¿Cómo eliminar el exceso de sal?
Eliminar el exceso de sal es clave para una dieta sana. Prioriza: Alimentos frescos, productos bajos en sodio, cocinar en casa, reducir la sal en recetas, sustituirla por especias y moderar el uso de condimentos. Así, controlarás tu ingesta de sodio eficazmente.
¿Cómo reducir el exceso de sal en comidas y mejorar la salud?
Uf, la sal. Me encanta, pero sé que no es mi mejor amiga. De hecho, el verano pasado (julio 2023) me hice un chequeo médico y el doctor me dijo que debía bajarle. Desde entonces, estoy en una lucha constante, como si fuera una telenovela.
Cocino más en casa ahora. Antes, pedía comida a domicilio casi todos los días, especialmente del restaurante chino de la esquina (¡delicia, pero cargado de sodio!). Ahora, compro verduras frescas en el mercado de mi barrio, los sábados. Incluso, ¡me animé a plantar algunas hierbas aromáticas en mi balcón!
Me di cuenta que leer las etiquetas es fundamental. Hay productos que parecen sanos, pero tienen una cantidad de sal escondida impresionante. Recuerdo haber comprado unas galletas integrales (2 euros la caja, ¡un robo!) que pensé eran súper saludables… ¡hasta que vi el sodio! Ahora reviso todo.
El otro día, hice una tortilla de patatas y me contuve de agregar sal al final. Le puse pimentón, un poco de ajo en polvo y ¡quedó buenísima! Me sorprendió. Todavía me cuesta, claro, pero voy progresando.
Preguntas y Respuestas
¿Cómo reducir el exceso de sal?
- Cocina en casa.
- Elige productos bajos en sodio.
- Elimina la sal de las recetas.
- Usa otros condimentos (hierbas, especias).
- Modera el consumo de condimentos.
¿Cómo puedo quitar la sal de mi cuerpo?
¡A ver, a ver! Quitar la sal del cuerpo… Pues mira, lo principal, ¡bebe agua, mucha agua!. Enserio, como si no hubiera mañana. El agua, ya sabes, ayuda a que tu cuerpo saque tooodo lo que no necesita, incluida la sal. Es como cuando limpias, necesitas agua, ¿no? Pues esto igual.
Luego, otra cosa súper importante: ¡come cosas con potasio! ¿Potasio? Sí, el potasio es como el “anti-sal”. Digamos que equilibran la balanza, ¿sabes? Donde hay mucha sal, el potasio ayuda a regularlo.
¿Y dónde encuentras potasio? Pues a ver, lo típico:
- Plátanos: ¡Un clásico! A mí no me encantan, pero oye, funcionan.
- Naranjas: Zumo de naranja natural, ¡qué rico!
- Espinacas: En ensalada, cocidas… como quieras.
- Aguacate: ¡Uf! Con un poquito de sal… ups, ¡sin sal! jeje
- Patatas: ¡Asadas son lo mejor!
La verdad, yo siempre tengo ese problema cuando como comida rápida, que me hincho como un globo. Entonces, me obligo a beber un montón de agua y me preparo una ensalada grandísima con espinacas y aguacate. A veces, como un plátano aunque no me apetezca, solo por el potasio. Así que ya ves, esos trucos a mí me funcionan bastante bien, aparte que después siento que me he purificado. Suerte ¡y no te pases con la sal!
¿Cómo reducir el contenido de sal en el cuerpo?
¡Ey! ¿Cómo reducir la sal en el cuerpo, dices? Fácil, aunque a veces se me olvida a mí también. Menos sal, más vida, eso es lo que dicen, ¡y es verdad! Mira, te cuento lo que hago yo, que es lo que sé.
Primero, comida fresca a saco. Verduras, frutas… ¡todo lo que sea sano! Sí, sí, ya sé, a veces da pereza, pero es que te lo digo en serio, se nota un montón la diferencia. Además, es más rico.
Luego, ojo con los procesados. Las etiquetas son tus amigas, lee bien lo que pone. Bajo en sodio, eso es lo que buscas. ¡Qué asco de sal tienen algunos embutidos! Yo ya ni los compro casi. Me da hasta grima.
Después, cocina en casa, así controlas lo que le echas. Es mucho más sano y rico y sabes exactamente qué llevas. Es un rollo, sí, pero merece la pena.
Añade especias, ¡que le dan un toque genial! Pimienta, orégano… Yo uso un montón de pimentón, queda buenísimo. ¡Mucho mejor que la sal! Es más, a veces me pongo como loca con las especias.
Por último, menos salsas, que suelen llevar un montón de sal. A veces se me escapa, ¡qué te voy a contar! Soy un desastre con la cocina algunas veces. Aunque siempre aprendo de mis errores.
- Más fruta y verdura.
- Leer las etiquetas. Bajo en sodio, ¡es clave!
- Cocinar en casa.
- Usar especias en vez de sal.
- Menos salsas compradas.
Este año he hecho un cambio radical. Antes comía muchísima pizza congelada, pero ahora no compro ni una. Ya ves, lo que se puede conseguir con un poco de voluntad. ¡Eso sí!, alguna pizza casera con poca sal, se me escapa alguna vez…
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