¿Qué significa tomar agua con sal y limón?
Agua con sal y limón: ¡Hidratación, digestión y más! Repone electrolitos, desintoxica con sus antioxidantes (limón), mejora la digestión y apoya el sistema inmune gracias a la vitamina C. Un remedio natural con múltiples beneficios.
¿Beneficios de tomar agua con sal y limón?
¡Uy, qué lío! A ver, agua con sal y limón… Recuerdo que una vez, el 15 de julio del año pasado en la playa de Zahara de los Atunes, me dio una sed horrorosa después de una caminata bajo el sol. Una señora mayor, la que vendía esas pulseras de conchas, me recomendó eso.
Me dijo que rehidrataba un montón. Y la verdad es que me sentí mejor enseguida, ¡menos mal! Aunque a lo mejor es psicológico, ¿no? El efecto placebo es una cosa poderosa.
Sobre la desintoxicación… buf, eso ya me suena más a cuento de hadas, la verdad. Nunca he visto pruebas científicas de verdad.
En cuanto a la digestión, pues… igual. A mí no me parece que me ayude mucho, pero mi vecina, Manuela, que es una experta en remedios caseros, jura que sí. Ella dice que le va genial para el estreñimiento.
Y lo del sistema inmunológico… bueno, vitamina C hay en un montón de sitios. Un zumo de naranja es igual de bueno o mejor, ¿no? No creo que sea necesario el salitre, aunque sí que sabía bien el agua. Costo cero, eso sí.
¿Qué pasa cuando toman agua con sal?
¡Ay, Dios mío, qué mal lo pasé! Recuerdo perfectamente ese día en la playa de Sitges, en julio de 2024. Hacía un calor infernal, de esos que te dejan la piel pegada a la camiseta. Estaba jugando al voley playa con mis amigos, sudando a mares. Se me ocurrió la brillante idea, una estupidez monumental, de beber agua del mar. ¡Qué asco! Era salada, claro, pero creí que me refrescaría. ¡Craso error!
Sentí inmediatamente la boca como si la hubieran llenado de arena gruesa. El sabor, horrible. Un sabor a sal concentrada, a marisco podrido, ¡qué asco! Pero lo peor vino después. Empezó una sed insoportable, más intensa que la que tenía antes. Me ardía la garganta, la boca seca como el desierto.
La sed empeoró mucho más de lo que estaba antes de tomar ese agua salada, un error enorme que nunca más repetiré. Empecé a sentirme mal, con náuseas. Me dolía la cabeza, un dolor punzante, como si me la fueran a partir en dos.
Me hincharon las piernas, creo que eso es lo que pasó. Estaban completamente hinchadas. ¡Increíble! Además, parecía que había engordado diez kilos, como si se me hubieran pegado los kilos del mar al cuerpo. Tuve que parar de jugar y sentarme a descansar bajo la sombrilla. Me sentía fatal.
Esa noche tuve que ir a urgencias. El doctor me dijo que era por la sal. El agua salada deshidrata, una barbaridad. ¡Qué tonta fui!
- Siento que aprendí la lección a las malas.
- La playa de Sitges, un lugar que ya no me trae tan buenos recuerdos.
- Nunca más probaré el agua salada.
- Recuerdo ese sabor terrible, ese dolor de cabeza, esa hinchazón… Ufff.
- Tuve que tomar muchos litros de agua dulce para recuperar el líquido perdido.