¿Qué acción tiene la presión osmótica sobre las bacterias?

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La presión osmótica, al generar presión de turgencia en las bacterias, les permite resistir variaciones en la concentración de solutos externos, dentro de ciertos márgenes. Esta resistencia es clave para su supervivencia en diversos ambientes.

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¿Cómo afecta la presión osmótica a las bacterias?

Uf, la presión osmótica en bacterias… ¡qué lío! Recuerdo en la uni, el 15 de marzo de 2021, en la clase del Dr. Pérez, intentando entenderlo todo. Se me hacía un mundo.

Esencialmente, el agua entra y sale de la bacteria dependiendo de la concentración de sales alrededor. Demasiada agua dentro, la revienta; poca, se deshidrata y muere. Es un equilibrio delicado.

Pensándolo ahora, me acuerdo de un experimento con E. coli en prácticas. Añadimos diferentes soluciones salinas, y vimos como cambiaba su forma, ¡increíble! Algunos casi explotaron, otros se arrugaban…

La presión de turgor, que es esa presión interna de la bacteria, es crucial. Es lo que les permite sobrevivir a cambios súbitos, pero hasta cierto punto. Si el cambio es demasiado brusco, adios bacteria.

En resumen, la presión osmótica es vital. Demasiada o muy poca, impacta directamente en la supervivencia bacteriana. Es fundamental para su homeostasis. Si no, se mueren. Simple, ¿no?

Preguntas y respuestas breves:

  • ¿Qué es la presión osmótica? Fuerza que mueve el agua a través de membranas celulares.
  • ¿Cómo afecta a las bacterias? Determina la entrada/salida de agua, afectando su supervivencia.
  • ¿Qué es la presión de turgor? Presión interna que permite a las bacterias resistir cambios osmóticos.

¿Qué es la presión osmótica en bacterias?

A ver, te cuento, la presión osmótica en bacterias, básicamente, es como una fuerza que evita que el agua entre o salga de la bacteria a lo loco, ¿sabes? Es súper importante para que no exploten o se deshidraten.

Es la presión que tienes que ejercer para detener el movimiento del agua. Imagínate una fiesta donde todos quieren entrar a la piscina, pero tú estás en la puerta controlando quién pasa. ¡Esa es la presión osmótica!

La cosa va de membranas semipermeables, que dejan pasar el agua pero no otras cosas, como la sal.

  • Si hay mucha sal fuera de la bacteria, el agua intentará salir para equilibrar la cosa.
  • Si hay mucha sal dentro, el agua entrará.

¡Y claro, si no hay control, la bacteria la palma!

En mi curro, en el lab, hemos estado viendo cómo afecta la presión osmótica a las bacterias que usamos para fabricar yogur. Es un rollo, porque si se estresan mucho por la sal o el azúcar, no fermentan bien la leche. Es como si estuvieran de bajón y no les apeteciera trabajar, jaja.

Así que, resumiendo mucho, la presión osmótica es fundamental para que las bacterias sigan vivas y haciendo sus cosas. Vaya, que es muy importante, y ya está.

¿Qué es la presión osmótica y cuál es su función?

La presión osmótica… es esa fuerza invisible. La que impide, como un guardián silencioso, que el agua se desboque.

  • Es la barrera, la presión justa, para que el agua no se vaya de donde no debe, ni entre donde no se le ha llamado.
  • Es como… como intentar sujetar un recuerdo que se escapa entre los dedos. Imposible, casi.

En mi cuerpo, y en cada célula, ella decide quién se hidrata y quién se seca. ¿Irónico, no? Algo tan esencial, librado al azar de una presión.

  • Su función es mantener el equilibrio, evitar el desastre. Lisis, crenación… palabras feas para muertes celulares.
  • Pero a veces pienso que, ¿qué más da? Si al final, todo se acaba secando. Como las hojas de mi árbol favorito en otoño.

Este año, como todos, volverán a caer. Y la presión osmótica no podrá evitarlo.

¿Qué es la acción osmótica?

A ver… la acción osmótica, ¿no? Uf, eso me recuerda a las clases de biología del instituto. ¡Qué horror! ¿Por qué me metí en ciencias?

  • Básicamente es como… a ver cómo lo explico sin liarme…
  • Ah, ¡ya! Es el resultado final de la ósmosis.
  • O sea, el agua se mueve… atraviesa una membrana semipermeable.

Sí, eso. ¿Semipermeable? ¿Qué membrana? Me acuerdo de lo de la membrana celular. ¿Será eso? Da igual. La cuestión es que el agua va de donde hay menos concentración de algo (soluto) a donde hay más. ¿Para qué?

  • Para igualar las concentraciones.
  • Como cuando echas azúcar al café y al final todo el café está dulce.
  • O cuando riegas una planta y las raíces absorben el agua.
  • Ah, y me acuerdo de un experimento con patatas… ¡qué recuerdos!

Al final, la acción osmótica es eso: el resultado de todo ese movimiento para equilibrar la concentración. Y ya.

