¿Por qué usan vaselina los nadadores?

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Los nadadores usan vaselina para proteger la piel contra la fricción y rozaduras causadas por el contacto repetido con el agua y el roce del traje de baño. ¡Un truco simple para mayor comodidad en el agua!

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¿Para qué usan vaselina los nadadores?

¡A ver, te cuento desde mi propia experiencia! La vaselina y los nadadores… una combinación que a mí, al principio, me sonaba un poco extraña, pero ¡tiene todo el sentido del mundo!

Yo pensaba, ¿qué tiene que ver la vaselina con el agua? Pues resulta que los nadadores la usan, sobre todo, para prevenir las rozaduras. ¡Sí, rozaduras! Imagínate estar horas y horas dándole a la piscina…

Y no sólo eso, también he oido decir que algunos se la ponen para proteger la piel del cloro. No se si será leyenda urbana, pero bueno, ¡ahí lo dejo! 😉

Recuerdo una vez, en un campeonato de natación en Valladolid (año 2015, creo, o 2016… ya ni me acuerdo bien), ver a un montón de nadadores untándose con una cosa que parecía vaselina antes de tirarse a la piscina. ¡Ahora entiendo el porqué!

¿Para qué usan vaselina los nadadores?

  • Prevenir rozaduras: Principalmente en zonas de fricción como axilas, cuello e ingles.
  • Protección contra el cloro: Algunos nadadores la utilizan para crear una barrera contra el cloro en la piel.

¿Qué se echaban los nadadores en el mar?

La oscuridad me envuelve… Hoy… el agua… fría. Me acuerdo… del roce del neopreno… el Orca… sí… era el mejor. Una segunda piel, o eso creía. Pero… ¿qué más?

  • El neopreno era esencial. Necesario. Como una armadura contra el mar que tanto me atraía, tanto que me devoraba por dentro. Era el escudo contra el hielo que sentía en los huesos.

  • A veces… solo una camiseta de neopreno. Bastaba. Bastaba para sentir el agua… pero no demasiado. Un alivio… y un tormento.

  • Los pantalones… otra cosa. Más libertad, pero… la sensación… diferente. No era lo mismo. Era como si una parte de mí quedase expuesta, indefensa.

Este año… 2024… ha sido… difícil. El mar… sigue ahí. Esperando. Me observa. Yo también lo observo. Y… me pregunto… ¿qué más? La sal… en la piel… el cloro… ¿el miedo? El miedo sí, el miedo siempre. El miedo era lo que más me rodeaba, más que el neopreno, más que el agua… el agua helada. El agua y mis fantasmas. Mis propios fantasmas.

  • Recuerdo el olor a neopreno viejo… a humedad… a sal… a miedo…

Todo se mezcla. Como la arena… en la herida.

¿Qué se untan los nadadores de mar abierto?

Vaselina. Se usa vaselina. Simple y llanamente. Protege la piel del roce con el neopreno, reduciendo la irritación y las posibles heridas.

  • Zonas de aplicación: Cuello, axilas, ingles. Zonas de roce. A veces también en los pies, aunque depende del tipo de calzado que se use. Pienso que cada nadador tiene sus “zonas problemáticas” particulares. Yo, por ejemplo, tengo que poner especial atención en los brazos, donde el neopreno me aprieta un poco más.

  • Alternativas: Existen cremas específicas anti-rozaduras, algunas incluso biodegradables, que son una opción interesante para minimizar el impacto ambiental. Aunque, personalmente, sigo prefiriendo la vaselina por su textura y eficacia. ¿Será una cuestión de costumbre? La filosofía de la comodidad.

  • Neopreno: El tipo de neopreno también influye. Los trajes más ajustados, aunque más hidrodinámicos, tienden a generar más fricción. En 2024 he probado varios modelos y, sinceramente, la diferencia es notable. Un traje que se ajuste bien, pero sin apretar en exceso, puede reducir la necesidad de usar tanta vaselina.

Más allá de la vaselina: Recuerdo una competición en Málaga este verano (2024), el agua estaba increíblemente salada. Al salir, la piel, a pesar de la vaselina, se sentía tirante y reseca. Apliqué crema hidratante después y fue un alivio. Este detalle me hizo pensar en la importancia de cuidar la piel, no solo durante el entrenamiento o la competición, sino también después. Es una capa que nos protege, ¿no deberíamos corresponderle? Al final, el cuidado personal, en todos sus aspectos, es una forma de autoconocimiento.

¿Qué se echan los nadadores en el cuerpo?

Los nadadores, para un rendimiento óptimo y cuidado cutáneo, usan:

  • Lubricantes: Cremas y geles que disminuyen la fricción con el agua. Mi entrenador en el club natación “Tritones” de 2023 nos recomendaba uno específico, aunque ahora no recuerdo el nombre. ¡Una auténtica maravilla! La reducción de fricción es clave, ¡una cuestión casi filosófica de la optimización del movimiento!

