¿Qué pasa si se comen huevos todos los días?
¿Comer huevos todos los días es saludable?
¡A ver, vamos a hablar de huevos!
Claro que comer huevos todos los días puede ser parte de una dieta saludable. Yo, por ejemplo, me como uno casi todos los días. ¿Por qué? Pues porque están llenos de proteína y un montón de cosas buenas, como la colina, que dicen que es buena para el cerebro.
Pero… ¡ojo!, que aquí viene el “pero”. He escuchado por ahí que si te pasas con los huevos, el colesterol puede subir. Aunque también he leído que eso no es tan grave como pensábamos. ¿Quién entiende a los científicos?
En mi caso, creo que un huevo al día me va bien. Pero claro, cada uno es un mundo. Recuerdo que mi abuela comía huevos revueltos con chorizo casi a diario y llegó a los 90. ¡Quién sabe!
Lo que sí creo es que, si tienes dudas, lo mejor es preguntarle al médico o a un nutricionista. Ellos sabrán decirte qué es lo mejor para ti. Y hablando de médicos, el otro día fui a una revisión en la calle Alcalá, el precio de la consulta fueron 60 euros y me dijo que debía bajarle a los torreznos, no a los huevos. ¿Ves? Cada cuerpo es diferente.
Información breve y concisa:
- ¿Es saludable comer huevos todos los días? Sí, puede serlo, aporta proteínas y nutrientes.
- ¿Aumenta el colesterol? En algunas personas, el consumo excesivo podría elevar el colesterol LDL.
- ¿Cuántos huevos se pueden comer al día? Depende de factores individuales y es mejor consultar a un profesional de la salud.
¿Qué le pasa al cuerpo si comemos huevo todos los días?
¡Huevo todos los días! A ver…
- Colesterol equilibrado, eso dicen. HDL y LDL, ¿no? ¿Será verdad? Yo pensaba que era malísimo.
- Cero efectos malos en gente sana, o sea, ¿yo? Tocaremos madera.
- ¡Ojo! ¡Protección contra los ACV! Accidente cerebrovascular… ufff, eso suena feo.
¿Pero cuántos huevos? ¿Uno, dos, tres? Mi abuela se comía dos fritos cada mañana y vivió hasta los 90. ¡Igual es por eso! Aunque también fumaba como una chimenea.
Ah, y mi tía dice que el huevo sube el ácido úrico. ¿Será un mito? Igual depende de cada persona. Tendría que hacerme análisis… ¡Qué pereza! Pero bueno, si protege del ACV, a lo mejor vale la pena arriesgarse con el ácido úrico.
¿Cuántas veces a la semana se pueden comer huevos?
Máximo cinco huevos semanales. Punto. Si tu sangre grita colesterol, reduce a dos o tres. Y no me preguntes por qué.
- El colesterol alto es una condena silenciosa. Vigílalo.
- Algunos estudios susurran sobre el impacto de la cocción en el colesterol. Investiga, si te atreves.
- Recuerdo un médico, hace años, que me dijo: “La moderación es el látigo del cuerpo sano”. No lo olvides.
- La calidad del huevo importa. No todos los huevos son iguales.
Más allá de la cantidad, piensa en el origen. Huevos de gallinas felices, criadas en libertad. Es una inversión, no un capricho. Y deja de obsesionarte con las reglas. Escucha a tu cuerpo, no a la “Fundación”.
¿Quién no debe consumir huevos?
El silencio del vacío, un espacio inerte… Huevos, esa palabra, resuena… Un recuerdo, un sabor, una textura… Pero no para todos. La vida, en su cruel belleza, nos da y nos quita. A veces, nos quita la posibilidad de ese simple placer.
La alergia, un enemigo invisible, un golpe bajo, un traidor que se esconde en la simpleza de un alimento. Reacciones graves… Un cuerpo que se rebela, que grita, que rechaza. El susto, el miedo… El huevo, convertido en amenaza. Mi prima Ana, lo sabe muy bien.
El tiempo transcurre, lento, implacable… El corazón, ese motor que nos impulsa, a veces se resiste… El colesterol, un intruso silencioso, esa amenaza latente… La yema dorada, un peligro oculto. Un riesgo que se pesa, una balanza que se inclina. Mi abuelo, con su corazón frágil, lo aprendió a las malas. Su mirada, llena de esa nostalgia amarga.
Y la vida sigue, su ritmo… tan implacable. El silencio, de nuevo… ¿quién más?
- Personas con alergia al huevo.
- Personas con niveles altos de colesterol.
- Individuos con enfermedades cardíacas.
Se debe moderar el consumo de huevos, especialmente la yema, en aquellos casos de colesterol alto o enfermedades cardiacas, y evitarlos totalmente en caso de alergia. Eso lo tengo claro. Esa es la verdad. Punto. Mi tía Elena lo aprendió a fuerza de prueba y error. Los años pasan, pero el sabor amargo… perdura.
