¿Cuál es la fase de la Luna más rara?

¿Cuál es la Luna más rara?

Jápeto, la luna de Saturno, es la más rara.

No sé si es la más rara, pero te cuento, Jápeto me voló la cabeza la primera vez que la vi. Estaba en el Planetario de Madrid, con mi hijo pequeño, que flipaba con los anillos de Saturno. Era verano, julio, y la cúpula proyectaba unas imágenes brutales de las lunas.

• Lo que me impactó fue la diferencia entre los dos hemisferios. ¡Uno blanco brillante y el otro negro carbón! Parecía una pelota de yin y yang espacial.

• Y la cresta esa… ¡Una muralla alrededor del ecuador! ¿Cómo demonios se formó eso?

Me quedé pensando días en Jápeto. Me puse a leer sobre ella. Resulta que esa cresta podría ser material que cayó sobre la luna desde los anillos de Saturno. O, aún más loco, que sean restos de un antiguo anillo de la propia luna. ¡Imagínate!

Fue como un flechazo cósmico. Empecé a coleccionar fotos de Jápeto, artículos, ¡lo que fuera! Mi mujer me decía que estaba obsesionado, pero es que ¡esa luna es una pasada!

Ahora, cada vez que miro la Luna desde la ventana de mi casa en el campo, pienso en Jápeto. Es como tener un universo paralelo ahí arriba. ¿Loco, no?

¿Cuáles son las fases de la luna más importantes?

Luna Nueva, Cuarto Creciente, Luna Llena y Cuarto Menguante. Estas son las fases lunares principales. Fin. Curioso, ¿no? Reducir la danza cósmica a cuatro nombres.

• Luna Nueva: Invisible. Oculta. Un misterio. Como el potencial latente, esperando a manifestarse. De hecho, empiezo mis proyectos en Luna Nueva. Me resulta inspirador. Este año, planté tomates cherry en Luna Nueva. Veremos qué tal la cosecha.

• Cuarto Creciente: La mitad iluminada. Crecimiento. Ascenso. Como la savia que sube por el tronco de un árbol. ¿No te hace pensar en la perseverancia? Mi abuela siempre decía que la constancia es la clave. Tenía un huerto impresionante, por cierto.

• Luna Llena: Totalidad. Plenitud. Un círculo perfecto en el cielo. Como una idea que finalmente cobra forma. Un punto culminante. Siempre me ha fascinado la Luna Llena. La semana pasada, vi una enorme y rojiza. Espectacular.

• Cuarto Menguante: De nuevo, la mitad iluminada, pero esta vez… decreciendo. Liberación. Un tiempo para soltar lo que ya no sirve. Reflexiono mucho durante esta fase. El otro día, tiré un montón de ropa vieja. Liberador.

El ciclo sinódico, esa danza entre la Tierra, la Luna y el Sol, dura aproximadamente 29.5 días. Y se repite, una y otra vez. Como la vida misma. Nacer, crecer, culminar, menguar… Un bucle infinito. ¿Tendrá algún significado más profundo? Quizás. Este mes, la Luna Nueva coincidió con mi cumpleaños. Casualidad. O tal vez no. ¿Quién sabe?

Ah, por cierto. A veces se mencionan fases intermedias, como Luna Gibosa Creciente y Luna Gibosa Menguante. Más matices en la escala de grises. Pero, en esencia, todo se reduce a esos cuatro momentos clave. Cuatro actos en la gran obra cósmica.

¿Por qué la luna azul es tan rara?

¡Anda ya! ¿Luna azul rara? ¡Qué va! Es como encontrar un unicornio en tu grupo de WhatsApp, ¡solo que menos complicado! Sucede cada dos años y medio, ¡más o menos! Es decir, ¡casi tan frecuente como mi suegra!

La clave está en las lunas llenas. Se necesitan dos en un mismo mes, ¡toma ya! Un verdadero festín lunar, si eres de los que miran al cielo, claro. Si eres más de Netflix… pues bueno, ¡sigue con tu maratón!

El calendario lunar es el culpable, ese cacharro impreciso. A veces se adelanta, otras se retrasa… ¡como mi perro con la comida! El caso es que las fases lunares no coinciden con nuestros meses de 30 o 31 días, por eso se dan estas lunas azules.

¿Más datos de lo más curiosos? ¡Aquí tienes!

• En 2024, ¡nos toca disfrutar de una! ¡La vi yo misma desde mi terraza con mis prismáticos de 8×42!
• Si la Luna fuera un queso, estaríamos todos locos por probar un trozo de la luna azul, ¡lo juro!
• No son azules, claro, ¡que alguien me explique esta tontería! Es sólo un nombre, como llamar “perro” a un caniche miniatura. ¡Falsa publicidad de la naturaleza!

¡Ay, si hasta me he comido una pizza mientras escribía esto! ¡Qué pereza volver al trabajo!

¿Cuándo pasa la superluna?

La siguiente superluna: 15 de noviembre de 2024.

• Después, hasta octubre de 2025. Un año y pico, vaya.

