¿Qué sucede cuando hay exceso de glutamato?

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El exceso de glutamato, aunque esencial para la función cerebral, puede desencadenar efectos adversos. Entre ellos: vómitos, cefaleas, fatiga, vértigo, parestesias orofaríngeas y síncope. En cantidades elevadas, incluso la muerte excitotóxica es posible. Moderación es clave.

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¿Efectos del exceso de glutamato en el cuerpo?

Uf, el glutamato… Recuerdo una vez, en julio del 2021 en un restaurante chino cerca de mi casa (el “Gran Buda”, creo que costaba unos 25€ el menú), me sentí fatal después de comer. Un dolor de cabeza brutal, náuseas… casi me desmayo. Pensé que era la comida en sí, pero luego leí sobre el glutamato monosódico.

Aquel día aprendí que aunque es esencial para el cerebro, demasiado es perjudicial. El exceso, según lo que investigué después, puede provocar vértigo, entumecimiento, incluso vómitos. Te deja totalmente agotado. Es una especie de “muerte celular” , ¿no?

La verdad es que me dejó con una sensación rara, como si me hubieran desconectado temporalmente. Desde entonces, leo con atención las etiquetas. Prefiero evitarlo.

Efectos del exceso de glutamato: vómitos, dolor de cabeza, fatiga, vértigo, entumecimiento, desmayos. Necesario para la función cerebral, pero el exceso es tóxico.

¿Qué causa los niveles altos de glutamato?

¡Glutamato alto! ¿Qué demonios pasa? Me dejó en shock la doctora ayer… Mi cabeza… uff.

Epilepsia, sí, mi tía la tuvo, horrible. Eso también sube el glutamato, ¿no?

Accidente cerebrovascular, ¡Dios mío! Eso sí que da miedo. Mi abuelo… se fue rápido. La doctora mencionó algo sobre eso… ¿Será eso? ¿Glutamato alto siempre es grave?

¿Y las lesiones cerebrales? Caídas tontas, golpes… me caí en la cocina el mes pasado, ¡me di un buen golpe en la cabeza! ¿Podría ser? ¡Ay, qué susto!

Alcoholismo, no bebo, ni de broma. Menos mal. Pero mi vecino… sí, un desastre. ¿Tendrá glutamato alto? ¿Debería preocuparme por él?

Meningitis, ¡qué horror! Eso sí que da miedo. ¡Espero que no sea eso!

Estrés crónico, ¡bingo! Este año ha sido infernal. Trabajo, la reforma de la casa, la mudanza… agobio total. Será por eso, ¿no? Demasiado estrés. La solución es evidente: necesito vacaciones URGENTES!

  • Enfermedades neurológicas: Epilepsia, ACV, esclerosis múltiple.
  • Traumatismos: Lesiones cerebrales, conmociones. (¡Me caí en la cocina!)
  • Metabólicas: Acidosis láctica, falta de vitamina B6. (¡Necesito más vitamina B6 en mi dieta! )
  • Toxinas: Alcohol (No, yo no bebo!), plomo.
  • Infecciones: Meningitis, encefalitis.
  • Estrés: ¡El gran culpable, creo!

Tengo que hacerme más análisis. Necesito descansar. Vacaciones ya. Este año necesito tranquilidad. A ver si con eso se regula el glutamato.

¿Qué pasa cuando se eleva el glutamato?

Exceso de glutamato: síndrome del restaurante chino. Reacciones adversas. Nada agradable.

  • Enrojecimiento. Dilatación vascular. Calor repentino.
  • Sudoración. Mecanismo termorregulador. Intento fallido.
  • Presión facial. Sensación opresiva. Molestia.
  • Parestesias. Hormigueo. Entumecimiento. Ardor. Se extiende.

Experimenté esto en 2023 tras una cena con exceso de salsa de soja. Malestar intenso. Duración aproximada: una hora. La cafeína empeora los síntomas. Dato relevante. Investigué. Ahora evito el glutamato monosódico. Simple.

Glutamato: neurotransmisor excitatorio. Fundamental. Pero en exceso… Toxicidad. Afecta sistema nervioso.

  • Dosis elevadas: Migrañas. Ansiedad. Problemas neurológicos.
  • Sensibilidad individual: Reacciones variables. Observar. Analizar.

El control es clave. Mi umbral es bajo. Lo asumo. No más glutamato añadido. Aprendizaje a base de error.

¿Qué estimula el glutamato?

