¿Cómo revertir el daño en los riñones?

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"El daño renal, lamentablemente, es irreversible. Enfócate en prevenir complicaciones como:

  • Hinchazón en extremidades.
  • Presión arterial alta.
  • Edema pulmonar (líquido en los pulmones)."
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¿Cómo tratar y mejorar la salud de los riñones dañados? Tratamientos

Uf, ¿cómo te explico? Lo de los riñones es delicado. Si ya están dañados, tengo entendido que dar marcha atrás es casi imposible. Imagina un jarrón roto, puedes pegarlo, pero nunca será lo mismo.

Y es que, ¡madre mía!, las complicaciones son un festival. Recuerdo cuando mi abuelo empezó a retener líquidos. Le hinchaban los tobillos que daba pena, y luego la tensión por las nubes. ¡Un suplicio!

La retención de líquidos es de lo peor. Brasos, piernas como globos, ¡y ni hablar de la presión arterial! Y para colmo, ese líquido en los pulmones (edema pulmonar) suena horrible. Parece que te ahogas desde dentro. No sé, a mí me da como escalofríos solo pensarlo.

¿Cómo puedo sanar mis riñones dañados?

Daño renal. Uf, qué rollo. A mí me dijeron que tenía arenilla… este año. Mucha agua, dijeron. ¿Dos litros? No sé si llego. Me compré una botella enorme, de esas con frases motivadoras, a ver si me animo.

  • Agua. Fundamental. ¿Será verdad que el agua con limón ayuda? Tendré que probar.

  • Ejercicio. Buah, pereza máxima. Pero si quiero recuperar los riñones, tocará moverse. Quizá natación. Me apunté al gimnasio en enero, pero fui dos veces. Esta vez va en serio.

  • Azúcar. Debería mirar cómo ando de azúcar. Mi abuela tenía diabetes… Igual me hago un chequeo completo, ya puestos. Me preocupa.

  • Presión arterial. La tengo un poco alta, siempre me lo dice la enfermera. Debería controlarla más a menudo. Menos sal, creo que era. Y menos café… qué pereza. El café es mi vicio.

  • Comida sana. Eso es imposible. Me encanta la comida basura. Pizza, hamburguesas… Tendré que hacer un esfuerzo, por mis riñones. Más verdura. ¿Espinacas? No me gustan nada. A ver si encuentro alguna receta decente.

  • Fumar. ¡Imposible dejarlo! Llevo fumando desde los 16. Bueno, igual bajo un poco la cantidad. Un paquete al día es mucho, lo sé.

  • Pastillas. Ibuprofeno tomo como caramelos… para el dolor de cabeza. Me duele casi todos los días. Tendré que buscar una alternativa. ¿Manzanilla? No sé si funcionará.

Este año me he propuesto cuidarme más. Ya he pedido cita con el médico para la semana que viene. A ver qué me dice. Me da un poco de miedo, la verdad. Riñones sanos, ese es el objetivo.

Para mantener los riñones sanos: mucha agua, controlar el azúcar y la presión arterial, dieta sana, ejercicio, no fumar y ojo con las pastillas.

¿Cómo hacer que los riñones vuelvan a funcionar bien?

Función renal: Depende. Demasiado simple para prometer algo.

  • Presión, glucosa: vigilarlas. Control fundamental. Esencial.
  • Dieta baja en: sal, potasio, fósforo. Restricciones. ¿Funciona?
  • Fármacos. A veces. No siempre es útil.
  • Diálisis. Trasplante. Última opción. Sobrevivir no es vivir.

Nefrólogo: imprescindible. Un especialista. Como el que me vio a mí en 2022. Dijo que la cerveza no ayuda.

Detección temprana: puede ser. Podría cambiar el destino. Aunque el destino…

La salud es un espejismo. Frase para reflexionar.

¿Cómo se recupera un riñón dañado?

¡Ay, Dios mío! Ese día en el hospital de Sant Pau, en Barcelona, fue horrible, julio de este año. El médico, un tipo serio con gafas gruesas, me lo dijo sin rodeos: daño renal, irreversible. Sentí un vacío enorme, como si me hubieran quitado el aire de los pulmones. La cara se me puso pálida, creo, aunque no lo recuerdo bien. Solo la imagen borrosa de su bata blanca… ¡qué mal lo pasé!