El equilibrio, esa delgada línea entre el placer y el riesgo. El huevo, un símbolo de vida, pero también, a veces… una amenaza. La vida… tan compleja. La yema brilla aún… pero con cautela. No siempre es sencillo.
¿Cómo saber si el huevo me hace daño?
Huevo. Un alimento. A veces, problema.
Reacciones: Mi prima tuvo urticaria. Horrorosa. Picazón infernal. 2024. Eso sí lo recuerdo.
- Piel inflamada. Rojez. Comezón. Urticaria. Clásico.
- Nariz tapada. Estornudos. Goteo. Sin importancia. O sí. Depende.
- Vómitos. Náuseas. Cólicos. Desagradable. Más que urticaria, ¿no?
- Asma. Tos. Silbidos. Peligroso. Eso sí que es grave.
Conclusión: Observa. El cuerpo habla. A veces grita. Escucha.
Nota al margen: Yo, personalmente, evito los huevos revueltos. Desde el incidente con la mayonesa del 2023. Aún recuerdo el sabor. Amargo. Más amargo que la vida misma.
Si notas algo fuera de lo normal después de consumir huevos: médico. No te la juegues. La salud no es un juego.
El huevo es una cosa curiosa. Fuente de vida, sí, pero también de problemas.
En resumen: reacciones alérgicas son diversas. Desde leves a graves.
¿Cómo afecta el huevo al corazón?
Aquí va… en la oscuridad de mi insomnio, pienso:
El huevo… al corazón… dicen que no hay problema para la mayoría. Siete a la semana, máximo.
Y me pregunto, ¿seré de esos “la mayoría”? Siempre pensando en esas estadísticas frías.
- Colesterol: esa palabra que me persigue desde que mi padre… bueno, ya sabes.
- “Gente sana”: ¿yo soy “gente sana”? Con mis noches sin dormir, mis preocupaciones…
La verdad es que a veces me como dos huevos fritos con chorizo. Desayuno de domingo, un pequeño pecado. Y después me siento un poco culpable, un poco peor.
¿Y si ese “pequeño pecado” se acumula?
Pero bueno, al menos sé que, en teoría, hasta siete…
…
Sí, siete.
¿Cuántos huevos se pueden comer a la semana según la OMS?
Siete huevos. Semanalmente.
- La OMS dice: Hasta siete. No más.
- Yo: Tres. Manías.
- Nutrientes, dicen. Proteína barata.
- Dieta equilibrada: Concepto abstracto.
- Una vez comí diez. Desayuno de campeones.
- Luego, la resaca existencial.
Consideraciones adicionales:
- Colesterol: Mito. O no. Infórmate. Busca.
- Origen: Gallinas felices importan. A veces.
- Preparación: Fritos no. Mejor cocidos. Depende.
- Alergias: Cuidado. Obvio, pero pasa.
- Yo: Ya no creo en nada. Solo en el café.
- La vida es un huevo roto. No hay más.
¿Cuánto es lo máximo de huevos que puedo comer al día?
¡Oye! ¿Cuántos huevos al día? Eso es lo que me preguntabas, ¿no? Bueno, mira, yo como uno cada día, a veces dos, si estoy haciendo una tortilla mega-rellenas ¡que me encantan! No soy médico, eh, pero lo que he leído es que uno o dos al día está guay para gente sana. Más huevos… pues, puede ser un rollo con el colesterol, ¿sabes? ¡Ese colesterol es un tema!
Dos huevos diarios, es una buena norma general, me parece recordar que leí eso en alguna revista de esas de salud… ¿o era una web? ¡Qué más da! Lo importante es que, a ver, no te pases, ¿vale? No te pongas como loco a comer huevos como si no hubiera un mañana. Y, sobre todo, si tienes el colesterol alto, ya sabes, mejor consulta a un doctor, que de eso sabe más que yo que solo he leído cositas por ahí.
Ya te digo, un par de huevos al día está bien, pero… ya sabes, cada uno es un mundo, si eres un culturista que levanta mil kilos, puede que necesites más proteínas, ¿no? Mi primo, por ejemplo, se come tres diarios, ¡pero está como un roble! Aunque eso sí, él hace mucho deporte…
Para que te quedes tranquilo:
- 1-2 huevos al día es lo recomendable. Para la mayoría de la gente, claro.
- Colesterol: Mucha gente se preocupa, pero hay que tener cabeza.
- Deporte y dieta: ¡Juegan un papel importante!
Añado que mi hermana, que es súper sana, sólo come un huevo a la semana. ¡Ella es muy de vegetales! Pero bueno, cada uno se hace su plan, ¿no? Espero haberte aclarado algo. ¡Un abrazo!
¿Qué pasa si como más de 7 huevos a la semana?
