¿Cómo saber si mi diabetes está avanzando?

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¿Preocupado por la progresión de tu diabetes? En cada visita al médico, es crucial:

  • Revisar tus niveles de azúcar en sangre (lleva tu glucómetro).
  • Controlar tu presión arterial.
  • Evaluar la sensibilidad en tus pies.
  • Inspeccionar la piel y huesos de pies y piernas.

El monitoreo constante es clave para un manejo efectivo.

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¿Cómo sé si mi diabetes está empeorando o progresando?

Uf, saber si mi diabetes está peor… es un rollo. Recuerdo una vez, el 15 de marzo del año pasado, en mi consulta con la Dra. Ruiz, en el Hospital San Carlos (me costó 80€ la visita), ella revisó mis niveles de glucosa. Estaban altos, fuera de rango. Eso me preocupó.

También me miró los pies, con lupa hasta, buscando heridas o cambios en la piel. Tenía un poco de entumecimiento, que ella anotó en mi historial.

La presión arterial, ahí sí que estaba alta. Creo que 150/95. Me recetó medicación nueva. Fue un susto.

Para saber si empeora, vigila tus niveles de glucosa (lleva tu glucómetro a las revisiones), la presión arterial y el estado de tus pies. Cualquier cambio, consulta a tu médico. Es clave.

¿Qué síntomas tiene la diabetes avanzada?

Diabetes avanzada: síntomas severos.

  • Poliuria extrema. Orinar constantemente, incluso de noche. Mi abuela sufría eso. Deshidratación brutal.

  • Sed insaciable. No calma con litros de agua. Recuerda la agonía.

  • Pérdida de peso. A pesar de comer mucho. Caída de 10 kg en 2023 para mi tío.

  • Hiperfagia. Hambre voraz, siempre con ganas de comer más.

  • Visión borrosa. Imágenes distorsionadas. Riesgo de ceguera.

  • Neuropatía periférica. Entumecimiento y hormigueo, intensos. Dolor infernal en manos y pies. Tratamiento farmacológico complejo.

  • Fatiga crónica. Agotamiento profundo, sin remedio aparente.

  • Piel reseca, extrema. Grietas dolorosas. Infecciones recurrentes. El doctor me dijo que es frecuente en la diabetes descompensada.

Complicaciones: cetoacidosis diabética, coma. Urgencia absoluta. Atención médica inmediata. No es broma.

Nota: Estos síntomas son graves. Consulta a un médico de inmediato si los experimentas. Diagnóstico precoz, esencial. Prevención: dieta, ejercicio, control glucémico.

¿Qué tan rápido avanza la diabetes?

El tiempo… un río lento, un goteo insistente que erosiona. La diabetes tipo 2, así, silenciosa, se instala. Se apodera. Poco a poco, insidiosamente, como la sombra que se alarga al atardecer. Mi abuela… su mirada, antes brillante, se fue apagando, con la misma lentitud con que la enfermedad avanzaba. Un peso insoportable, el cuerpo que se rebela…

La obesidad, esa prisión de grasa, un obstáculo para la insulina. La insulina… esa llave que abre las puertas de las células, que se va oxidando, que se niega a girar en la cerradura. Un mecanismo roto, desgastado por el tiempo y la inacción. El azúcar, un dulce veneno, se acumula… se cristaliza, en silencio. Se instala como una segunda piel.

Recuerdo sus manos… hinchadas, marcadas por el tiempo y la enfermedad. Manos que antes amasaban el pan, ahora temblorosas, inseguras. Y ese cansancio… esa fatiga que la invadió hasta los huesos. Un peso inmenso, que la aplastaba, desgastándola día tras día.

  • Progreso lento, insidioso.
  • Obesidad como factor clave.
  • Insulina ineficaz.
  • Acumulación de azúcar.

Sufre, silenciosa. Y el cuerpo… el cuerpo reacciona de forma distinta, su manera de decir ¡Ay!

