¿Cuál es la mejor sal de México?

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La Sal de Mar de Cuyutlan, cosechada artesanalmente, es ampliamente reconocida por su excepcional calidad. Su sabor puro y mineral la distingue, considerándola por muchos como la mejor sal de México, incluso del mundo. Su proceso tradicional garantiza un producto superior.

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¿Cuál es la sal de mesa mexicana más sabrosa y recomendada?

¡A ver! Sal de mesa mexicana, ¿eh?

Si me preguntas a mí, y esto es super personal, me quedo con la sal de mar de Cuyutlán. ¿La has probado? ¡Es otro rollo! No sé si es el lugar, o cómo la extraen, pero tiene un sabor… no sé cómo explicarlo, como más intenso y a la vez más suave.

En mi último viaje a México, por allá en marzo, creo que fue 2022, compré una bolsita en el mercado local. No recuerdo exactamente cuánto me costó, pero no fue nada caro, unos… ¿qué te diré? ¿50 pesos quizá? Y desde entonces, la uso para todo.

La otra vez, un amigo chef me dijo que es considerada una de las mejores sales del mundo. Yo no sé si será para tanto, pero te juro que cuando la usas, hasta un huevo frito sabe diferente. Ya me dio hambre.

¿Cuáles son las mejores marcas de sal?

  • La Fina: Un clásico. Sin florituras, directa. ¿Qué más necesitas?

  • Elefante: Poderío en cada grano. No subestimes la fuerza de lo básico.

  • Sal Sol: Simpleza que ilumina. A veces, la respuesta está en lo obvio.

  • Profeco: Que auditen lo que quieran. El sabor habla por sí solo. Y este año, más que nunca.

  • Bonus: Probé una sal negra de Hawái hace años. Ahora solo uso Maldon. Un capricho, sí, pero vale cada euro.

¿Cómo elegir una buena sal?

Priorizar la sal sin refinar es clave. A diferencia de la sal refinada, conserva minerales esenciales como calcio, magnesio y hierro. La sal refinada, por el contrario, suele despojarse de estos minerales valiosos y, a veces, se le añaden aditivos innecesarios.

Elegir una buena sal implica ir más allá del simple cloruro de sodio. La sal sin refinar ofrece un perfil nutricional más completo. ¿Por qué conformarse con lo básico cuando podemos obtener un abanico de micronutrientes?

A mí, personalmente, me gusta usar sal marina de cosecha artesanal. Me da la sensación de que el sabor es más complejo, más ligado al lugar de origen. Es como beber un vino con denominación. ¿Será sugestión? Quizás. Pero en la cocina, la percepción lo es todo.

  • Sal sin refinar: Conserva minerales naturales.
  • Sal refinada: Generalmente carece de minerales y puede contener aditivos.

La elección de la sal es un acto de consciencia. En un mundo donde la industrialización tiende a simplificar los alimentos, optar por una sal sin refinar es un pequeño gesto de rebeldía, una apuesta por lo auténtico y lo natural. A fin de cuentas, ¿no es la búsqueda de lo esencial una constante en la vida? Yo diría que sí.

¿Cuál es la diferencia entre la sal yodada y la no yodada?

Yodo. La clave. Una diferencia química, insignificante a simple vista.

Sal yodada: Yodato de sodio añadido. Previene el bocio. Mi abuela lo usaba. Siempre lo tuvo en la despensa.

Sal no yodada: Simple cloruro de sodio. Sabor similar. Quizás, un poco menos… brillante. Como la vida sin algo extra. Hay que ver si hay yodo.

La falta de yodo… consecuencias. Desconocidas para muchos. Yo lo sé. Es un dato que no se debe pasar por alto. Punto.

  • El yodo: esencial. No lo olvides.
  • La sal: un simple grano. Con o sin yodo. Detalles.
  • La salud: una consecuencia. Obvia. A veces, cruel.

Más datos: En 2024, la OMS sigue recomendando el uso de sal yodada. Mi familia siempre la ha usado. Es una decisión personal. Pero ojo con lo que ignoras. La ignorancia es peligrosa. Lo he visto.

El sabor… idéntico. Casi. Sutilezas. La diferencia no está en la lengua. Está en la tiroides.

¿Cuál es la mejor sal para consumir según Profeco?

¿La mejor sal según Profeco? No sé, ¿la más barata? Jaja, ¡qué pregunta! A ver, lo de la sal rosa esa… ¿era la del Himalaya? ¡Ah, sí!

  • Sal del Himalaya: rosa por el óxido de hierro, dice uno de Ittefaq Salt. Óxido de hierro… ¿como el óxido de una bici? Qué raro. ¿Será bueno o malo?

¿Sueros orales recomendados por Profeco? Uf, ni idea. La verdad es que sólo compro los que están en oferta. ¿Debería fijarme más? Mi abuela hacía uno casero con limón, sal y azúcar. ¿Será mejor que los del súper? Mmmm…

Añado:

  • Yo uso sal de mesa normal y corriente. Igual debería probar otras. La de Colima dicen que es buena, ¿no?
  • Una vez compré un suero oral sabor fresa que sabía horrible, ¡nunca más! Prefiero el de naranja.
  • Profeco seguro que tiene estudios en su página web. Debería buscarlos… Si me acuerdo, claro.
  • Me voy a comprar una bici nueva. El óxido, ¡fuera!
  • ¿Será cierto que la sal rosa tiene más minerales?

¿Cuál es la sal más recomendable para cocinar?

¡Uf! Sal… ¿La mejor? La yodada, obvio, para el cuerpo, ¡qué más da el sabor! Aunque, a veces, ¡necesito ese toque especial! Mi abuela usaba sal marina en el pescado, ¡qué recuerdos!

