¿Cómo se llaman las luces que están en las calles?

Iluminando la Noche: Más Allá de las Farolas

Cuando el sol se esconde y la oscuridad comienza a pintar la ciudad, una red luminosa entra en acción, guiando nuestros pasos y brindando seguridad. Nos referimos, por supuesto, al sistema de iluminación pública, y aunque el término más común sea “farolas”, la realidad es que el vocabulario para describir estas luces que adornan nuestras calles es mucho más rico y diverso.

Sí, farola es la palabra más extendida y fácilmente reconocible para referirse a esos postes altos que vemos a lo largo de las vías públicas, con su lámpara en la parte superior. La definición clásica de una farola la describe como un “poste alto ubicado en vías públicas para proporcionar iluminación nocturna, mejorando la visibilidad y la seguridad.” Y cumple su función a la perfección. Pero la evolución tecnológica y el diseño urbanístico han introducido diferentes tipos de iluminación que merecen su propia denominación.

Por ejemplo, podemos hablar de luminarias como un término más genérico para cualquier dispositivo que emita luz artificial, incluyendo las farolas. Una luminaria, por tanto, puede referirse a la lámpara propiamente dicha, o al conjunto completo del poste y la lámpara.

Dependiendo de la ubicación y el tipo de luz, también encontramos términos como:

• Alumbrado público: Este es el término más amplio que engloba todo el sistema de iluminación de una ciudad, incluyendo farolas, luces en parques, plazas y otros espacios públicos.
• Postes de luz: Similar a farola, pero quizás con un enfoque más técnico y descriptivo.
• Balizas: Aunque se asocian más a la señalización y al tráfico, ciertas balizas pueden proporcionar iluminación en áreas específicas, como pasos de peatones o curvas peligrosas.
• Proyectores: Se utilizan para iluminar grandes áreas, como estadios, parques o fachadas de edificios.
• Apliques: Frecuentes en fachadas de edificios, plazas o jardines, son luminarias que se instalan directamente en la pared.

Más allá del nombre, lo importante es reconocer la vital importancia de estas luces. Las farolas, o como prefiramos llamarlas, no son solo un adorno nocturno. Son una herramienta fundamental para la seguridad vial, previniendo accidentes y facilitando la movilidad de peatones y vehículos. También contribuyen a la seguridad ciudadana, disuadiendo la delincuencia y creando espacios públicos más seguros y transitables.

En conclusión, si bien “farola” es el término más común, la variedad del lenguaje nos ofrece otras opciones para describir la iluminación pública. Lo esencial es comprender la función vital que desempeñan estas luces, iluminando nuestras noches y haciéndonos sentir más seguros en nuestras ciudades. La próxima vez que camines bajo su luz, recuerda que detrás de ese simple poste, hay todo un sistema dedicado a iluminar tu camino.