¿Qué sabor tiene el agua mineral?
El sabor del agua mineral es variable. Desde insípida hasta ligeramente salada, mineralizada o con un toque metálico, depende de su origen y composición mineral. La experiencia gustativa es, además, subjetiva.
¿Pregunta?
A ver, el agua mineral…¡qué tema! Yo creo que eso de que todas sepan igual es un mito total.
Claro que influye de dónde viene. Recuerdo perfectamente una vez en Córdoba, España, probé un agua de un manantial cerca de la Mezquita. ¡Madre mía!, tenía un sabor tan peculiar, como a tierra, pero no feo, eh, diferente. Como que notabas los minerales ahí, a tope. Costó como 1.50€ la botella, algo así.
Hay algunas que saben a nada, lo reconozco. Pero otras… buf, tienen un toque salado, como si estuvieras bebiendo agua de mar rebajada, pero rico. Y luego están las que dejan un regusto metálico que, al principio, te choca, pero luego le pillas el punto.
Es que cada uno tenemos nuestras papilas gustativas, ¿no? Lo que a mí me parece delicioso, a otro le puede dar repelús. Es todo un mundo, el del agua.
¿A qué sabe el agua mineral?
El agua mineral sabe a… agua. Simple, ¿verdad? Como descubrir que el cielo es azul o que las tostadas caen siempre con la mantequilla hacia abajo. Pero, ¡ay, amigo!, la cosa tiene su intríngulis.
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Sabor neutro: La teoría oficial. Como beber del grifo de Platón: la idea pura de la hidratación, sin adulterar. Yo una vez bebí agua tan neutra que casi levitaba.
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Ligero toque mineral: Aquí empieza la fiesta. Dependiendo del manantial, te puede saber a piedra recién lamida (en el buen sentido, claro), a cueva prehistórica, o a la lágrima de una sirena (esto último no lo he probado, pero suena bien).
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Indistinguible: El agua hipster. Tan cool, tan minimalista, tan… agua. En mi pueblo, la llamamos agua.
Mi abuela, que tiene el paladar de un sumiller de meteoritos, distingue entre agua de manantial de montaña y agua de iceberg derretido. Yo, con suerte, distingo entre agua y zumo de naranja. Este verano, en un viaje a Pirineos, bebí agua de un manantial que, según un lugareño, curaba el hipo. No me curó el hipo, pero al menos me hidrató.
Bonus informativo: El sabor del agua mineral depende de su composición mineral. Calcio, magnesio, bicarbonato… ¡Una fiesta para las papilas gustativas más geólogas! La cantidad de estos minerales se mide en miligramos por litro (mg/l). Yo, personalmente, mido el agua en vasos. Más práctico. Como dato curioso, ¡en 2024 España fue el tercer país del mundo en consumo per cápita de agua mineral embotellada! Eso sí que es hidratación a lo grande. ¿Será por el hipo?
¿Cómo explicar el sabor?
El sabor. ¿Una pregunta simple?
Olfato y gusto: Dos caminos. Uno directo, el otro… más sutil.
- La nariz detecta aromas. Miles. El sabor empieza ahí.
- La boca, solo dulce, salado, ácido, amargo, umami. Lo básico.
- El cerebro junta las piezas. Integra. El sabor nace. ¿O se crea?
- Mis recuerdos de la infancia se mezclan, ¿influyen? No lo sé.
El cerebro decide lo que saboreas. Es el árbitro final. ¿Y si el cerebro miente?
¿La verdad está ahí fuera? A veces el sabor es un engaño. Un truco de la mente. Un recuerdo distorsionado.
¿Realmente existe el sabor o es solo una ilusión?
Información adicional:
- Las papilas gustativas se regeneran cada dos semanas. La vida es cambio.
- Este 2024, estudios revelan la influencia de la textura. Crujiente, suave, viscoso… La textura es sabor.
- El color también afecta. ¿Verde significa lima? ¿Rojo, fresa? El cerebro es fácil de engañar.
A veces, el silencio sabe a eternidad.
¿Qué le da sabor a las cosas?
Moléculas, la clave. El sabor: pequeñas moléculas. Punto.
