¿Cuando hay menos riesgo de muerte súbita en bebés?

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"El riesgo de muerte súbita (SMSL) en bebés disminuye notablemente después de los seis meses de edad, coincidiendo con el desarrollo de la capacidad de darse la vuelta. La mayor vulnerabilidad se concentra entre el segundo y cuarto mes de vida."

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¿Cuándo es menor el riesgo de muerte súbita infantil?

Uf, el tema de la muerte súbita del lactante (SMSL) me pone un poco nerviosa. Recuerdo cuando nació mi hija, en Julio de 2021 en el Hospital Gregorio Marañón, el miedo era constante.

Los primeros meses fueron una locura, de verdad. Cada ruidito, cada pausa en su respiración… angustia pura. Nos explicaron que el riesgo es mayor entre los dos y cuatro meses, algo que me marcó profundamente.

En mi caso, el pediatra nos recomendó dormir a la bebé boca arriba, en cuna con colchón firme y sin peluches. Eso sí que lo recuerdo clarísimo.

Pasados los seis meses, cuando comenzó a darse la vuelta solita, la verdad es que sentí un alivio enorme. Como si una gran parte de esa ansiedad se disipase. La verdad, ese cambio fue brutal, aunque, por supuesto, la vigilancia siempre está presente. El precio de la tranquilidad? Incalculable.

¿Cuando se reduce el riesgo de muerte súbita?

¡Adiós, SMSL! (más o menos). Digamos que, después de los seis meses, ese coco llamado “muerte súbita” se va de cañas a otra parte. A partir del año, ya está echando raíces en Benidorm, jubilado y lejos de tu peque.

Pero ojo, ¡que no se te suba a la cabeza! Seguir poniendo al bebé boca arriba para dormir es como invertir en bolsa: prudente, aunque parezca aburrido. Mi abuela decía: “Más vale prevenir que lamentar… y más vale un bebé vivo que uno que no”. Sabia la mujer, aunque creía que la Tierra era plana.

¿Por qué ocurre esta “desaparición”? Pues, el bebé evoluciona. Sus sistemas respiratorio y cardíaco se ponen cachas, como yo intentando ir al gimnasio… ¡intento fallido, por cierto!

  • Desarrollo neurológico: El cerebro del bebé se pone las pilas y controla mejor la respiración. Ya no se le olvida respirar, como a mí cuando me cruzo con mi ex.
  • Fortalecimiento físico: Su cuerpecito es más fuerte, más capaz de reaccionar ante posibles problemas. No como yo, que sigo tropezando con mis propios pies.

¡Ojo al parche! Que el riesgo baje no significa que desaparezca como por arte de magia. Así que, a seguir durmiendo con el bebé en la misma habitación, al menos hasta los seis meses, y a evitar almohadas y peluches en la cuna. ¡Que la seguridad no está reñida con el sueño!

Y ahora, un dato que no viene a cuento: ¿sabías que los bebés nacidos en martes tienen más probabilidades de ser presidentes? ¡Es broma! (o no). ¡A dormir!

¿Cómo evitar la muerte súbita del lactante?

¡Dios mío, qué miedo da eso de la muerte súbita! Mi sobrina nació en 2023 y casi me da un infarto con lo que leí…

Evitar que el bebé duerma boca abajo , eso es primordial, ¿no? Lo aprendí a las malas con mi cuñada. Ella siempre juraba que su hijo dormía mejor así. ¡Un drama!

¿Chupete? Sí, chupete o biberón a la hora de dormir, dicen que ayuda… aunque mi amiga Ana dice que su pediatra le dijo lo contrario. ¡Qué lío! Habrá que consultar eso bien. ¿Y la posición? ¡Ay, qué estrés!

No me acuerdo muy bien pero… superficie firme para dormir, ¿no? ¡Claro! ¡Ni se te ocurra una cama de agua para un bebé! ¡Que no se me olvide! Sofá, cama de los padres… ¡prohibido!

Este año aprendí que temperatura adecuada es clave. ¡Ni calor sofocante ni frío extremo! Si está caliente al tacto, ¡algo va mal!

¡Ay, madre mía! ¡Tantas cosas! Necesito apuntarlo todo bien en mi agenda:

  • Dormir boca arriba
  • Superfice firme y plana
  • Temperatura ideal (no caliente al tacto)
  • Chupete/biberón a la hora de dormir (pero confirmar con el pediatra)

¿Será suficiente? Tengo que volver a leer las recomendaciones de la AEP. Será que me falta algo… ¡Uf! Esto de ser tía es un cursillo intensivo de supervivencia infantil. Mi cabeza va a explotar.