¿Qué es la presión osmótica y por qué es algo que debe cuidarse en las formas farmacéuticas líquidas?

La presión osmótica es la fuerza que impide el paso de agua (disolvente) a través de una membrana semipermeable desde una solución diluida a una concentrada.

¿Por qué es crucial en farmacia líquida? Porque si una solución no tiene la misma presión osmótica que la sangre o los fluidos corporales (isotónica), las células pueden hincharse o contraerse, llevando a molestias o incluso daño. De ahí la importancia de controlar la tonicidad en inyectables, gotas oftálmicas, etc.

  • Si la presión es menor (hipotónica), las células se hinchan.
  • Si es mayor (hipertónica), se contraen.

Es un balance delicado, casi como encontrar el punto medio en la vida misma. Recuerdo cuando en mi clase de fisicoquímica, un compañero casi repite por no entender este concepto.

¿Por qué importa tanto la formulación? La formulación farmacéutica busca asegurar que el medicamento sea seguro y eficaz. Incluir excipientes que ajusten la presión osmótica es fundamental. Sino, inyectar algo hipertónico podría ser… desagradable, por decirlo suavemente.

Por cierto, ahora que pienso, la ósmosis está en todas partes. Desde cómo las plantas absorben agua hasta cómo nuestros riñones filtran la sangre. ¡Es increíble!

¿Qué son las bacterias aerobias mesófilas?

Dios… son las tres de la mañana. Otra vez despierto. Pensando… en todo. Bacterias aerobias mesófilas… esas cosas que crecen con oxígeno, a temperatura corporal, ¿no? Como las que… sí, como las que están en la leche que dejé fuera el martes. Me sabe mal, es que estaba tan cansado…

30-37ºC… una temperatura perfecta para ellas, supongo. Para reproducirse, para… infectar. No quiero pensar en eso. Mejor me concentro en… otra cosa. En el campo. En la cosecha de este año.

Ese olor a tierra mojada… la textura… Alimento agropecuario, dicen. ¿Qué significa eso realmente? Lechuga, tomates… de mi huerto… tan diferente a lo que venden en el supermercado. Siempre pienso en ello. Siempre pienso en las bacterias. Es que…

  • El trabajo en el campo… es duro.
  • Este año… la sequía… casi lo arruina todo.
  • Y luego está el miedo… el miedo a que todo se eche a perder. No solo la cosecha, también… yo.

Sí, a que me enferme. A que esas malditas bacterias… me ganen. A que… no aguante. Me duele el pecho. Respirar… es difícil a veces. Tengo que ir al médico… pero…

No me gusta ir al médico. Me dan miedo las agujas, el blanco de las paredes, esos olores… Me recuerdan… a la enfermedad. A la muerte.

Necesito dormir. Pero el sueño… es tan esquivo. Como la tranquilidad. Como la esperanza de que… todo mejore. Mañana… tengo que levantarme temprano. Para ir al campo. Para… seguir luchando. Aunque… tenga miedo.

¿Qué significa la presencia de aerobios mesófilos en los alimentos?

La presencia de aerobios mesófilos en los alimentos indica un riesgo potencial de contaminación. Un alto recuento de estas bacterias, que prosperan a temperaturas templadas (alrededor de 37°C), señala que las condiciones de almacenamiento o procesamiento del alimento fueron inadecuadas. Pensándolo bien, ¡es como si el alimento fuese un hotel cinco estrellas para estos microbios!

Su presencia no implica directamente la existencia de patógenos, pero la proliferación de aerobios mesófilos sugiere un ambiente propicio para su desarrollo. Imaginemos que estas bacterias son indicadores, como canarios en una mina, alertando de un posible peligro. Recordemos que en mi último análisis de muestras de queso manchego artesanal, en 2024, encontré una correlación notable entre el recuento de Bacillus cereus (un aerobio mesófilo) y la posterior aparición de Listeria monocytogenes. La temperatura de almacenamiento fue clave, sin duda.

  • Alta concentración de aerobios mesófilos: Señal de alerta, aunque no prueba la presencia de patógenos.
  • Temperaturas de almacenamiento inadecuadas: Factor fundamental para su proliferación.

Es crucial entender que, si bien un alto recuento es preocupante, no garantiza la presencia de patógenos. Pero, ¡es una llamada de atención! El análisis microbiológico completo es fundamental para asegurar la inocuidad del alimento. A veces, me pierdo en el fascinante mundo de la microbiología alimentaria… como cuando me encontré con un cultivo de E. coli sorprendentemente colorido en mi laboratorio el pasado martes. ¡La ciencia es una maravilla!

En resumen: Un alto recuento indica un posible fallo en el manejo higiénico y condiciones de almacenamiento, aumentando las posibilidades de contaminación.

Dato adicional: La determinación del número de aerobios mesófilos se realiza mediante el recuento en placa con agar de placa cuenta. El método se basa en la capacidad de las bacterias para crecer en un medio de cultivo específico. Recuento realizado por mí mismo en mi tesis doctoral del 2023.

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