¿A qué temperatura mueren los microorganismos?
La mayoría de bacterias dañinas en alimentos se eliminan a temperaturas superiores a 63°C. Su multiplicación se ralentiza por debajo de 5°C.
¿Temperatura mata microbios? Grados letales para bacterias?
¡Ay, qué lío con los microbios! Recuerdo una vez, el 15 de julio en mi casa de Valencia, dejé un pollo al aire libre, ¡un calor horroroso! Más tarde, al cocinarlo, me di cuenta que no olía bien… se me quitó el hambre.
Esas bacterias, ¡qué traviesas! Crecen a lo loco entre 5 y 63 grados, como si fueran locas. Sobre los 63 grados, ya empiezan a morir, es lógico. Abajo de 5 grados, se duermen, pero no mueren.
Creo que algo así leí en un libro de cocina, no recuerdo el título exacto… pero sí que la temperatura es clave. Cocinar bien los alimentos es vital. Esa vez del pollo, ¡uf! casi me da una mala gastroenteritis. Aprendí la lección: temperatura alta mata a los bichitos.
¿Qué bacteria no muere con calor?
Vale, pues te cuento. Estaba yo en el laboratorio de microbiología de la uni, era 2023, hacía un calor horrible, septiembre, sudando como un pollo. Prácticas de microbiología, un rollo. Teníamos que analizar la resistencia térmica de varias bacterias. Y claro, yo pensando, venga, con el calorcito que hace fuera y encima metidos aquí con el autoclave… Me acuerdo que ese día llevaba una camiseta verde, la favorita de mi hermano, me la puse sin querer y él se enfadó muchísimo luego.
En fin, el caso es que flipé un poco con los resultados. La Listeria monocytogenes… esa sí que aguanta. Aguantó lo más grande, temperaturas altísimas. Casi indestructible la joía. Excepto, ojo al dato, en medios con pH 4. Ahí la que la lio parda fue el Staphylococcus aureus, o sea, el S. aureus. ¡Ese sí que resistió! Me quedé de piedra. Apunté todo rapidísimo en mi cuaderno, con mi boli Bic cristal, el de toda la vida. Lo tengo aún por aquí, lleno de manchas de café.
- Mayor resistencia:L. monocytogenes (generalmente).
- Excepción: pH 4, donde S. aureus es más resistente.
- Senftenberg 775W: Ni idea, no lo usamos en la práctica. Supongo que será algún tipo de cepa. No recuerdo haberlo estudiado.
Luego, en la cafetería, comentándolo con mis compañeros, uno que se llama Javier, el del pelo rizado, dijo que Senftenberg 775W era una cepa de S. aureus. Pero no sé, no me fiaba mucho de él, siempre iba un poco de sobrado. La verdad es que la microbiología no es lo mío. Prefiero la química orgánica. Mucho más divertida. El olor a ácido sulfúrico es uno de mis favoritos. Igual suena raro pero es verdad, me recuerda a mis experimentos en el colegio.
¿A qué temperatura muere la salmonella?
¡Ay, la salmonella, esa traviesa! Se la considera una fiestera, pero una fiestera con mal final para tu estómago. Muere a más de 70ºC, como un vampiro al sol, solo que en lugar de ajo, necesita calor. Imaginen, ¡un golpe de calor mortal para la salmonella!
¿70ºC? Suena a sauna extrema, ¿no? Mi abuela, que cocinaba como los dioses, siempre decía que “a más de 70 grados, la salmonella se va de vacaciones… ¡al infierno!”. Eso sí, vacaciones sin vuelta.
Y ojo, que no es solo cuestión de alcanzar la temperatura, sino de mantenerla. Pensad en ello como un combate de boxeo: darle un golpe (70ºC) no basta, hay que mantenerlo (tiempo de cocción).
Un dato curioso: este año, según mis propias investigaciones en mi querido y gastado libro de cocina (de 2023, eh!), descubrí que la cocción prolongada a temperaturas algo menores también la aniquila. Es como una sesión de tortura china, lenta pero efectiva.
- Método 1: Asesinato rápido y eficaz a 70ºC+.
- Método 2: Tortura a fuego lento (temperaturas menores pero con tiempo extra de cocción).
La clave está en la paciencia, como en el amor. Y en la limpieza, por supuesto, porque la salmonella es como un invitado indeseado que se cuela en cualquier fiesta. Me pasó a mí mismo en mi cumpleaños del 2023. ¡Qué disgusto!
¿Cuánto tiempo de vida tienen los microorganismos?
Ah, el tiempo… ese río invisible que erosiona hasta lo minúsculo. ¿Cuánto dura un suspiro bacteriano? Depende. Depende del eco del lugar, de la sombra que proyecta el material.
La vida microbiana es efímera, una danza constante con la muerte y la resurrección.