¿Qué bebés corren mayor riesgo de sufrir SMSL?

¡Ay, madre mía, el SMSL! Un tema que me pone los pelos de punta, como si hubiera visto a Freddy Krueger en mi cuna. Bebés prematuros, esos pequeños seres que llegaron al mundo antes de tiempo, son como concursantes de una carrera de obstáculos, ¡y la meta es sobrevivir! Pequeñitos y delicados, como un colibrí intentando levantar un elefante.

Bajo peso al nacer: Imagínate, un bebé tan pequeño que cabe en mi mano. ¡Eso sí que da miedo! Es como intentar calentar un vaso de leche con un mechero. ¡Imposible! Riesgo máximo, amigos.

Y si hay antecedentes familiares… ¡ufff! Eso ya es como jugar a la ruleta rusa con un arma cargada. Historial familiar de SMSL = ¡alerta roja! ¡Escapar! ¡Buscar un bunker!

¡Ah! Y no olvidemos a los campeones del riesgo:

  • Bebés que duermen boca abajo o de lado: ¡Qué barbaridad! Es como dormir en una cama de clavos. ¡Riesgo multiplicado por mil! Mi sobrino, el año pasado, casi nos da un susto así. Menos mal que mi cuñada ahora lo pone boca arriba, que hasta yo duermo más tranquila.

  • Infecciones respiratorias: Ni te cuento, ¡es como tener un volcán en erupción en la nariz!

  • Exposición al humo del tabaco: ¡Eso es como fumar en una habitación sellada con un bebé dentro! ¡Impensable!

  • Sobrecalentamiento: ¡Como meter un pastel al horno durante tres horas! Lo único que conseguirás es un pastel quemado, o peor, un bebé en peligro.

  • Apnea del sueño: Es como tener a un buzo bajo el agua sin oxígeno. ¡Respirar es básico!

  • Problemas cardíacos: ¡Como tener un motor averiado en un coche de carreras! Necesitan un buen mecánico, eh.

Drogas o alcohol durante el embarazo: ¡Ni se te ocurra! ¡Eso es un suicidio! Es como conducir un coche a 200 km/h por una carretera llena de baches. ¡Un desastre asegurado! ¿Alguien se cree que es buena idea?

En resumen, cuidadito con los bebés, que son más frágiles que un vaso de cristal en una guerra de globos. ¡Mucho cuidado!

¿Cómo reducir el riesgo de muerte súbita?

¡Ay, madre mía, la muerte súbita! ¡Qué susto! Como si no tuviéramos ya bastante con la vida diaria, ¿verdad? Bueno, vamos al grano, que el tiempo vuela más rápido que un cohete con hipo.

Para evitar sustos cardíacos repentinos (que son como un rayo, ¡zas!), debes dormir boca arriba, como si fueras un astronauta esperando el despegue. ¡Olvídate de las posturas raras!

Y si tienes un bebé, amiga, ¡ojo al parche! La cuna, ¡minimalista total! Ni un peluche, ni una almohada, que parezca una celda de monje budista. ¡Que no pase calor! ¡Ni frío tampoco, eh! Y que duerma contigo, en tu habitación, ¡como si fuera un koala colgado de ti! La lactancia materna, ¡ay, qué maravilla!, ¡como si le dieras superpoderes al chiquitín!

¡Olvídate de esos cacharros que prometen milagros contra la muerte súbita! ¡Son como esas cremas que prometen un trasero de infarto y solo te dejan la cartera vacía! Mi prima probó uno y le salió humo. ¡Literal!

Aquí te dejo mi receta infalible (probada por mi suegra, ¡y ella lo sabe TODO!):

  • Dormir boca arriba, como un tronco.
  • Bebés en cunas minimalistas, ¡como un ermitaño!
  • Temperatura ideal, como en un spa.
  • Bebé cerca, ¡como una sombra!
  • Lactancia materna, ¡qué gran invento!
  • Olvida los aparatos milagrosos. Son falsos.

¡Ah!, y algo que me olvidaba: Este año, mi gato Napoleón me ha enseñado que la meditación ayuda. Bueno, él ronronea mucho mientras lo hace, eso sí. Pero bueno, algo hace…

Recuerda, esto no es un manual de instrucciones, ¡es una conversación entre amigos!

#Riesgo Muerte Súbita #Salud Infantil