¿Cuánto sodio se puede corregir al día?

¿Cuánto sodio se puede corregir al día?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda a los adultos consumir menos de 2000 mg de sodio diarios, lo que equivale a menos de 5 gramos de sal. Este nivel de ingesta ayuda a mantener una presión arterial saludable y reduce el riesgo de enfermedades crónicas como enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.

Reducción gradual de la ingesta de sodio

Reducir la ingesta de sodio es un proceso que debe realizarse gradualmente para evitar efectos adversos como mareos y deshidratación. El cuerpo necesita tiempo para adaptarse a los niveles más bajos de sodio.

Se recomienda reducir la ingesta de sodio no más de 1000 mg por día. Esto significa que si actualmente consumes 3000 mg de sodio diarios, debes reducir tu ingesta a 2000 mg durante las próximas dos semanas y luego a 1000 mg durante las dos semanas siguientes.

Beneficios de reducir la ingesta de sodio

Los beneficios de reducir la ingesta de sodio incluyen:

• Reducción de la presión arterial
• Disminución del riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares
• Mejoría de la salud renal
• Reducción de la retención de líquidos
• Alivio de los síntomas del asma y la EPOC

Consejos para reducir la ingesta de sodio

Aquí tienes algunos consejos para reducir tu ingesta de sodio:

• Lee las etiquetas de los alimentos y evita los productos con alto contenido en sodio.
• Cocina más comidas en casa para controlar la cantidad de sodio que añades.
• Utiliza hierbas, especias y otros condimentos naturales para dar sabor a los alimentos en lugar de sal.
• Evita los alimentos procesados, como embutidos, aperitivos y comidas congeladas, que suelen ser ricos en sodio.
• Limita el consumo de alimentos en conserva y en escabeche.
• Elige verduras y frutas frescas en lugar de enlatadas o congeladas.
• Utiliza sustitutos de la sal bajos en sodio.

Conclusión

Reducir gradualmente la ingesta de sodio a un nivel recomendado por la OMS es esencial para una salud óptima. Al seguir estos consejos, puedes disminuir tu riesgo de enfermedades crónicas y mejorar tu bienestar general. Recuerda que la constancia es clave para obtener los mejores resultados.