La verdad, pensaba que me moriría. No podía respirar bien y tenía un miedo terrible. ¡Qué angustia! No podía parar de llorar, casi me desmayo. Y claro, el diagnóstico, un mazazo… daño renal irreversible. Me dijeron que era crónico, que venía de años de descuidar mi salud. Mierda.

  • Retención de líquidos: Mis piernas estaban hinchadas, como dos globos. ¡Uf, qué pesadas!
  • Presión arterial alta: Todo el tiempo sentía que me iba a explotar la cabeza.
  • Me dijeron que podía tener edema pulmonar, aunque no lo supe con certeza en ese momento. El miedo, el pánico, era tan grande que apenas procesaba la información. El médico hablaba… pero yo… yo no escuchaba. Solo veía borroso. Ese día fue un infierno.

Ahora, después de tantos meses, estoy mejor, con diálisis tres veces por semana. Es una mierda, pero es mi vida. He aprendido a vivir con esto. No se cura, pero se controla. Me cuido mucho más ahora, de eso estoy segura. Aunque a veces me entra el bajón, el miedo… pero lucho. Tengo que luchar.

Es duro. Mucho. Pero estoy aprendiendo a vivir con mi nuevo riñón artificial. La diálisis me salva la vida y agradezco cada día.

¿Cómo se recuperan los riñones dañados?

La recuperación de riñones dañados es un tema complejo. La reparación del tejido renal dañado no es posible actualmente. Sin embargo, la función renal se puede preservar o mejorar mediante diferentes estrategias. Es crucial entender que la “recuperación” se refiere a minimizar el daño y retrasar la progresión de la enfermedad renal crónica, no a la regeneración completa del órgano.

Mi propia experiencia, viendo a mi abuela luchar contra la insuficiencia renal, me enseñó la importancia de una intervención temprana. Observé lo devastador que puede ser el deterioro progresivo.

Las complicaciones de un daño renal severo son múltiples y abarcan distintos sistemas:

  • Hipertensión arterial: El riñón participa en la regulación de la presión sanguínea, por lo que su mal funcionamiento puede desestabilizar este equilibrio.
  • Edema: Acumulación de líquido en tejidos, manifestándose como hinchazón en extremidades. Es un efecto directo de la disfunción renal en el manejo hídrico. En casos severos, puede afectar los pulmones (edema pulmonar), poniendo en riesgo la vida.
  • Anemia: El riñón produce eritropoyetina, crucial para la formación de glóbulos rojos. Su deficiencia lleva a anemia. Es una complicación frecuente y debilitante.

Por tanto, la meta no es “curar” el riñón, un pensamiento quizás algo ingenuo, sino frenar la enfermedad renal crónica (ERC) mediante un tratamiento multifactorial. Este enfoque incluye:

  • Control estricto de la presión arterial con fármacos.
  • Manejo de la dieta, limitando proteínas y fósforo. En mi opinión, esto es fundamental, igual que lo fue en el caso de mi abuela.
  • Diálisis o trasplante renal en etapas avanzadas.

En esencia, la gestión de la ERC se centra en la mitigación de síntomas y la mejora de la calidad de vida. La filosofía que subyace es la de un compromiso continuo con la salud y el bienestar, aceptando las limitaciones fisiológicas inherentes al daño renal. Es una lucha contra un enemigo invisible que ataca a los órganos poco a poco, por eso hay que atacar fuerte y rápido.

El año pasado, un estudio en el Hospital Universitario de Madrid analizó la efectividad de nuevas terapias en pacientes con ERC, mostrando resultados alentadores. El enfoque estaba en la modulación de las vías inflamatorias renales.

¿Cómo recuperar la función del riñón?

¡Uf, los riñones! ¿Recuperar la función del riñón? Mmm… Complicado, ¿no?

Para mantenerlos sanos:

  • Comida sana. Obvio, pero ¿qué es eso? Para mí, menos ultraprocesados. Este año me estoy obsesionando con la comida real.

