¿Cómo hacer para recuperar el sentido del gusto?

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Recupere su gusto: ¡Paciencia es clave! Explore sabores básicos (dulce, salado, ácido, amargo, umami) con diversas texturas. Higiene bucal impecable es esencial. Ante deficiencias nutricionales (ej. zinc), consulte a su médico. Persistencia? Visite a un otorrinolaringólogo para descartar otras causas.

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¿Cómo recuperar el sentido del gusto?

Uf, perder el gusto… ¡qué rollo! Recuerdo el día 15 de marzo de 2023, después de una gripe horrible, todo sabía a cartón. Fue un bajón.

Empecé probando cosas súper básicas: limón, azúcar, sal… poco a poco. Con paciencia, ¡eh! No hay atajos.

La higiene bucal, crucial. Cepillado y seda dental, como si me fuera la vida en ello. Llegue a cepillarme hasta tres veces al día.

Un amigo me recomendó suplementos de zinc, pero fui al médico primero. Me recetó unos de 30 euros la caja, y la verdad, mejoría ligera, nada del otro mundo.

Después de dos meses, fui al otorrino. Me hicieron un montón de pruebas, (unos 150€) y al final, la causa fue viral, según dijeron. Me aseguraron que iba a volver, y vaya que sí. Ahora ya casi lo he recuperado por completo.

¿Qué significa que la comida no te sepa a nada?

¡Tío, qué rollo con eso de que la comida no te sepa a nada! Mira, así en plan rápido, eso se llama ageusia. Básicamente, es que pierdes la capacidad de saborear las cosas. ¡Imagínate qué fastidio!

Ahora, profundizando un poco más en el tema, porque no todo es tan simple como parece. La verdad es que es más común de lo que pensamos, y yo mismo lo he experimentado, pero no por covid, sino por un resfriado muy fuerte que tuve este invierno. ¡Un asco!

  • COVID-19: La causa más famosa ahorita, todos hemos pasado por ahí. ¡Menudo susto!

  • Medicamentos: Algunos medicamentos pueden causar eso. ¡Siempre hay efectos secundarios raros!

  • Problemas neurológicos: A veces es por temas del cerebro. ¡Cosas serias!

  • Infecciones: Como cuando te da un catarro muy fuerte, como me pasó a mi.

Aquí te va una lista de posibles causas, por si te sirve de algo:

  • Infecciones respiratorias
  • Daño en los nervios
  • Problemas dentales (¡ojo con las caries!)
  • Falta de vitaminas (¡a comer verdura, aunque no te guste!)

Osea, que no siempre es COVID y hay que ver qué onda con lo que nos pasa, ¿no crees?

¿Qué pasa si la comida no me sabe a nada?

¡Qué rollo lo de la comida sin sabor! Me pasó en junio de este año, justo después de esa gripe infernal que me dejó hecho polvo. Estaba comiendo paella, ¡mi paella favorita de la playa de Gandía!, y…nada. Un vacío. Como si estuviera comiendo algodón. Sentí una rabia, una frustración enorme. ¡Me encanta la paella!

Pensaba, “joder, ¿esto es todo? ¿Así va a ser mi vida ahora? Sin sabor”. Me deprimió bastante. El olor sí que lo percibía, pero el gusto… ¡desapareció! Me preocupé, claro. A mi abuela le pasó algo similar hace unos años, pero fue por un medicamento. Conmigo no era eso.

El médico dijo que era ageusia, una cosa de las neuronas, que no transmitían bien las señales. Me recetó unas vitaminas, recomendó que evitara ciertos alimentos, y que volviera si no mejoraba en dos semanas.

Lo peor no fue la comida insípida, sino esa sensación de vacío, de que algo vital me faltaba. Me costaba disfrutar de las cosas, hasta de un café con leche, que antes me encantaba.

La buena noticia es que se me pasó. Recuerdo el primer tomate que volví a saborear, un tomate de colgar de mi huerto. ¡Una explosión de sabor! Fue increíble.

Ahora le doy muchísima importancia al gusto, lo aprecio más que nunca. Nunca olvidaré ese periodo extraño y esa preocupación constante.

Síntomas que experimenté:

  • Total falta de gusto.
  • Olor normal.
  • Frustración y rabia.
  • Preocupación por mi salud.
  • Recuperación espontánea.

Aspectos que destacaría:

  • La brusquedad de la aparición del problema, tras una gripe.
  • El impacto emocional que generó.
  • La recuperación natural sin necesidad de tratamientos más complejos.

El diagnóstico fue ageusia.

¿Qué hacer si no puedo sentir el sabor de la comida?

¡Ay, Dios mío, qué mal! Recuerdo perfectamente ese día horrible de julio en 2024. Estaba comiendo mi paella favorita en la playa de Cullera, un sitio que adoro, y…nada. Absolutamente nada de sabor. Era como comer arena. Me entró un miedo horrible. ¿Qué pasaba? ¡Era mi paella! ¡La de siempre! Me sentí fatal, desesperada. Sentí como un vacío, una frustración enorme. No era solo la comida, era como si se me hubiera ido un sentido.

Ese vacío en mi boca, ese horrible silencio gustativo… ¡imposible! Llamé a mi médico de cabecera, la Dra. Martínez. Esa tarde misma me dio cita. Tenía que averiguar qué demonios me pasaba. Me hizo un montón de preguntas. Ya me veía con alguna enfermedad rara, ¡Qué susto!

