¿Cómo se llaman los lentes para la natación?

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Las gafas de natación, a veces llamadas gafas suecas, suelen fabricarse con policarbonato. Este material conforma dos lentes unidas por una banda elástica que se ajusta a la nariz y la cabeza, asegurando un sellado hermético para la visión subacuática.
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Más que un accesorio: La ciencia detrás de tus gafas de natación

La experiencia de nadar, ya sea en una piscina olímpica o en el mar abierto, se transforma radicalmente con un simple accesorio: las gafas de natación. Más allá de su aparente sencillez, estas pequeñas maravillas de la ingeniería representan una solución sofisticada para la visión subacuática, ofreciendo una experiencia cómoda y segura para el nadador.

Aunque popularmente se les conoce simplemente como gafas de natación, a veces se les atribuye el nombre de gafas suecas, un término que, aunque menos utilizado en la actualidad, refleja la larga historia de este elemento esencial en la natación. Su diseño, aparentemente simple, ha evolucionado a lo largo de los años, perfeccionando su capacidad para proporcionar una visión clara bajo el agua, minimizar la resistencia y asegurar un ajuste cómodo y hermético.

El material escogido para su fabricación es crucial. El policarbonato se ha consolidado como el material rey. Su resistencia al impacto, ligereza y transparencia lo convierten en el candidato ideal. Este plástico resistente protege los ojos de los impactos que puedan ocurrir en el agua, ya sean partículas suspendidas o incluso un choque accidental contra la pared de la piscina.

La estructura básica de las gafas de natación es igualmente ingeniosa. Dos lentes de policarbonato, cuidadosamente moldeadas para adaptarse a la anatomía del rostro, se unen mediante una montura flexible, generalmente construida con silicona suave e hipoalergénica. Esta montura incorpora una banda elástica, ajustable en la mayoría de los modelos, que se encarga de sujetar las gafas a la cabeza, ejerciendo la presión necesaria para crear un sellado hermético que impide la entrada de agua. Este sellado es fundamental para una visión nítida bajo el agua y para evitar la irritación ocular causada por el cloro o el agua salada.

La evolución de las gafas de natación ha ido más allá del simple policarbonato y la banda elástica. Hoy en día encontramos una gran variedad de modelos, que se adaptan a diferentes necesidades y preferencias. Desde gafas con diferentes curvaturas de lentes para mejorar la visión periférica, hasta diseños con tratamientos antiempañantes para una visibilidad óptima, la oferta actual permite a cada nadador encontrar la opción perfecta. En definitiva, las gafas de natación son mucho más que un accesorio; son una pieza clave de equipo que maximiza el disfrute y la seguridad en cada brazada.