¿Dónde se acentúan las palabras agudas, llanas y esdrújulas?

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Las palabras agudas se acentúan si terminan en n, s o vocal. Las llanas, si su penúltima sílaba es tónica y no terminan en n, s o vocal. Las esdrújulas siempre llevan tilde, independientemente de su terminación, pues la sílaba tónica es la antepenúltima.

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El acento ortográfico: Una danza de sílabas en el español

El español, una lengua vibrante y musical, se rige por reglas precisas que dictan la correcta pronunciación y escritura de sus palabras. Una de estas reglas, fundamental para la comprensión y la fluidez del idioma, es la acentuación. Dominar el arte de colocar la tilde (el acento ortográfico) no solo demuestra un buen manejo del lenguaje, sino que también evita ambigüedades y confusiones. Para ello, debemos comprender la clasificación de las palabras según la posición de la sílaba tónica: agudas, llanas y esdrújulas. Imaginemos una danza de sílabas, donde la tónica lleva la melodía principal y la tilde, como un foco de luz, la resalta.

Agudas: El final con fuerza

Las palabras agudas, como su nombre indica, concentran la fuerza de la voz en la última sílaba. Visualicemos un bailarín que finaliza su coreografía con un paso firme y contundente. Estas palabras llevarán tilde únicamente si terminan en vocal (a, e, i, o, u), “n” o “s”. Palabras como cantó, compás o sofá ilustran esta regla. Sin embargo, virtud, pared o canal, al no cumplir con la terminación específica, no requieren tilde. Este matiz, aparentemente pequeño, marca la diferencia en la pronunciación y la escritura correcta.

Llanas: La serenidad de la penúltima sílaba

En las palabras llanas, la sílaba tónica descansa en la penúltima posición, como un bailarín que se detiene en un elegante equilibrio. Estas palabras requieren tilde cuando no terminan en vocal, “n” o “s”. Por ejemplo, árbol, lápiz o fácil llevan tilde precisamente por romper este patrón. En contraste, palabras como joven, casa o problema, al cumplir con las terminaciones mencionadas, se escriben sin tilde. Este detalle sutil, pero crucial, define la armonía de la pronunciación llana.

Esdrújulas: La antepenúltima en el escenario principal

Las palabras esdrújulas, con la sílaba tónica en la antepenúltima posición, son como un bailarín que inicia su movimiento con gran energía. Aquí la regla es simple y constante: siempre llevan tilde, sin importar la letra en la que terminen. Palabras como música, esdrújula, brújula o cálido ejemplifican esta regla inquebrantable. La tilde, en este caso, se convierte en un sello distintivo, una marca inconfundible que resalta la sílaba tónica.

Dominar estas reglas de acentuación es esencial para una correcta comunicación en español. No solo se trata de colocar una tilde, sino de comprender la música interna de las palabras, de sentir el ritmo de las sílabas y de apreciar la belleza de un idioma que se construye con precisión y armonía. A través de la práctica y la atención a estos detalles, podremos bailar con fluidez en el escenario del lenguaje.