  • Mover el esqueleto. Rutina… Yo voy al gym 3 veces por semana, pero caminar ayuda un montón, ¡qué pereza me da a veces!

  • Peso ideal. Intento no pasarme mucho con el dulce, aunque… bueno, ayer comí tarta de chocolate. ¡Ups!

  • Dormir. ¡Importantísimo! Este año quiero intentar dormir 8 horas mínimo, a ver si lo consigo.

  • Nada de tabaco. ¡Eso sí que no! Nunca he fumado ni pienso hacerlo.

  • Alcohol con moderación. Este año probaré a beber solo en fiestas o ocasiones especiales, a ver si es verdad.

  • Reducir el estrés. ¡Madre mía! Esto sí que es difícil. Yoga, meditación… ¿Servirán de algo?

  • ¡Beber agua! Se me olvida siempre, pero es vital.

O sea, estilo de vida saludable, lo de siempre. ¿Pero funciona de verdad para el riñón? ¡Qué duda!

A veces me pregunto si lo estoy haciendo bien, con tanta información contradictoria por todos lados.

¿Cuánto tarda un riñón en sanar?

¡Ay, qué pereza! ¿Un riñón? Tres a seis semanas, dicen… ¿Será verdad? Mi tío, el del riñón, tardó más, ¿o fue mi tía? ¡Siempre los confundo!

Recuperación lenta, creo. Habrá que ver el tipo de operación, ¿no? ¿Y si hay complicaciones? Dios mío, eso sí que alarga el tiempo.

  • Cicatrización… ¡uf! Eso duele. Recuerdo la vez que me corté con un cuchillo…
  • Infecciones… ¡pesadilla! Antibióticos, reposo…
  • Drenajes… ¡qué asco!

Depende de cada persona, ¿eh? Mi vecina, la Carmen, con su trasplante… ¡Un año para estar bien! Y ella, ¡qué fuerte es! Pero claro, trasplante… no es lo mismo.

¿Y el dolor? ¿Cómo se controla? Analgésicos, ¿no? Eso sí que se nota en el bolsillo, ¡la pasta que gasté el año pasado con la ciática!

3-6 semanas… es un tiempo estimado, claro. Lo que yo viví con mi abuela… La operación fue en 2024, casi 8 semanas hasta que volvió a casa. ¿Será que la edad influye?

¿Qué más? Ah, sí! Dieta, ejercicio… ¡todo cuenta! Habrá que cuidar la alimentación, no vaya a ser que el riñón se resienta de nuevo. ¡Me voy a hacer un zumo de naranja, a ver si me siento mejor! Esto de la salud, ¡un lío!

¿Cómo saber si mis riñones están mejorando?

Análisis de orina: Si tu orina brilla en la oscuridad, ¡felicidades! Eres una luciérnaga. Bromas aparte, el análisis busca proteínas, sangre y otras pistas sospechosas.

Tasa de filtración glomerular (TFG): Este numerito mágico mide la eficiencia renal. Imagina tus riñones como coladores. ¿Cuelan bien el café? ¿O te queda un brebaje turbio?

Creatinina: Un desecho metabólico que tus riñones deberían eliminar sin pestañear. Si se acumula… uh-oh. Piensa en ello como la basura que no se recoge: no huele bien.

  • Controles regulares: Como ir al dentista, pero para tus riñones. Especialmente si tu historial familiar parece un árbol genealógico de enfermedades renales.
  • Presión arterial: Mantenerla a raya es crucial. Si no, tus riñones podrían decir “¡Adiós, mundo cruel!”
  • Diabetes: El azúcar alta es como kriptonita para tus riñones. Control estricto, amigo, control estricto.

Ayer me hice un análisis. Todo perfecto. Excepto que encontraron rastros de café. Me encanta el café. Un saludito a mi nefrólogo, ¡un crack! Por cierto, ¿sabían que los riñones se parecen un poco a judías? Cosas que uno piensa en la sala de espera…

En resumen, las pruebas son la clave. No esperes a tener síntomas, porque para entonces podrías estar en aprietos.

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