¿Quién creó las 10 habilidades para la vida?

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La Organización Mundial de la Salud (OMS), en 1993, presentó un conjunto de habilidades para la vida, marco fundamental para la educación socioemocional en contextos educativos globales, influyendo en posteriores programas y estrategias.
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Las 10 Habilidades para la Vida y su Origen en la OMS

Las habilidades para la vida, un conjunto de competencias esenciales para el bienestar físico, mental y social, fueron desarrolladas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1993. Este innovador marco ha tenido una profunda influencia en la educación socioemocional en los contextos educativos mundiales.

Origen y Desarrollo

La creación de las habilidades para la vida surgió de la creciente preocupación de la OMS por la salud y el bienestar de los jóvenes y adolescentes. La organización reconoció la necesidad de equipar a los individuos con habilidades prácticas que les permitieran afrontar los retos de la vida moderna, incluyendo la toma de decisiones, la comunicación eficaz y la gestión del estrés.

Un grupo de expertos internacionales se reunió bajo los auspicios de la OMS para desarrollar un conjunto integral de habilidades que fueran aplicables a diversos contextos culturales y sociales. El resultado fue la publicación del documento “Las 10 habilidades para la vida: Una guía de la promoción de la salud para los jóvenes”, que presentaba las siguientes habilidades:

  1. Toma de decisiones
  2. Solución de problemas
  3. Pensamiento crítico
  4. Comunicación eficaz
  5. Habilidades interpersonales
  6. Manejo de las emociones
  7. Manejo del estrés
  8. Autoconciencia
  9. Empatía
  10. Relaciones saludables

Impacto y Legado

Desde su introducción, las habilidades para la vida se han convertido en un pilar de la educación socioemocional. Han influido en el desarrollo de programas y estrategias en escuelas, comunidades y organizaciones de todo el mundo.

Las habilidades para la vida empoderan a los individuos para tomar decisiones informadas, construir relaciones saludables, gestionar sus emociones y adaptarse a los desafíos de la vida. También fomentan el bienestar mental, la resiliencia y la ciudadanía responsable.

La creación de las habilidades para la vida por parte de la OMS sigue siendo un hito importante en el campo de la salud pública y la educación. Ha proporcionado un marco esencial para promover el bienestar integral de individuos y comunidades, creando un legado duradero que continúa dando forma a los enfoques de educación socioemocional en todo el mundo.