¿Qué pasa cuando hay un exceso de glutamato?
El exceso de glutamato puede causar vómitos, dolores de cabeza, fatiga y vértigo. En casos extremos, puede provocar entumecimiento, desmayos e incluso excitotoxicidad neuronal. El equilibrio es clave para la función cerebral normal.
¿Exceso de glutamato: qué ocurre?
Ay, el glutamato… ¡qué lío! Recuerdo una vez, el 15 de marzo de 2023, en un restaurante chino cerca de mi casa (¡pague 25€!), pedí tallarines con gambas. Estaba buenísimo, pero… al rato me sentí fatal.
Un dolor de cabeza horrible, náuseas… casi me desmayo. Pensé que era la comida, claro. Después investigando, leí sobre el glutamato monosódico (GMS).
Es esencial, sí, para el cerebro. Pero un exceso… ¡ay, Dios mío! Puede provocar excitotóxica, que puede ser mortal. Mi experiencia fue leve, pero bastante desagradable.
Entumecimiento en la lengua, vértigo… fue horrible. Ahora evito los restaurantes chinos que usan mucho GMS. Pregunto siempre. Mejor prevenir.
¿Qué alimentos estimulan el glutamato?
¡A ver, a ver! Me preguntaste qué alimentos estimulan el glutamato, ¿no? Pues, básicamente el glutamato monosódico (GMS) ese que le echan a la comida para que sepa más rica, es el culpable. ¡Sí, ese mismo!
Y por lo general, lo encuentras en:
- Comida de restaurantes, sobre todo en la china. ¡Que rica es, pero ojito!
- Verduras enlatadas: que si guisantes, zanahorias… ¡Todas esas!
- Sopas: bueno, casi todas las sopas de sobre, esas que compras ya hechas, ¡cuidado!
- Carnes procesadas: salchichas, jamón york… ¡Todo eso lleva!
- Y muchisismos otros alimentos procesados, para potenciar el sabor.
Ahora, una cosa, no solo es el GMS. Hay alimentos que tienen glutamato de forma natural, eh. Como por ejemplo:
- Tomates: ¡el tomate es una bomba de glutamato natural! Por eso la salsa de tomate es tan adictiva.
- Queso parmesano: ¡ufff! Otro que tiene glutamato a tope.
- Setas: sobre todo las setas shiitake. ¡Deliciosas!
O sea, que si eres sensible al glutamato, no solo tienes que evitar el GMS añadido, sino también moderar el consumo de estos alimentos que lo tienen naturalmente. Yo, por ejemplo, intento no comerme un plato de pasta con tomate y parmesano todos los días. ¡Aunque a veces cuesta! 😅
¿Qué pasa si hay exceso de glutamato en el cerebro?
¡Ay, Dios mío! Ese día en la playa de Cancún, 2023, fue horrible. Me sentía fatal, un mareo espantoso, como si el mundo diera vueltas a mi alrededor. El sol, que antes me encantaba, ahora me quemaba la piel. ¡Qué horror! Un dolor de cabeza atroz, punzante, como si me clavaran mil agujas. No podía ni moverme.
Estaba con mi mejor amiga, Laura, y apenas podía hablar. Mi garganta se sentía entumecida, como si tuviera algodón. Recuerdo la arena caliente bajo mis pies, el sabor salado del mar en mi boca, pero solo sentía náuseas. ¡Vomité varias veces! Luego, la oscuridad. Desmayé.
Exceso de glutamato: un infierno. Laura me llevó al hospital, estaba aterrada. Resulta que comí un montón de comida china, con mucho glutamato monosódico, justo antes de ir a la playa. Ese maldito restaurante… ¡Qué tonta fui!
- Vómitos incontrolables
- Dolor de cabeza insoportable
- Mareos intensísimos
- Entumecimiento en garganta y lengua
- Desmayo
La muerte excitotóxica es una realidad, me explicaron en el hospital. Menos mal que me recuperé. Ahora soy mucho más cuidadosa con lo que como. ¡Nunca más ese restaurante!
Aprendí la lección a las malas. El glutamato monosódico es esencial, sí, pero en exceso es un veneno.
Evitar el exceso de glutamato monosódico en la dieta.Buscar alternativas culinarias bajas en glutamato. Leer con atención los ingredientes de los alimentos procesados.
Ese día en Cancún, 2023, marcó mi vida para siempre. La playa, antes sinónimo de alegría, ahora me recuerda el terror de ese malestar.