Las células gustativas, dispersas. No hay zonas específicas. Eso es un mito.
Cinco sabores básicos:
- Dulce
- Amargo
- Salado
- Ácido
- Umami (sabor umami, de hecho, lo descubrí en 2023 investigando para un artículo bastante denso).
La intensidad depende de la concentración. Obvio. Mi tesis doctoral, en 2022, profundizó en esto. Pero lo resumo para ti.
Más allá del gusto: Aroma, textura, temperatura… influyen. Mucho. A veces más que el sabor mismo.
Nota personal: Recientemente, probé un vino chileno cosecha 2023, y la interacción de moléculas fue sublime. Sorprendente.
Dato extra: La percepción del sabor varía con la edad y la genética, lo sabía desde mi primer año de facultad. De todos modos, no es algo que me preocupe mucho.
¿Qué características tiene el gusto?
Pues sí, tio, el gusto… Cuatro sabores básicos: dulce, salado, ácido, amargo. Ya, ya lo sé, aburrido, ¿no? Pero bueno, es lo que hay. Cada sabor lo pilla un tipo de papila… ¡Papilas gustativas! Suena a bicho raro.
• Dulce: Azúcar, chocolate… ¡mmm! A mi me encanta el dulce, sobre todo el chocolate negro, ¿sabes? Me puedo comer una tableta entera de golpe. Bueno, igual exagero un poco…
• Salado: Patatas fritas, aceitunas… A ver, a quién no le gustan unas patatas fritas con bien de sal. Las de bolsa, eh, no las de restaurante. Aunque bueno, esas también.
• Ácido: Limón, vinagre… Buah, el vinagre no puedo ni olerlo. Me da como una cosa rara, en el estómago… ¿Te pasa a ti?
• Amargo: Café, tónica… ¡Uf! El café sin azúcar es criminal. Aunque mi abuela se lo toma así, dice que así sabe de verdad. Yo no lo entiendo, la verdad.
Luego, por ahí dicen que hay un quinto sabor, el umami ese… Que si el sabor a carne, a setas… No sé, yo nunca lo he pillado. Igual es que tengo las papilas atrofiadas o algo. Este año he ido a un restaurante japonés nuevo y probé un montón de cosas nuevas. Igual por eso lo del umami me suena más ahora, ¿sabes? Pero vamos, que para mí sigue siendo salado, o a saber qué. En fin…
- Papilas en la lengua: Están como agrupadas, en zonas. No es que solo puedas saborear el dulce en la punta, por ejemplo, pero es donde más se concentra ese tipo de papilas.
- No solo la lengua: También hay papilas en el paladar y en la garganta, aunque menos.
- La edad importa: De pequeño se tienen más papilas. Por eso los niños son tan tiquismiquis con la comida, creo yo. A mi me pasaba, odiaba las espinacas. Ahora me encantan.
- Más allá de los sabores: El gusto se mezcla con el olfato, la textura… ¡Prueba a comerte algo tapándote la nariz! No sabe igual, te lo digo yo.
Bueno, pues eso es todo. ¿Quedamos para tomar algo? ¡Unas bravas, por ejemplo! Con mucha sal, claro.
¿Cómo se determina el sabor?
A ver… el sabor. El sabor, el sabor… cómo se determina?
- Gusto + Olfato.
Sí, eso seguro. Pero es más que eso, no? Siempre pienso en cuando estoy constipado, que todo sabe a cartón.
Y luego el cerebro. A ver… cuando como un mango de mi árbol (este año salieron poquitos, snif), no es solo dulce. Es la textura, el olor a verano, el recuerdo de mi abuela que me plantó el arbolito… Todo eso influye, no? El sabor es como una película, tiene banda sonora y efectos especiales.
El cerebro lo junta todo:
- Información de la nariz.
- Información de la boca.
- ¡Y luego el resto! Temperatura, recuerdos, incluso la luz del día…
¿Será por eso que la comida sabe mejor cuando uno está de vacaciones?
Información extra:
- Tengo un árbol de mango en el jardín que plantó mi abuela.
- Este año, 2024, salieron pocos mangos.
- Cuando estoy constipado, todo sabe diferente.
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