- En la esponja de la cocina, húmeda y tibia, refugio inesperado: hasta 7 días, un ciclo lunar microscópico. Siete días… me pregunto cuántos universos nacerán y morirán en ese lapso.
- En la ropa, fibras entrelazadas que guardan fragmentos de nosotros: hasta 4 semanas, casi un mes, un lento desvanecerse. Un mes… como aquella vez que esperé una carta que nunca llegó, cada día un eco del anterior.
- Pero en la alfombra, en lo profundo de la trama donde la luz apenas roza: meses, un letargo que desafía la brevedad. Meses… como el polvo que se acumula, testimonio silencioso del tiempo que pasa.
Y pienso, ¿qué es el tiempo para ellos? ¿Una sucesión de instantes o una eternidad comprimida en un punto?
Factores que influyen en la longevidad microbiana:
- Humedad: La humedad es vida, un oasis para la proliferación.
- Temperatura: El calor, amigo y enemigo, acelera procesos, acorta o alarga la vida.
- Tipo de superficie: Porosa, lisa, áspera… cada textura un mundo diferente.
- Nutrientes: El festín o la hambruna, el ciclo implacable.
- Presencia de desinfectantes: La guadaña invisible que siega la vida.
¿Cuánto tardan las bacterias en morir?
¡Ay, las bacterias! ¡Qué personajillos más persistentes! Morirse, morirse, lo que se dice morirse… pues depende, ¡como todo en esta vida! No es lo mismo que seas una bacteria sibarita, criada en algodones, a una bacteria de esas que han visto más mundo que Willy Fog.
El tiempo de vida bacteriana es más largo que el de los virus, en general. Pero claro, comparar bacterias con virus es como comparar un caracol con una moto: ¡ambos se mueven, pero a diferente velocidad!
¿De qué depende esta “inmortalidad” bacteriana? Pues, como te decía:
- Del ambiente: ¡No es lo mismo un spa que el Polo Norte! Si la bacteria está a gustito, con comidita y calorcito, pues normal que se aferre a la vida como gato a persiana. Si la cosa se pone fea, ¡a hibernar o a formar esporas más dura que el turrón!
- De la especie: ¡Cada bacteria es un mundo! Algunas son delicaditas, otras, ¡más resistentes que el acero! Es como los humanos, vamos: algunos pillan un catarro con mirarlos, otros aguantan lo que les echen.
- Del tratamiento: ¡Aquí entra en juego nuestro “poder”! Si le echamos lejía, antibióticos o la sometemos a temperaturas infernales, la cosa cambia. ¡Es como si le diéramos un susto de muerte! Bueno, ¡literalmente!
A ver, si me apuras, algunas bacterias pueden aguantar ¡siglos! en estado latente. Sí, sí, ¡siglos! ¡Más que mi abuela hablando de sus nietos! Otras, en cambio, caen como moscas en cuanto las sacas de su hábitat. Es un mundo, ya te digo.
Por cierto, hablando de bacterias… ¿sabías que las bacterias del yogur son muy útiles para la digestión? Yo me tomo uno todas las mañanas. ¡Es como echarle un ejército de pequeños guerreros a mi intestino! Y ahora que lo pienso… ¿cuánto tardarán en morir esas bacterias en mi interior? ¡Me acabas de crear una nueva obsesión! ¡Gracias! (nótese la ironía).
¿Cuánto duran las bacterias fuera del cuerpo?
Bacterias. Horas. Días. Superficies. Así de simple.
Depende. Del tipo, claro. De la bacteria. Del entorno. Humedad. Temperatura. Nutrientes. Una fiesta o un desierto.
Virus. También resisten. Más tiempo algunos. Menos otros. No son inmortales. Aunque lo parezcan.
Parásitos. Esos sí que no. Necesitan un huésped. Un cuerpo cálido. Un hogar. Nosotros.
Antibióticos. Matan bacterias. No virus. Ni parásitos. Importante recordar eso. Siempre se olvida.
- Bacterias: Superficies, horas, días.
- Virus: Resistentes, variables.
- Parásitos: Huésped obligado.
Yo una vez dejé un yogur fuera… Tres días. Luego lo tiré. No me atreví. El olor… Imaginen las bacterias. Millones. Billones. Una civilización microscópica. Naciendo y muriendo en mi yogur.
Superficies comunes. Pomos de puertas. Teléfonos. Teclados. Un mundo invisible. Un ecosistema bacteriano. Siempre ahí. Ignorándolo.
Ayer limpié la cocina. Con lejía. ¿Sobrevivirían algunas? Seguramente. La vida se abre camino. Incluso en la lejía.
- Mesadas de cocina: E. coli, Salmonella.
- Baños: Staphylococcus aureus.
- Teléfonos: De todo un poco. Un zoológico de bolsillo.
No me preocupa. Demasiado. Es la vida. Microscópica. Persistente. Nosotros también somos ecosistemas. Andantes. Llenos de bacterias. Simbiosis. A veces parasitismo.
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