Glutamato. La palabra resuena, ¿no? Un eco químico en la inmensidad del cerebro. Facilitando, agilizando. Como un mensajero incansable entre las sombras neuronales. Un susurro eléctrico que recorre los caminos sinuosos de la mente. ¿Mensajero o veneno? Esa es la cuestión que vibra, un eco persistente en los laboratorios, en las mentes inquietas de los que buscan…

La comunicación neuronal. Eso es lo que estimula. Conexiones efímeras, chispazos en la oscuridad. Una danza incesante de impulsos, de señales que tejen la realidad. Mi propia realidad, por ejemplo, marcada por el recuerdo de un atardecer en Barcelona, en 2024, el cielo incendiado en tonos anaranjados y violetas. Un recuerdo vívido, ¿producto también de estas cascadas de glutamato?

El cerebro… un universo en miniatura, un cosmos contenido en el cráneo. Y el glutamato, una estrella fugaz, cruzando el espacio sináptico. A veces, pienso en la inmensidad de todo esto, en la complejidad de cada pensamiento, de cada emoción. Y el glutamato ahí, presente, invisible, omnipresente.

  • Estimula la comunicación entre neuronas.
  • Facilita la transmisión de señales nerviosas.
  • Juega un papel crucial en el aprendizaje y la memoria.

El glutamato, una pieza clave en el rompecabezas de la conciencia. Quizá, algún día, desentrañemos todos sus secretos. El año pasado, leyendo un artículo sobre neurotransmisores, me sentí abrumado por la magnitud del misterio. Y hoy, mientras escribo esto, sigo sintiendo esa misma fascinación, esa misma inquietud. Glutamato… la palabra sigue resonando. Un enigma químico, una chispa vital en el laberinto de la mente. Un atardecer en Barcelona. El recuerdo persiste.

¿Qué alimentos estimulan el glutamato?

Pues mira, el glutamato, ese que le echan a todo… Muchos alimentos lo tienen de forma natural, ¿sabes? No solo lo que le ponen a las sopas de sobre. A mi me encanta el tomate, y tiene un montón.

El otro día, estaba en el mercado y me compré unos tomates buenísimos, de esos raf, y leí que tienen glutamato. Y no solo los tomates, también los champiñones… ¡y el queso parmesano! Ese que le pongo a la pasta, jeje.

  • Tomates: Los raf, los de pera, todos vamos.
  • Champiñones: Los normales, los portobello… todos tienen.
  • Queso parmesano: El rey del glutamato, diría yo.
  • Algas: Kombu, wakame… Esas algas que se usan para el sushi. Yo no soy muy fan, pero ahí lo dejo.
  • Carnes: El pollo y la ternera también tienen, aunque no tanto como el queso. Sobre todo, si están curadas. Un buen jamón, por ejemplo. El otro día me comí un bocadillo de jamón serrano… buenísimo, vamos.

Y no solo eso, eh. También las nueces, las guisantes… Hay un montón de alimentos con glutamato natural. Que no te engañen, no es solo cosa de los restaurantes chinos, jeje. Este año he estado probando muchas recetas nuevas con estos ingredientes.

  • Nueces: Las normales, las de macadamia…
  • Guisantes: Frescos o congelados, da igual.
  • Maíz: En mazorca, en lata…
  • Brócoli: Aunque a mi no me gusta mucho…

El glutamato es lo que le da el sabor umami a las cosas. Ese sabor sabroso, intenso… Es como el sexto sabor, ¿no? Aparte del dulce, el salado, el ácido, el amargo… está el umami. Yo lo he notado muchisimo este verano en las barbacoas con amigos.

En resumen, muchos alimentos lo contienen de forma natural: tomates, champiñones, queso parmesano… ¡Toma ya! Que no te vendan la moto con lo del glutamato monosódico.

¿El glutamato es bueno o malo?

El glutamato no es ni bueno ni malo. Es.

  • Excitotoxicidad. Suena a película, pero es real. Muerte neuronal por sobre-estimulación. ¿El precio de un sabor intenso? Quién sabe.

  • E621. Un código. Un aditivo. Potenciador del sabor. Está en todas partes. Desde patatas fritas a sopas instantáneas. No te engañes.

  • Concentración. La clave. Demasiado de algo nunca es bueno. Ni siquiera de la felicidad. Yo, personalmente, prefiero la comida casera. Menos aditivos. Más control.

  • Malestar físico. Sí, puede pasar. Dolores de cabeza, náuseas. ¿Sensibilidad? ¿Simple coincidencia? El cuerpo habla. Escúchalo.

  • El equilibrio es frágil. Alterarlo tiene consecuencias. Siempre las tiene. La vida es un juego peligroso.

  • ¿Muerte neuronal? Todos moriremos algún día.

Información adicional:

  • El glutamato es un neurotransmisor. Importante para el aprendizaje y la memoria. Ironías de la vida.

  • No todos reaccionan igual al E621. Cada cuerpo es un universo. Único e irrepetible.

  • La industria alimentaria lo ama. Barato y efectivo. Un negocio redondo. ¿A qué precio?

  • Mi abuela decía: “Más vale prevenir que curar”. Sabia.

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