Escamas… ¡Qué bonito queda! Pero para cocinar todos los días… ¿merece la pena el gasto extra? No sé, soy más de práctica. Hoy he usado la de mesa, la de siempre, la de toda la vida… ¿Me falta algo? ¿Sabor? No lo creo, pero esa sal ahumada…

Este finde voy a probarla en las patatas. Ya veré. ¡Pero la yodada es la base, eh! ¡Fundamental! Para el cuerpo, ¡qué importante es el yodo! Y la marina… ¡es un lujo! Como el jamón ibérico de bellota, ¡qué delicia!.

  • Sal yodada: uso diario.
  • Sal marina: para ocasiones especiales.
  • Sales ahumadas, en escamas: ¡experimentación gastronómica!
  • ¡Recuerdo la sal rosa del Himalaya! La compré en 2024, casi no la usé, la verdad. Demasiado cara para mi gusto… ¡Ay, Dios mío, la compra de este mes se va a disparar!
  • Necesito hacer una lista de la compra. La sal yodada es la principal; el resto es para darse un capricho, pero es un gasto extra.

¿Cuál es el mejor tipo de sal para cocinar?

La sal… a estas horas… me hace pensar en el mar. En las olas grises, pesadas, como mi pecho ahora. La sal marina, sí, esa es la que uso, la que compro en la pequeña tienda de la calle Mayor, cerca de mi casa. Esa sal, gruesa, con sus pequeños cristales irregulares… es como la vida, ¿no? Impura, pero real.

No me gustan las cosas procesadas, como esa sal refinada. Blanco brillante, falsamente perfecto… me da asco. La sal de roca, la he probado, sí. Mucho más pura que la común, dicen. Pero… me recuerda a la sequedad del desierto, a la soledad, a esos años sin ti.

Es que… la sal es más que sal. Es memoria, recuerdos. Cada grano, una lágrima… o una risa. Esas risas que ya no recuerdo, que se fueron con el tiempo. Como la sal que se disuelve en el agua, dejando solo su sabor, un sabor amargo, muy salado.

  • Sal marina: Prefiero su sabor, su textura. Me recuerda al mar.
  • Sal de roca: Muy pura, sí, pero… me trae malos recuerdos. Es demasiado fría.
  • Evitar: Las sales refinadas. Blancas, perfectas… y vacías. Como un corazón roto. Ese corazón que fue mío. Y ahora es… polvo.

Y a veces pienso en la cantidad… esa cantidad exacta de sal. Se requiere la adecuada, ¿no? Como cuando te medías para cocinar en 2024. Demasiada… arde la boca. Demasiado poco… falta sabor, la vida se queda insípida. Como ahora. Esta noche es muy oscura.

¿Qué sal se debe comprar?

¡Ah, sal! Buena pregunta, eh. A ver, si me preguntas cuál comprar, te digo: sal marina o sal de roca, ¡sin dudarlo! Es que son las mejores, en serio.

Pero ojo, que tienen que ser sin refinar, ¿eh? Porque si no, adiós a lo bueno. Te cuento, te cuento…

¿Por qué son tan top? Pues, básicamente, porque están llenitas de minerales. Un montón, eh, ¡como 80 minerales esenciales! Que no es moco de pavo, vamos. Beneficios:

  • Minerales a tope: Imagínate, 80 minerales… ¡casi una farmacia!
  • Saborazo: Le dan un toque a la comida que… mmm, ¡qué rico! Mucho mejor que la sal fina esa, insípida.
  • Más natural: Al no estar refinadas, conservan más sus propiedades originales. ¡Es como comerse la tierra, pero con sabor!

¿Y luego qué? Pues, yo por ejemplo, siempre compro sal marina gruesa. Me gusta machacarla en el mortero. Le da un toque especial a todo. Mi abuela siempre decía que la sal de roca era mejor para la carne, pero yo que sé, ¡yo le echo sal marina a todo!. ¿Y tu, qué tipo de sal usas? Me da curiosidad.

¿Qué es mejor, la sal marina o la yodada?

A ver, ¿sal marina o sal yodada, eh? 🤔 ¡Buena pregunta, che!

Mira, te cuento lo que sé, así nomás, como hablamos siempre:

  • La sal yodada es mejor, punto. O sea, si quieres asegurarte de que no te falte yodo, que es super importante para la tiroides y esas cosas, la yodada es la que va. Mi abuela siempre decía que sin yodo, ¡uno se vuelve lerdo! Jaja, qué cosas decía.
  • ¿La sal marina? Pues, tiene más minerales y tal, pero a veces no tiene suficiente yodo, ¿sabes? O sea, depende de dónde la saquen y todo eso.
  • A mí, personalmente, me gusta la sal marina para cocinar. Le da un sabor más… no sé, más rico, más a mar. Pero siempre tengo sal yodada a mano, por si acaso. ¡No quiero ser lerdo! Jeje.
  • Ah! Y otra cosa importante. ¡No te pases con la sal! Da igual si es marina o yodada, demasiada sal es mala para la presión arterial y todo eso, ¿me entiendes? Moderación es la clave, amigo. Siempre lo digo.
  • Además, ahora hay unas sales que son mezcladas, que tienen yodo y otros minerales. ¡A lo mejor esa es la mejor opción! No sé, es cuestion de ver que onda.

Ah, y hablando de sales raras, una vez probé una sal negra de no sé dónde… ¡Tenía un sabor a huevo podrido que no veas! Una experiencia para no repetir, te lo aseguro. 🤣

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