¿Qué es lo peor para la presión alta?

¿Qué no se debe comer cuando tienes la presión alta?

Medianoche. Otra vez. Despierto. Pensando. En la sal. En cómo me sabe la comida… sosa. Me obsesiona la presión alta. Esta maldita presión… me roba el placer de comer.

• Yemas de huevo… doradas, brillantes… Me encantaban fritas.
• Queso… Recuerdo el manchego curado que compraba mi abuela.
• Leche entera… en el café. Ahora solo desnatada. Insípida.
• Nata… ¿para qué hablar de la nata? Tarta de cumpleaños. Navidad. Recuerdos.
• Helado… los veranos de mi infancia. Chocolate. Vainilla.
• Mantequilla… sobre el pan tostado. Con mermelada. Con miel.

Grasas. Saturadas. Me persiguen.

La carne… solía hacerla a la plancha, jugosa… Ahora, al horno. Seca. Pollo, sobre todo. Pavo a veces. Ternera… hace meses que no la pruebo. Me gustaba poco hecha. Ahora ni la miro en la carnicería.

Este año he perdido 7 kilos. No por querer. Por miedo. Miedo a un infarto. Mi padre… él también tenía la presión alta. No llegó a los 60.

El médico me dijo: Cuidado con la sal, las grasas saturadas…. Y así llevo meses. Vigilando cada bocado. Sintiéndome culpable por cada gramo de más.

Respuesta: Evitar grasas saturadas: yemas de huevo, quesos duros, leche entera, nata, helado, mantequilla, carnes grasas.

¿Qué bebida baja la presión arterial?

Baja presión: líquidos clave.

• Tomate. Un vaso diario, dicen. Salud cardiovascular. Eso oigo.

• Remolacha. Algo similar. No es mi favorita. Prefiero el vino tinto. Ironías de la vida.

• Ciruela. Amarga. Efecto notable, según he leído. ¿Realmente?

• Granada. Antioxidantes. Supongo. Me da igual. Todo es efímero.

• Bayas. Variedad es la clave. O eso creo. A mí, dame un buen whisky.

• Leche descremada. Aburrido. Pero funcional. La funcionalidad, a veces, es una prisión.

• Té. Depende del tipo. Verde. Rojo. Negro. Un mar de posibilidades… que me aburren.

Café y alcohol. Complejo. Moderación. La clave está en el equilibrio. O en la indiferencia. Todo es relativo. Mi presión arterial? Normal. Siempre normal. Quizás sea un efecto secundario de mi apatía general. Lo comprobé este 2024.

¿Qué puede tomar de alcohol un hipertenso?

¡Presión alta, pufff! Esto me tiene loca. 2024 está siendo un año complicado con esto. ¿Alcohol? ¡Ni hablar! Bueno, al menos así lo dijo mi médico, el Dr. Álvarez. Mucho ojo, eh.

• Nada de copas diarias como hace mi primo Luis. Él se pasa, ¡qué desastre!

• Bebidas al día para mujeres, una… ¿una sola? ¡Qué poco! Para hombres, dos. Es que, ¿dos es suficiente? ¿O es demasiado? Me lio.

Para hipertensos: alcohol, ¡mínimo! Mejor agua, ¿no? O zumo. Ayer tomé un zumo de naranja que estaba… ¡buenísimo! Eso sí que es sano. Aunque también comí una porción de pastel de chocolate… pero bueno.

¡Qué pereza me da todo esto! Necesito un descanso. ¿Y si me tomo un té de hierbas? Eso sí que es relajante.

Alcohol y tensión alta: muy mala combinación. Punto. No lo olvides. Es que me preocupa este tema… ¿Tendré que dejar la cerveza definitivamente? ¡Ay Dios mío! Tengo que hablar de nuevo con mi doctor. A ver si me aclara bien lo de la moderación. ¿Qué es moderación, exactamente? Necesito cifras.

• Mujeres: 1 bebida al día (máximo)
• Hombres: 2 bebidas al día (máximo)

Pero, ¿qué pasa con los cócteles? ¿Cada cóctel es una bebida o son más? Necesito saberlo. Esto es más complicado de lo que parece. ¡Ay, qué lío!

¿Cuánto sube la presión con el alcohol?

Sube, baja… depende. Un vaso? Quizás poco. Una borrachera monumental? Quien sabe. El cuerpo, un misterio.

• Efectos variables: No es una ciencia exacta. Cada quien reacciona diferente. Mi primo, por ejemplo, se desmaya. Yo? Náuseas, a veces.

• Descenso posterior: Sí, cierto. Caída posterior, hasta doce horas. Pero antes… la subida inicial es lo relevante. ¿Importa el después? No siempre.

El alcohol: un veneno socialmente aceptable. Simplemente eso.

Presión alta inicial, luego baja. La vida, una paradoja. 2024, mismo cuento de siempre. Como la muerte, inevitable.

Detalles adicionales: Análisis de sangre de mi última resaca: triglicéridos por las nubes. Nota: me gusta el whisky escocés de malta. Preferiblemente, añejo.

Nota: Esta respuesta no debe ser interpretada como consejo médico. El consumo excesivo de alcohol es dañino para la salud. Consultar a un profesional de la salud para cualquier duda relacionada con el alcohol y la presión arterial.