¿Cómo definir a un niño?

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Un niño, según la Convención sobre los Derechos del Niño, es cualquier ser humano menor de 18 años, a menos que la legislación de su país establezca la mayoría de edad a una edad inferior. Esta definición universal busca proteger a los menores de edad.

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Definición de niño: Una perspectiva legal internacional

Un niño, según la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), es un ser humano menor de 18 años, a menos que la legislación nacional estipule una edad de mayoría menor. Esta definición universal tiene como objetivo salvaguardar los derechos y el bienestar de los menores.

La CDN fue adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1989 y es el tratado de derechos humanos más ratificado en la historia. Define a un niño como un individuo con derechos y libertades específicos, incluyendo el derecho a la vida, el desarrollo, la protección y la participación.

La definición de niño en la CDN es crucial para garantizar una protección adecuada de los derechos de los menores. Establece un límite de edad claro que identifica a los individuos que requieren protección especial bajo la ley. Esta definición universal evita variaciones en las definiciones legales de niño entre países, asegurando que todos los niños sean tratados de manera consistente y reciban la protección que necesitan.

Además, la definición de niño en la CDN refleja la importancia de reconocer el desarrollo físico, mental y emocional único de los menores. Considera que los niños son individuos en desarrollo que requieren un tratamiento diferente al de los adultos. Esta distinción es esencial para garantizar que los niños reciban el apoyo y la protección que necesitan para desarrollarse y alcanzar su máximo potencial.

En conclusión, la definición de niño en la CDN es una herramienta legal fundamental que protege los derechos y el bienestar de los menores. Establece un límite de edad universal, reconoce el desarrollo único de los niños y promueve un enfoque coherente para su protección. Al adherirse a esta definición, los países pueden garantizar que todos los niños reciban el cuidado y el apoyo que necesitan para prosperar y convertirse en miembros contribuyentes de la sociedad.