¿Cómo define la salud según la OMS?

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Según la OMS, la salud es un estado de bienestar completo en los ámbitos físico, mental y social, no solo la ausencia de enfermedad. Es un derecho humano fundamental para todos, independientemente de sus circunstancias.

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Más Allá de la Ausencia de Enfermedad: Descifrando la Definición de Salud de la OMS

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha acuñado una definición de salud que, aunque concisa, encierra una profundidad conceptual que trasciende la simple ausencia de dolencias. No se trata únicamente de la no presencia de enfermedad o discapacidad, sino de un estado de completo bienestar físico, mental y social. Esta definición, acuñada en 1948 y que perdura hasta nuestros días, representa un cambio paradigmático en la concepción de la salud, alejándola de un modelo puramente biomédico y abarcando una perspectiva holística del ser humano.

Analicemos con mayor detalle los componentes de esta definición:

  • Bienestar físico: Este aspecto se refiere a la óptima funcionalidad del cuerpo. Implica la ausencia de enfermedades y dolencias, pero también la capacidad de realizar actividades físicas cotidianas sin limitaciones significativas, una alimentación adecuada, un sueño reparador y la práctica regular de hábitos saludables como la higiene personal. No se limita a la ausencia de enfermedad, sino a un funcionamiento orgánico pleno y vigoroso.

  • Bienestar mental: Aquí reside la clave de un aspecto a menudo subestimado. Trasciende la simple ausencia de trastornos mentales. Se refiere a la capacidad de un individuo para afrontar las presiones de la vida diaria, experimentar emociones de forma saludable, mantener relaciones interpersonales satisfactorias y tener una actitud positiva ante la vida. Incluye el equilibrio emocional, la capacidad de aprendizaje y adaptación, y la autorealización personal.

  • Bienestar social: Este elemento esencial destaca la importancia de la interacción humana y la participación social activa. No se trata solo de la ausencia de conflicto social, sino de la capacidad para establecer relaciones significativas, participar en la comunidad y contribuir al bien común. Implica la pertenencia a una red de apoyo social, la sensación de integración y el acceso a los recursos necesarios para una vida plena.

La inclusión de estos tres aspectos en la definición de la OMS resalta la interconexión entre la salud física, mental y social. Una afectación en uno de estos ámbitos repercute inevitablemente en los demás. Por ejemplo, el estrés crónico (aspecto mental) puede debilitar el sistema inmunológico (aspecto físico) y afectar las relaciones interpersonales (aspecto social).

Finalmente, la OMS declara la salud como un derecho humano fundamental. Esto implica que el acceso a la salud es un derecho inherente a toda persona, independientemente de su raza, género, condición socioeconómica o cualquier otra circunstancia. Esta afirmación refuerza la importancia de las políticas públicas que promuevan la salud y garanticen el acceso equitativo a los servicios de salud para todos. La definición de la OMS, por lo tanto, no es solo una descripción del estado ideal, sino un llamado a la acción para construir sociedades que promuevan el bienestar integral de sus ciudadanos.