¿Qué pasa si se tira la sal?

Derramar sal: supersticiones y rituales de protección

En el tapiz de las creencias y supersticiones humanas, derramar sal ocupa un lugar destacado, considerado un presagio de mala suerte que invoca al propio diablo. Este ominoso acontecimiento ha dado lugar a rituales específicos diseñados para contrarrestar su supuesta negatividad.

Orígenes de la superstición

La superstición de que derramar sal trae mala suerte se remonta a la antigüedad. En muchas culturas, la sal se consideraba un mineral precioso con propiedades protectoras. Su escasez y valor llevaron a creer que perderla accidentalmente era una señal de desgracia inminente.

Otra teoría vincula la sal con la traición. Según la leyenda, el apóstol Judas Iscariote derramó sal durante la Última Cena, lo que presagió su traición a Jesucristo. Esta asociación negativa se ha perpetuado a lo largo de los siglos.

Ritual para contrarrestar la mala suerte

Cuando se derrama sal accidentalmente, se dice que la mala suerte puede evitarse mediante un ritual específico. La superstición dicta que la sal derramada debe recogerse y lanzarse por encima del hombro izquierdo.

Esta acción tiene un doble propósito:

• Alejar al diablo: Se cree que el diablo se sitúa sobre el hombro izquierdo, y lanzar la sal por encima de él lo aleja y repele la mala suerte.
• Purificar el aire: El acto de lanzar la sal se considera una forma de purificar el aire, eliminando cualquier influencia negativa que se haya liberado al derramar la sal.

Interpretaciones modernas

Si bien la superstición de derramar sal sigue siendo popular en algunas culturas, su interpretación ha evolucionado con el tiempo. Algunos creen que la acción de lanzar la sal es un recordatorio simbólico de ser consciente y cuidadoso en la vida. Otros lo ven como una forma de liberar la tensión o la energía negativa asociada con el accidente.

Conclusión

Derramar sal puede ser un acontecimiento inquietante para quienes creen en las supersticiones. Sin embargo, el ritual de lanzar la sal por encima del hombro izquierdo ofrece una sensación de control y protección contra la mala suerte percibida. Es un testimonio de la perdurable influencia de las creencias y tradiciones en la psique humana.