¿Qué pasa si me cepillo la lengua con bicarbonato?

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Cepillarse la lengua con bicarbonato de sodio, adicionado al dentífrico, ayuda a eliminar bacterias, mejorando la higiene bucal y previniendo la acumulación de placa que causa la lengua blanca. Sin embargo, el uso excesivo puede dañar el esmalte dental, por lo que se recomienda moderación.
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El Bicarbonato en la Limpieza Lingual: Beneficios y Precauciones

La higiene bucal va más allá del cepillado dental. La lengua, un caldo de cultivo para bacterias, necesita una limpieza regular para mantener una boca sana y un aliento fresco. Recientemente, ha ganado popularidad el uso de bicarbonato de sodio como complemento al cepillado dental tradicional, incluso aplicado directamente sobre la lengua. Pero, ¿qué pasa si me cepillo la lengua con bicarbonato? La respuesta, como en muchas cosas, es matizada.

El bicarbonato de sodio, por sus propiedades abrasivas suaves y ligeramente alcalinas, puede ser un aliado en la lucha contra la placa bacteriana y las bacterias responsables del mal aliento, halitosis. Su incorporación al dentífrico, o su aplicación directa sobre la lengua con un cepillo de cerdas suaves, ayuda a remover la película blanca que a menudo se acumula en la superficie lingual, consistente en restos de alimentos, células muertas y bacterias. Esta acumulación, si no se limpia adecuadamente, puede contribuir a la formación de placa, favoreciendo la gingivitis, caries e incluso enfermedades más graves. Al eliminar estas bacterias, el bicarbonato contribuye a mejorar la higiene bucal general y a prevenir la lengua blanca, un indicador de mala higiene.

Sin embargo, la abrasividad del bicarbonato, aunque suave, no debe subestimarse. Un uso excesivo o una aplicación demasiado enérgica puede erosionar el esmalte dental con el tiempo, debilitando los dientes y haciéndolos más susceptibles a la caries y a la sensibilidad dental. La fina capa de esmalte que protege nuestros dientes es esencial para su salud a largo plazo, y su desgaste es irreversible.

Por lo tanto, si decides incorporar el bicarbonato a tu rutina de higiene bucal, es crucial hacerlo con moderación y precaución. Se recomienda utilizarlo como complemento ocasional, no como un método diario. Un uso aconsejable sería añadir una pequeña cantidad de bicarbonato a tu pasta de dientes habitual un par de veces por semana, cepillando la lengua con movimientos suaves y delicados. Es fundamental evitar aplicar una cantidad excesiva y frotar con fuerza. Tras el cepillado con bicarbonato, es recomendable enjuagar abundantemente la boca con agua.

En resumen, el bicarbonato de sodio puede ser un complemento útil para mejorar la limpieza lingual y combatir el mal aliento. Pero su uso debe ser controlado y moderado para evitar posibles daños en el esmalte dental. Ante cualquier duda o preocupación sobre la salud bucal, siempre es recomendable consultar con un dentista o higienista dental, quienes podrán recomendar la mejor estrategia de higiene bucal adaptada a tus necesidades individuales. No se debe olvidar que una buena higiene bucal, que incluya el cepillado dental adecuado, el uso del hilo dental y enjuagues bucales, es fundamental para mantener una sonrisa sana y brillante.