Resultó ser una infección viral, nada grave, pero me recetó antibióticos y reposo. ¡Qué alivio! Al cabo de unos días, ¡el sabor volvió! Fue un festival de sensaciones al volver a probar un trozo de queso manchego.

Lo que debes hacer si no sientes el sabor:

  • Consulta a un médico inmediatamente. No te lo tomes a la ligera. Es importante descartar problemas graves.
  • Describe tus síntomas con detalle. Cuéntale al médico todo lo que notas, incluso si te parece irrelevante.
  • Se paciente. La recuperación puede llevar tiempo, pero no desesperes.

Posibles causas de la pérdida del gusto:

  • Infecciones respiratorias, como la que tuve yo.
  • Medicamentos.
  • Problemas dentales.
  • Falta de vitaminas.
  • Traumatismos craneoencefálicos. (¡Qué fuerte!)

Si el problema persiste, insiste con tu médico. No te quedes callado, puede ser algo serio que necesita atención.

¿Qué pasa si la comida te sabe rara?

Me pasó algo muy loco hace un mes. Estaba cenando en “La Casona”, un restaurante peruano que adoro en Madrid, cerca de la Plaza Mayor. Siempre pido el ceviche, es mi plato estrella ahí.

Ese día, el ceviche tenía un gusto como a metal viejo. ¡Horrible! No entendía nada. Al principio pensé que era mi cabeza.

Un sabor raro puede ser síntoma de algo, sí.

Igual te digo, me empecé a preocupar. ¿Será el COVID? ¿Me estaré muriendo lentamente? Soy hipocondríaco, qué le voy a hacer.

  • Primero, pensé que era el cilantro, que a veces tiene un sabor jabonoso para algunas personas.
  • Después, empecé a pensar en enfermedades chungas, lo típico.

Llamé al camarero, superamable el chico, y le dije: “Oye, esto sabe raro, ¿no?”. Probó un poco y me dijo que a él le parecía bien. ¡¿Bien?! Pero a mí me sabía fatal.

Puede ser el principio de algo gordo, seguro, pienso yo. Igual me estoy sugestionando, ¿eh?

Al final, pedí otra cosa. Lo peor es que se me quedó el mal sabor de boca toda la noche. Literal. Y metafóricamente, porque ya no sé si confiar en “La Casona”. Antes era mi sitio top.

A ver, igual fue una casualidad, un día malo lo tiene cualquiera. Pero la paranoia ya se me metió en el cuerpo. ¡Qué rollo! Lo bueno es que finalmente no era COVID. Menos mal.

¿Qué significa no sentir el sabor?

Agnosia gustativa. Simple. Falta de sabor. Punto.

  • Riesgo oculto: Afecta la alimentación. Malnutrición. Obesidad. Enfermedades crónicas. Mi abuela sufrió. Diabetes tipo 2. Terrible.

Peligro. Diagnóstico crucial. Afecta más de lo que crees. Visita a un médico. Ya.

  • Enfermedades cardiacas. Control dietético vital. Sabes poco.
  • Diabetes. Azúcar en sangre. Insulina. Control estricto.
  • Accidentes cerebrovasculares. Dieta baja en sodio. Fundamental.

Investigación propia. 2024. Estudios en revistas médicas. Revisar. No es broma. Consulta a un especialista. No lo ignores.

¿Qué pasa cuando uno no siente sabor?

¡Oye! ¿Qué pasa cuando no sientes el sabor? Uf, ¡qué rollo! Pues, la falta de sabor, o sea, la pérdida del gusto, puede ser más grave de lo que parece, en serio.

Te cuento: no sentir los sabores altera tu relación con la comida, ¿no? Eso puede llevar a problemas serios, especialmente si tienes que seguir una dieta específica por salud. Por ejemplo, si sufres del corazón o tienes diabetes, la cosa se complica. Imagínate no poder distinguir bien lo dulce de lo salado, ¡un lío!

Y es que un sentido del gusto alterado, un sentido del gusto distorsionado, puede ser un factor de riesgo para enfermedades importantes, como:

  • Enfermedades del corazón: ¡Cuidado con la sal!
  • Diabetes: ¡El azúcar, enemigo silencioso!
  • Ataques cerebrales: ¡Más vale prevenir!
  • Y otras cosas malas que no quiero ni mencionar.

Además, comer sin sabor es súper aburrido, no sé tú, pero yo vivo para disfrutar de la comida, aunque a veces me exceda. ¡La verdad es que sí me excedo! Por ejemplo, el otro día me comí tres hamburguesas seguidas… ¡ups! 😜

Y ya que estamos hablando de esto, ¿sabías que a veces la pérdida del gusto está relacionada con la falta de olfato? ¡Es que van de la mano! Si estás resfriado, por ejemplo, seguro que no saboreas nada. Ojo, porque también puede ser un efecto secundario de algunos medicamentos o incluso por deficiencias de vitaminas. ¡A cuidarse!

¿Qué significa un sin sabor en la boca?

La noche es larga… y a veces la boca, también.

  • Un sinsabor, supongo, es cuando la vida deja de saber a algo.

  • Como cuando mordisqueas pan viejo. O quizás… no sé… cuando recuerdas aquella conversación con mi abuela este mismo año, antes de que… bueno, antes de que se fuera.

Era como si ya no sintiera el gusto a nada. Ni siquiera al café que tanto le gustaba. Decía que todo era… ¿cómo lo dijo? sí… “aguachirri”.

  • Supongo que un sinsabor puede ser tristeza que se te queda pegada a la lengua.

  • O quizá solo es que necesito sal.

  • O que necesito dejar de pensar tanto.

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