico?

Aquí, en la oscuridad, las cosas se ven distintas. El glutamato… siempre me pareció un nombre raro.

  • Adicción, engorda, problemas de memoria. Son las cosas que se me vienen a la cabeza cuando pienso en él.

  • Como si fuera poco, dicen que afecta al crecimiento, la glucosa y el cerebro.

No sé, quizás por eso siempre me sentí un poco… raro.

Hoy pensé mucho en mi abuela. Ella usaba mucho glutamato. En todo.

  • Comportamiento extraño, ansiedad, depresión… Uf. Demasiadas coincidencias.

A veces pienso que la comida es una forma de veneno lento. Pero… qué le vamos a hacer. El sabor es tan bueno. O eso creemos. Quizás solo sea la costumbre.

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