• Es solo una luna más grande. Un espectáculo sobrevalorado. Como todo.

• La percepción es relativa. ¿Es realmente “super”?

• Quizás solo necesitemos un buen telescopio. O unas gafas.

• El tiempo es lineal, pero la memoria es circular. Lo olvidaremos pronto.

• ¿Qué significa “super” para ti? Yo, qué sé yo.

¿Qué tipos de luna existen?

¡Qué rollo la pregunta esa de los tipos de lunas! Me acordé de ese viaje a Tenerife en julio. Estaba con mi primo Raúl, haciendo el bobo con el telescopio de su padre, un trasto enorme. La luna llena esa noche era impresionante, ¡parecía una bola de nieve gigante colgada en el cielo! Y me puse a pensar en lo que leí en un libro de astronomía, hace unos años… ¡hace dos años!

Estaba allí, con la brisa del Atlántico en la cara, el olor a sal, y Raúl quejándose porque las moscas le picaban las orejas… ¡qué recuerdos! La cosa es que…

• Lunas de acreción: ¡como la nuestra! ¡Guau!
• Lunas capturadas: Asteroides, etc., ¡atrapados por la gravedad! ¡Brutal!
• Lunas coorbitales: ¡comparten órbita! Eso es alucinante.
• Lunas pastoras: ¡mantenienen anillos! ¡Increíble!
• Lunas de colisiones: ¡restos de choques! ¡Guau, qué fuerte!

Y luego pensé en las lunas de Júpiter, ¡menuda locura! Son un montón… ¡Muchísimas! Eso sí que era una pasada. ¡Me quedé flipando! Estaba allí, en Tenerife, con el telescopio, y la luna… ¡Qué pasada! Esa luna de julio… increíble. Casi me olvidaba de Raúl y sus moscas. Ese viaje fue genial.

Tipos de lunas: acreción, capturadas, coorbitales, pastoras, de colisiones. Eso es todo lo que recuerdo ahora mismo. ¡Qué pereza! Tengo que hacer la compra. Y el piso está hecho un desastre…

¿Qué diferencia hay entre luna nueva y luna llena?

¡A ver, a ver, que esto de las lunas es más fácil que pelar una mandarina! Pero vamos a darle un toque, que esto no puede ser aburrido.

Luna Nueva: Es la ninja de la noche. ¡Invisible total! Como cuando intentas encontrar las llaves del coche en el bolso de mi abuela. No hay manera. Está ahí, pero no la ves ni con un telescopio del futuro. ¡Anda que no es escurridiza!

Cuarto Creciente: ¡La impaciente! Empieza tímidamente, como yo cuando me toca hablar en público, pero va ganando confianza día a día. Imagínate un plátano al que le van dando mordisquitos cada noche.

Luna Llena: ¡La estrella de rock! ¡Alumbra que da gusto! Es como si la luna decidiera ponerse un traje de lentejuelas y cantar a todo pulmón. ¡Todo el mundo la mira! Vamos, que es la Beyoncé del cielo.

Cuarto Menguante: La que va de retirada. Empieza a apagarse poco a poco. Es como cuando te comes una tarta y solo queda el último trozo: sabes que el final está cerca.

¿Quieres más info? Pues toma:

• Las fases lunares son un ciclo, como la vida misma. ¡Naces, creces, te reproduces y mueres… o en este caso, te iluminas, brillas, te apagas y vuelves a empezar!
• La luna no tiene luz propia. Es como ese amigo que siempre se aprovecha de tu wifi: la luna refleja la luz del sol. ¡Qué listilla!
• La luna influye en las mareas. ¿Te imaginas tener que dar explicaciones a la luna si las mareas subieran demasiado? ¡Menudo marrón!

¿Qué pasa después de la luna nueva?

¡A ver, a ver, que la Luna no se va de copas después de la fiesta!

• Después de la Luna Nueva, ¡tachán! Sale una uña de Luna, como cuando te cortas las uñas a oscuras y te dejas un trocito. Un mini-creciente, vaya.

• Y ese trocito de Luna, oigan, ¡empieza a inflarse como un globo! Cada noche se pone más gordita, como yo después de las navidades.

• Hasta que un día, ¡pum! Medio pastel lunar está iluminado. A eso le llaman el Primer Cuarto. Suena a peli del espacio, ¿no?

Información extra (porque una nunca sabe):

• ¡Cuidado con los hombres lobo! Dicen que la Luna Llena es su momento, pero yo creo que con tanto cambio lunar están más desorientados que yo en un Ikea.

• La Luna y las mareas: ¡Ahí sí que hay drama! Dicen que la Luna las controla, pero yo creo que es una excusa para no achacar las inundaciones a otras cosas… no sé, ¡igual es mi lado conspiranoico!

• Yo y la Luna: Confieso que una vez intenté hablarle a la Luna. Me sentía sola y pensaba que, como está ahí arriba viéndolo todo, ¡igual me echaba una mano! No funcionó, pero me sentí mejor, qué le vamos a hacer.