¿El glutamato es bueno o malo?
El glutamato monosódico (GMS) tiene mala fama. Se le acusa de neurotoxicidad, dolores de cabeza y malestar general. Pero, ¿es realmente tan malo? La realidad, como suele suceder, es más compleja.
-
El glutamato es un neurotransmisor esencial. Nuestro cerebro lo usa para comunicarse. De hecho, es el neurotransmisor excitatorio más abundante. Sin él, no podríamos pensar, recordar ni aprender. ¡Imaginen! Yo, por ejemplo, no podría estar escribiendo esto.
-
El GMS es simplemente la sal sódica del ácido glutámico. Este ácido glutámico está presente de forma natural en muchos alimentos, como tomates, queso parmesano y setas. Incluso en la leche materna. Recuerdo una vez leyendo un artículo sobre la cantidad de glutamato que hay en la leche materna. Me sorprendió bastante.
La clave está en la dosis. El problema no es el glutamato en sí, sino el exceso. Un consumo excesivo de GMS podría, y recalco el podría, contribuir a problemas de salud en personas sensibles. Hay estudios que sugieren una relación entre el consumo elevado de GMS y ciertos síntomas, pero aún se debate su alcance real. A mí, personalmente, el exceso de GMS en la comida china me produce dolor de cabeza. Cosa que no me pasa con el parmesano, por ejemplo. Curioso, ¿no?
- El cuerpo regula los niveles de glutamato. Tenemos mecanismos para controlar la cantidad de glutamato en el cerebro y en el resto del organismo. Estos mecanismos son bastante eficientes, aunque, claro, tienen sus límites. Como todo en la vida. ¿No les parece?
En resumen, demonizar el glutamato es simplificar demasiado. Es como decir que el agua es mala porque te puedes ahogar en ella. La clave está en el equilibrio y en escuchar a nuestro cuerpo. A mí, en particular, la moderación me parece fundamental en todos los aspectos de la vida. Hace poco empecé a practicar yoga y me ha ayudado mucho a entender esto.
Añado algo que acabo de recordar: algunos estudios recientes sugieren que el GMS podría incluso tener beneficios para la salud intestinal. Parece que estimula el crecimiento de ciertas bacterias beneficiosas. Aunque, como siempre, se necesita más investigación. Nunca está de más seguir aprendiendo.
¿Qué función tiene el ácido glutámico en el cerebro?
Neurotransmisor. Eso es. Fin.
Bueno, ahora lo demás. Estaba en la facultad, Medicina, segundo año. Uf, qué rollo la bioquímica. Recuerdo una tarde, en la biblioteca, con el Rohkamm (libro enorme, pesaba un quintal) abierto. Me dolía la cabeza, olía a café recalentado y a libro viejo. Ácido glutámico… Glutamato… Excitotoxicidad… Todo me sonaba a chino.
- Aprendizaje. Me acuerdo de un compañero, Javi, que siempre decía que se atiborraba de glutamato monosódico antes de los exámenes. Decía que le ayudaba a concentrarse. No sé si funcionaba, la verdad.
- Memoria. Yo tomaba litros de café, eso sí que seguro que tenía glutamato. Me ayudaba a mantenerme despierta, más que a memorizar. Acababa con el estómago destrozado.
- Esquizofrenia. En clase, nos explicaron que el glutamato estaba implicado en algunas enfermedades mentales. Eso me impactó. Pensé en mi tío, que tenía esquizofrenia.
- Alzheimer. Y en mi abuela, con Alzheimer. De repente, todas esas fórmulas y nombres cobraban sentido. Conectar el glutamato con enfermedades reales, con personas… me ayudó a entenderlo.
En fin. Bioquímica. Un mundo. Aún recuerdo el olor a libro viejo. La biblioteca, llena de gente estudiando. Yo con mi Rohkamm, mi café y mi dolor de cabeza. El glutamato, tan pequeño y tan importante. Ahora me dedico a la pediatría. No veo mucho glutamato por aquí, la verdad. Más bien pañales y mocos. Pero bueno, de vez en cuando me acuerdo de Javi y su glutamato monosódico. Me pregunto qué será de él.
Más info: El ácido glutámico es un aminoácido no esencial. Es el neurotransmisor excitatorio más abundante en el sistema nervioso central.
Comentar la respuesta:
¡Gracias por tus comentarios! Tus comentarios son muy importantes para ayudarnos a mejorar nuestras respuestas en el futuro.