¿Cómo afectan las ondas electromagnéticas de 400 a 700 nm a la visión humana?

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La percepción visual humana se limita al espectro electromagnético entre 400 y 700 nanómetros. Fuera de este rango, la radiación electromagnética, como los rayos UV e infrarrojos, resulta invisible al ojo. La luz blanca es el resultado de la combinación de estas longitudes de onda visibles.
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Las Ondas Electromagnéticas y la Percepción Visual Humana: Explorando los Espectros entre 400 y 700 nm

El asombroso mundo de la visión humana se debe a nuestra capacidad para detectar una gama limitada del espectro electromagnético (EM). Dentro de este espectro, la porción visible para los humanos abarca longitudes de onda entre 400 y 700 nanómetros (nm).

Cuando la luz visible del sol o de fuentes artificiales llega a nuestro ojo, desencadena una cascada de eventos fisiológicos que nos permiten percibir el mundo visual. El cristalino del ojo actúa como una lente, enfocando la luz en la retina, que contiene células receptoras sensibles a la luz llamadas fotorreceptores.

Fotorreceptores y Percepción del Color

Existen dos tipos principales de fotorreceptores en la retina: conos y bastones. Los conos son responsables de la visión diurna y la percepción del color, y se concentran en la mácula, el área central de la retina con mayor agudeza visual. Hay tres tipos de conos, cada uno sensible a un rango diferente de longitudes de onda:

  • Conos S (cortos): Sensibles a longitudes de onda cortas (400-450 nm), percibiendo el azul.
  • Conos M (medios): Sensibles a longitudes de onda medias (500-570 nm), percibiendo el verde.
  • Conos L (largos): Sensibles a longitudes de onda largas (570-700 nm), percibiendo el rojo.

Los diferentes rangos de sensibilidad de los conos permiten a los humanos percibir una amplia gama de colores. Cuando la luz blanca, que contiene todas las longitudes de onda visibles, ilumina la retina, los tres tipos de conos se activan simultáneamente, lo que lleva a la percepción de la luz blanca. Por el contrario, si solo se activan uno o dos tipos de conos, el cerebro interpreta la entrada como un color específico.

Longitud de Onda y Brillo

Además de la percepción del color, las longitudes de onda también influyen en el brillo percibido de la luz. Las longitudes de onda más cortas (azul) se perciben como más brillantes que las longitudes de onda más largas (rojo). Esto se debe a que los conos S, que son sensibles al azul, son más sensibles a la luz que los conos M y L.

Más Allá del Espectro Visible

La radiación electromagnética fuera del rango visible de 400 a 700 nm permanece invisible para el ojo humano. Sin embargo, estas longitudes de onda pueden tener efectos en la salud y el medio ambiente:

  • Rayos UV (ultravioletas): Longitud de onda inferior a 400 nm, invisibles para los humanos. La exposición prolongada a los rayos UV puede dañar la piel y los ojos.
  • Rayos infrarrojos (IR): Longitud de onda superior a 700 nm, también invisibles para los humanos. Se pueden utilizar en dispositivos como cámaras termográficas y controles remotos.

Conclusión

El rango de ondas electromagnéticas visibles para los humanos, entre 400 y 700 nm, es esencial para nuestra percepción visual y comprensión del mundo que nos rodea. Los diferentes tipos de fotorreceptores y las longitudes de onda de la luz interactúan para permitirnos ver una amplia gama de colores y percibir el brillo. Comprender la relación entre las ondas EM y la visión humana es crucial para apreciar la complejidad y las maravillas de nuestro sentido de la vista.