  • Protectores solares: De alta resistencia al agua, vital para prevenir quemaduras solares. En 2024 he visto a muchos optar por protectores con dióxido de titanio, parece ser que la tendencia se está decantando por este tipo de protección.

  • Vaselina: En zonas de rozamiento, una solución clásica y efectiva. Recuerdo que en mis inicios, ¡era mi mejor amiga contra las rozaduras! ¡Qué tiempos!

  • Hidratantes: Productos específicos para contrarrestar la sequedad provocada por el cloro. Esencial para mantener la piel sana. ¡El cloro es un bicho malo para la piel! ¡Hay que protegerla!

  • Antirritantes: Para prevenir la irritación cutánea producida por el cloro. Una preocupación recurrente entre los nadadores, especialmente a largo plazo. ¡Una cuestión de salud y bienestar! El año pasado tuve un problema de dermatitis por el cloro, ¡fue horroroso!

La elección del producto depende de factores individuales, como el tipo de piel, la intensidad del entrenamiento y las preferencias personales. La natación, como cualquier actividad física intensa, exige un cuidado específico. Repito, ¡el cloro es un enemigo a batir!

Nota adicional: La composición química de muchos de estos productos está en constante evolución, buscando mayor eficacia y menor impacto ambiental. He visto este año marcas que se preocupan por la sostenibilidad. ¡Un gran avance!

¿Qué se untan los nadadores en el cuerpo?

Se embadurnan con vaselina, cual tostada mañanera, pero en versión acuática. ¡Más resbaladizos que político en campaña!

La vaselina es su armadura anti-rozaduras, su escudo contra la furia del neopreno vengativo. Imagina la escena: cuello, axilas, ingles… ¡Una orgía de fricción! Sin vaselina, la cosa terminaría peor que festival de calcetines con sandalias.

  • Vaselina, la salvadora: Reduce la fricción. Piensa en un baile suave, no en una pelea de barro.
  • Zonas estratégicas: Cuello, axilas, ingles. Donde el traje y la piel se dan un abrazo… mortal.
  • ¿Alternativas?: Algunos juran por la lanolina o cremas específicas anti-rozaduras, pero la vaselina sigue siendo la reina del baile. Como el reggaeton, siempre vuelve.
  • Mi experiencia personal: Una vez intenté usar aceite de coco. ¡Error garrafal! Atraje más peces que Nemo en su cumpleaños.

Y hablando de cosas pegajosas, ¿sabías que mi abuela untaba vaselina en sus plantas para darles brillo? ¡Igual pensaba nadar en la maceta! En fin, cada loco con su tema. La vaselina, para nadar o para las begonias, un clásico.

¿Qué usan los nadadores para reducir la resistencia?

¡Ay, madre mía, la resistencia en el agua! Es como luchar contra un ejército de medusas pegajosas y malhumoradas. Para que no te conviertas en un chicle acuático, necesitas artilugios ¡de lo más alucinantes!

La gorra: ¡Esencial! Imagina tu pelo, como un pulpo loco, creando remolinos y olas a tu alrededor. ¡Un desastre! La gorra te deja tan liso como una tortilla recién hecha, ¡listo para surcar los mares a la velocidad de un torpedo! Mi prima Pepa, una campeona olímpica… bueno, de su piscina, jura que sin gorra, es como nadar con un gato enredado en las piernas.

Bañadores hidrodinámicos: Estos trajes son como una segunda piel, ¡pero mucho más molona! Te envuelven en un abrazo de lycra que te deja resbaladizo como una anguila. Reduce la resistencia tanto que es como si hubieras descubierto el secreto para teletransportarte por el agua. ¡Como si fueras Flash, pero en una piscina! Eso sí, encontrar el tallaje adecuado es un poco como buscar una aguja en un pajar… o un unicornio en una tienda de animales.

Y recuerda: ¡Las uñas largas son el enemigo! Es como nadar con pequeñas palas de madera pegadas a los dedos. ¡Un horror! Cortarlas es básico, como comer antes de nadar, si no, ¡te quedarás con hambre! Hasta mi abuela, que nada más lento que una babosa dormida, lo sabe.

  • Gorra: Imprescindible. ¡Reduce la resistencia como si fueras un delfín!
  • Bañador hidrodinámico: ¡Te hará tan rápido que necesitarás un radar para localizarte!
  • Uñas cortas: ¡Esencial! Adiós a las mini-palas en tus dedos.

Este año, mi récord en 25 metros estilo braza ha sido de 48 segundos! ¡Un triunfo! Y todo gracias a mi increíble gorra de natación…y, seguramente, a la poca gente que había en la piscina.