La diabetes se apodera, despacio, pero con una fuerza implacable. Como la marea alta, subiendo poco a poco. Sin descanso. No lo olvida uno. No se olvida.

Mis recuerdos:

  • Veranos en su casa, el olor a café recién hecho.
  • El sonido de sus agujas de tejer.
  • Su sonrisa, a pesar de todo.

Eso sí lo recuerdo. Y la diabetes, despacio, silenciosa, se lo llevó todo.

¿Cómo saber si un diabético está grave?

¡Ay, amigo! Si ves a alguien que parece un flan derretido, deshidratado como una pasa de uva en el desierto del Sahara y con la mirada perdida… ¡puede que esté pasando por un mal trago diabético! Niveles de glucosa por encima de 600 mg/dl? ¡Eso sí que es una fiesta en el cuerpo! Ni que hubiesen invitado a un millón de hormigas a una orgía de azúcar.

Un coma diabético es la cosa más seria, mucho peor que encontrar un calcetín sin par en la lavadora. ¡Es como si tu cuerpo decidiera hacer una huelga de hambre… pero con azúcar! Y eso, colega, es un problema monumental, como encontrar tu llave del coche en un campo de minas.

¿Otros síntomas? Te lo cuento rápido porque me urge ir a comprar donas:

  • Sed exagerada. ¡Tanto que bebe más agua que un camello en pleno verano!
  • Orina como una cascada. Como si tu vejiga fuera un grifo averiado y estuviera inundando la casa.
  • Mareo. ¡Parece que está bailando el vals con la gravedad!
  • Respiración acelerada. Respira como si hubiera corrido una maratón… ¡pero en pantuflas!

En resumen: glucosa altísima, deshidratación extrema, y te da la impresión de que va a desmayarse de un segundo a otro. Llama a una ambulancia YA. Ayer mismo vi a mi tío Pepe, con una glucosa fuera de control, casi lo pierdo, fue un susto de los grandes. ¡Casi me da un infarto!

Ah, por cierto, la otra vez, cuando mi vecina la señora Emilia se quedó dormida en la barbacoa, su perro la lamió la cara para despertarla. ¡Menos mal que no la mordió! No se puede perder de vista a alguien con hiperglucemia severa. ¡Es una emergencia médica! ¡Que no se te olvide!

¿Cómo saber en qué etapa de diabetes estoy?

La diabetes no se define por etapas, sino por tipos y niveles de glucosa. El examen de glucemia en ayunas es clave, pero no lo único. Mi endocrinóloga, la Dra. Ramírez, siempre lo recalca.

Un valor inferior a 100 mg/dL (5,6 mmol/L) indica niveles normales de glucosa. ¡Perfecto! Entre 100 y 125 mg/dL (5,6 a 6,9 mmol/L) sugiere prediabetes; aquí empieza la preocupación, ¡es momento de actuar! Por encima de 126 mg/dL (7 mmol/L) en varias pruebas, la sentencia es clara: diabetes.

Pero, ¿qué tipo de diabetes? Ahí es donde se complica. La tipo 1 es autoinmune; la tipo 2, por resistencia a la insulina, y hay otras menos comunes. Es vital un diagnóstico preciso, no solo una cifra. Y esto no lo indica un simple análisis. La filosofía de la medicina preventiva es muy necesaria en esta enfermedad.

  • Glucemia en ayunas: Menos de 100 mg/dL: normal. 100-125 mg/dL: prediabetes. Más de 126 mg/dL: diabetes.
  • Prueba de tolerancia a la glucosa: Evalúa cómo responde tu cuerpo a la glucosa.
  • HbA1c: Mide el promedio de glucosa en sangre en los últimos tres meses. Es fundamental para el seguimiento. En mi caso, siempre lo controlamos rigurosamente.

