¿Por qué no es bueno consumir glutamato monosódico?

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El glutamato monosódico (E621) sobreestimula las neuronas, causando su agotamiento y muerte. Niveles elevados también provocan malestares físicos, dañando el sistema nervioso. Su consumo excesivo no es recomendable.
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Los peligros del glutamato monosódico: por qué evitar este aditivo alimentario

El glutamato monosódico (GMS), también conocido como E621, es un potenciador del sabor comúnmente utilizado en alimentos procesados, salsas y condimentos. Si bien puede mejorar el sabor, existen crecientes preocupaciones sobre sus efectos nocivos para la salud.

Sobreestimulación y daño neuronal

El GMS actúa como neurotransmisor, estimulando las neuronas en el cerebro. Sin embargo, el consumo excesivo puede sobreestimular estas neuronas, lo que lleva a su agotamiento y, finalmente, a la muerte. Este daño neuronal puede tener consecuencias graves para el sistema nervioso, incluida la pérdida de memoria y la función cognitiva alterada.

Malestar físico y daño al sistema nervioso

Además del daño neuronal, los niveles elevados de GMS también pueden causar efectos físicos adversos. Estos pueden incluir:

  • Dolor de cabeza
  • Náuseas
  • Debilidad
  • Entumecimiento u hormigueo
  • Daño al sistema nervioso central

Consumo excesivo no recomendado

Si bien el GMS puede estar presente en pequeñas cantidades en alimentos naturales, su consumo excesivo a través de alimentos procesados y aditivos alimentarios es una preocupación importante. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. considera que el GMS es generalmente reconocido como seguro (GRAS), pero recomienda que su consumo se limite a 9 gramos por día.

Productos que contienen GMS

El GMS se encuentra en una amplia gama de alimentos procesados, que incluyen:

  • Salsas y aderezos
  • Sopa y caldo
  • Aperitivos salados
  • Alimentos congelados
  • Comida rápida

Conclusión

Aunque el GMS puede mejorar el sabor, su consumo excesivo puede tener graves consecuencias para la salud. Puede sobreestimular y dañar las neuronas, así como causar malestar físico y daños al sistema nervioso. Por lo tanto, es esencial limitar la ingesta de alimentos que contienen GMS y buscar alternativas más saludables para mejorar el sabor.