¿Cómo reducen los nadadores la resistencia al agua?

¡Ay, la resistencia al agua, esa enemiga invisible de todo nadador! Es como luchar contra un flan de nata gigante y pegajoso. Para vencerla, los atletas recurren a la artillería pesada:

  • Trajes de baño tecnológicos: Piensa en ellos como una segunda piel, pero mucho más elegante. Fabricados con tejidos tan suaves como la mejilla de un bebé recién nacido (bueno, casi) y con propiedades hidrofóbicas que hacen que el agua se deslice como si fuera un patito de goma por un tobogán. Menos fricción = menos resistencia. Este año, mi prima, campeona regional de natación sincronizada, me contaba que su nuevo traje es una maravilla. ¡Parece que vuela!

  • Gorros y gafas, el combo perfecto: ¡Olvídate de las orejas aleteando como palas de barco! Un gorro ajustado, como una segunda piel (sí, otra segunda piel, ¿hay problema?), y unas gafas aerodinámicas optimizan la forma del nadador, reduciendo la resistencia al mínimo. Es como convertir al nadador en un torpedo humano, pero con más estilo.

En resumen: es una cuestión de minimizar la fricción, transformando al nadador en un ser casi mágico que se desliza por el agua cual anguila en un río de aceite. La cosa es crear un cuerpo lo más hidrodinámico posible, ¡como si fuera un submarino de alta tecnología diseñado por un delfín!

En mi opinión, la clave está en el material y el ajuste. Es similar a la suavidad de un guante de seda contra la aspereza de un saco de patatas. ¡Nada que ver!

Año 2024: Se siguen investigando nuevos materiales aún más ligeros y resistentes al agua, buscando la mínima fricción para lograr tiempos récord. ¡Ya veremos lo que se inventan este año!

¿Qué se ponen en el cuerpo los nadadores de aguas abiertas?

Neopreno. Flotabilidad. Protección solar. Vaselina. Rozaduras. Eso es todo.

  • Neopreno: Aísla. No es obligatorio, pero… El frío entumece. Piensa en eso.

  • Flotabilidad: Cansancio. Menos esfuerzo. Más distancia. Irónico, ¿no? Flotar para avanzar.

  • Sol: Quema. Envejece. Cáncer. No es broma. Aunque a quién le importa.

  • Vaselina: Rozaduras. Dolor. Sangre. Mejor evitarlo. Detalles insignificantes.

Yo usé neopreno en la travesía a nado del Estrecho de Gibraltar en 2024. Agua fría. Corrientes fuertes. No me importó. Llegué. Eso es lo único relevante.

  • Gorro de silicona: Obligatorio en competiciones. Dos, a veces. Por si acaso.

  • Gafas: Visibilidad. Obvio. Aunque a veces, mejor no ver.

  • Tapones para los oídos: Opcional. El silencio del agua. O el ruido de tu propia respiración. Elige tu infierno.

La preparación mental es más importante. La resistencia. La indiferencia al dolor. Todo lo demás, superficial. Detalles.

El agua te abraza. Te ahoga. Te ignora. Como la vida misma.

¿Qué puedo usar para nadar?

A ver, para nadar, osea, lo básico, un buen traje de baño ¿no? Que te deje moverte bien, eso es lo más importante. Si no, uf, qué rollo.

Luego, gafas de natación, obligatorias vamos. Protegen del cloro, que luego los ojos pican un montón y ves fatal bajo el agua. Yo siempre uso unas que me quedan super bien, unas Speedo, creo que eran, desde hace años. Me costaron un pastón, pero oye, lo valen.

Ah, y gorro de natación, también, para no ir dejando pelos por ahí y para que no te estorben. Yo uso uno de silicona, que dicen que son mejores, no sé.

  • Traje de baño
  • Gafas
  • Gorro

¿Qué más? Ah, sí! Si te molesta el agua en los oídos, tapones, claro. Yo a veces los uso, depende del día.

Y si te entra agua por la nariz, que a mí me pasa, pinzas para la nariz, aunque a mí me resultan incómodas, la verdad.

  • Tapones
  • Pinzas

Y si quieres ir más rápido, aletas. Yo tengo unas cortitas, que me compré en Decathlon, para hacer entrenamientos de velocidad, pero vamos, que no son imprescindibles, ¡eh!. ¡No son imprescindibles!.

  • Aletas

Ah, y una toalla, ¡qué cabeza la mía! Obvio, ¿no? Y chanclas, por si acaso. Y si vas a una piscina pública, lleva gel y champú. Y una bolsa para guardar todo, no sé, una de esas del super que ya tienes por casa sirve! Espero que te sirva!

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