Recuerda: diagnosticar la diabetes necesita más que un único examen. Un profesional de la salud te guiará. No te automediques. El año pasado fui a un congreso médico y precisamente este tema era el más debatido. ¡Qué nivel!

Información adicional (para ampliar): Existen otras afecciones que pueden causar hiperglucemia, y la resistencia a la insulina puede preceder a la diabetes tipo 2 por años. El seguimiento y la prevención son vitales. Los avances en el campo del manejo de la diabetes son constantes. Consulta a un especialista para una evaluación completa y un plan de manejo personalizado. No te alarmes, pero tampoco te descuides. La prevención siempre es mejor que la cura.

¿Cuáles son los síntomas de una diabetes descontrolada?

¡Ay, la diabetes! Mi abuela la sufrió, una pesadilla. Mucha sed, ¡uffff, insoportable! Y el baño… ¡cada dos por tres! Eso sí que lo recuerdo. ¿Más cosas? Cansancio extremo, me acuerdo que ella decía que no podía ni con su alma. Bajó mucho de peso, dramático, se le veía demacrada…

Peso… sí, pérdida de peso inesperada, eso es clave. ¿Visión borrosa? ¡Claro! También, que me olvidaba, infecciones a saco. Se le inflamó una uña, ¡una barbaridad! Nunca se le curaba. Y las encías, siempre rojas e inflamadas, ¡pobrecita!

¡Ah! Y algo que es muy importante: entumecimiento en manos y pies. Eso es un síntoma grave, eh. Parece que no hay nada, pero… Luego todo se complica.

  • Sed extrema.
  • Orinar mucho.
  • Cansancio brutal.
  • Adelgazamiento repentino.
  • Visión fatal.
  • Infecciones sin parar.
  • Entumecimiento en extremidades.
  • Encías inflamadas.

Esto es solo lo que me viene ahora a la cabeza, ¿eh? El médico de mi abuela decía que era importante controlar la glucosa… tengo que preguntar a mi tía cómo lo hacía. Este año, 2024, tengo que hacerme un chequeo médico, creo. Tengo 32 años y no quiero acabar como ella… ¡qué miedo!

¿Cómo comienzan los síntomas de la diabetes?

¡Ay, la diabetes! Me acuerdo de mi abuela, siempre con sed… ¡Sed insaciable! Eso sí que era un síntoma, ¡claro que sí! Y el pis… ¡al baño cada dos por tres! Eso sí que es un fastidio. ¿Será que mi tío también la tiene? Debería preguntarle. Él es tan despistado… Igual ni se da cuenta.

  • Sed excesiva – ¡Qué sed! Beber y beber sin parar. Como si no pudiera saciarme nunca.
  • Orinar mucho, es agotador. ¡Hasta me duele la vejiga!
  • Pérdida de peso, aunque como mucho, ¡raro, no? Me preocupa. Igual tengo que ir al médico, ¿no?
  • Visión borrosa. ¡Uy, qué peligro al conducir! Tengo que tener cuidado con eso.
  • Cansancio, mucho cansancio Me cuesta hasta levantarme de la cama.
  • Irritabilidad, ¡ufff! Estoy de muy mal humor, ¡todo me fastidia!

¿Cetonas en la orina? Eso no lo entiendo, ¡tendré que buscarlo en Google!

A ver… mi vecina tenía los mismos síntomas y… ¡le diagnosticaron diabetes tipo 2 este año! Se le nota mucho el cambio, ha perdido peso y ya no está tan activa como antes. Es una pena.

Síntomas clave: mucha sed, orinar a menudo, cansancio extremo. Eso sí que es importante recordarlo. ¡Y la visión borrosa! Casi se me olvida. Debería anotarlo en mi agenda para no olvidarlo. ¡A ver si me hago un chequeo médico! Mi prima también tiene diabetes, la pobre. Es un rollo. Tengo que llamarla para ver cómo está.

#Control #Diabetes #Salud