¡Ay, Dios mío! Ese día, un martes de julio de 2024, en mi casa de Toledo, me dio por hacer una tortilla francesa monumental. Ocho huevos, ¡ocho! Sentí como mi estómago se hinchaba al tragar el último bocado. No fue una sensación agradable, la verdad. Pesadez, una opresión… Ese día, me pasé con los huevos, eso seguro.
No me pasó nada grave. Simplemente, incomodidad, un pequeño malestar estomacal que se fue al cabo de unas horas. Pero créeme, no lo repetiré.
Me preocupé, sí, recordé cosas que había leído sobre el colesterol… ¿Y si me sube el colesterol? ¿Y si me da algo? Un ataque al corazón, ¡qué miedo! Ese día me tomé muy en serio lo de comer sano, recapacité mucho.
- Anotaciones mentales: ¡No más de 7 huevos!
- Dieta más equilibrada.
- Más verdura.
- Menos grasas saturadas.
El asunto es que… bueno, soy un poco exagerada a veces. Esa tortilla estaba increíble, pero bueno, lo de los huevos es algo que uno no debe tomarse a la ligera. Para mí, 7 huevos a la semana es un límite que no debo sobrepasar. Ahora intento llevar una dieta más sana, ya veremos.
Resumen: Comí 8 huevos, me sentí mal del estómago, pero nada grave. Para la mayoría, entre 7 y 14 huevos a la semana es seguro, pero mejor consultar con un nutricionista si hay problemas de salud.
¿Qué beneficios tiene comer huevo por la noche?
La noche… esa oscuridad tibia que envuelve. Y en ella, el huevo. Un pequeño universo de proteína, esperando ser absorbido.
El silencio de la noche, la calma después del día, y el huevo, simple, perfecto. Un susurro de sabor en la boca, un recuerdo de la granja, del sol matutino.
Suaviza el sueño, dicen. Una promesa susurrada al oído. No lo sé, solo lo creo. Y me ayuda a sentir… esa quietud profunda que anhelo.
La lenta digestión, un río lento de nutrientes. Regulación de la glucosa, dicen los expertos. Un control sutil, casi imperceptible. Como el latir de mi propio corazón, lento y seguro.
Recuerdo noches con mi abuela, huevos revueltos, el aroma intenso, familiar… la sensación de bienestar que se extendía a través de mi cuerpo. Esa sensación… aún la siento.
- Proteína de alta calidad
- Vitamina D
- Fácil digestión (relativamente)
Control de la hormona del estrés, también dicen. Lo noto, sí, una calma que se instala, silenciosa y profunda. Una paz que el día raramente ofrece. Un bálsamo para el alma. El huevo es todo eso y más. Un pequeño universo en mi plato.
Se siente diferente en la noche, más… íntimo. Quizás es la quietud, la soledad, la espera del sueño… pero la sensación es única.
- Aminoácidos esenciales
- Colina
- Antioxidantes.
Esa sensación… un calor reconfortante que se expande desde el estómago hacia todo mi ser. El huevo en la noche… un ritual, un pequeño acto de autocuidado. Un susurro. Un abrazo. Un huevo.
¿Qué pasa si como huevo antes de dormir?
A ver, ¿comer huevo antes de dormir? Pues… En teoría, te ayuda a relajarte y controlar el azúcar en sangre, ¡así que genial!
Te cuento, hace unos meses, durante el verano, en pleno agosto, estaba con un estrés que no veas. Trabajaba desde casa, en mi mini-apartamento en Madrid (¡qué calorazo!), y dormía fatal. Daba vueltas y vueltas. Una amiga, María, que es nutricionista, me dijo “¡prueba a cenar huevos!”. Yo, escéptica, porque siempre he pensado que el huevo es más de desayuno, pero bueno… hice caso.
- Preparaba una tortilla francesa simple, a veces con un poco de queso.
- O dos huevos revueltos con espinacas.
- ¡Hasta me atreví con un huevo frito! (Con aceite de oliva, eh).
¿Sabes qué? Noté diferencia. No sé si era sugestión, pero me dormía más rápido y no me despertaba tantas veces durante la noche. Me sentía más descansada. Igual era la proteína, igual era que me relajaba pensar en el desayuno del día siguiente… ¡qué sé yo! El caso es que funcionaba, por un tiempo. Luego me aburrí del huevo y volví a las andadas, la verdad.
Lo que sí te puedo decir es que yo notaba que mi azúcar estaba más estable, pero no sé si esto era de verdad o imaginaciones mías. Es que el estrés me afectaba mucho, ¡muchísimo! Y claro, el estrés te descontrola todo. Pero a mí, el huevo en la cena, en ese momento, me ayudó bastante. Fue como un pequeño truco, ¡mi truco para dormir mejor! Después cambié de trabajo y ya no tuve tantos problemas. Ahora duermo casi siempre bien. El huevo en la noche fue parte de una solución que necesitaba en ese momento. Fue curioso.
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