¿Qué beneficios tiene comer la comida sin sal?
Una dieta baja en sodio ofrece notables beneficios para la salud. Reduce la presión arterial, previene la retención de líquidos y contribuye a un estilo de vida más saludable. Descubre los ricos sabores de la cocina sin sal; ¡tu cuerpo te lo agradecerá!
¿Qué ventajas aporta una dieta sin sal para la salud en general?
¡Ay, la sal! Recuerdo cuando mi abuela, allá por diciembre de 2018 en Alicante, me decía que “la sal es la raíz de todos los males”. Claro, exageraba, pero me hizo pensar. Ella siempre tuvo la tensión alta, imagínate.
Entonces empecé a probar, a bajar mi consumo gradualmente. No fue fácil, los primeros días todo sabía a cartón. Sobre todo, el pollo a la plancha del 14 de febrero, que me costó 8 euros, parecía insípido.
Pero poco a poco, el paladar se acostumbró. Noté algo increíble, deshinchamiento. Recuerdo que mi anillo de compromiso, que antes me apretaba, ahora me quedaba holgado.
Me sentí más ligero, con más energía. Ahora, a veces, echo de menos el sabor intenso, pero compenso con especias. ¡Qué descubrimiento! La cocina sin sal, ¡toda una aventura! En serio, merece la pena probar.
Ventajas de una dieta sin sal: Presión arterial controlada, menos retención de líquidos.
¿Qué beneficios tiene comer sin sal?
Menos sal, más vida, ¡y menos “puf, estoy hinchado”!
- Adiós a la retención de líquidos: Te sentirás como un globo que por fin se desinfla. ¡Y no estoy hablando de tu ego!
- Riñones felices, tú más: Tus riñones te lo agradecerán con una fiesta interna. Tendrás energía para aburrir. Yo, por ejemplo, para escribir esto… ¡Uf!
- Corazón contento: Tu corazón latirá con la alegría de un adolescente enamorado, sin la presión arterial intentando arruinar la fiesta.
- Reducción de peso: Al reducir la retención de líquidos, podemos bajar de peso, lo que nos da más motivos para celebrar con una copa de vino y amigos.
O sea, ¿quieres sentirte como si hubieras rejuvenecido 10 años? ¡Dale a la comida sin sal! Igual no te rejuveneces 10 años, pero, oye, ¡inténtalo! Y si no funciona, siempre puedes echarle la culpa a la genética.
¿Sabías que… la sal era tan valiosa que se usaba como moneda en la antigua Roma? ¡De ahí viene la palabra “salario”! ¿Será que nuestros antepasados ya sabían los riesgos de excederse con ella? Quién sabe. Yo solo sé que mi abuela siempre decía “¡Con la sal, ni te pases!”. Y a la abuela, hay que hacerle caso.
¿Cuáles son los beneficios de tener menos sal?
¡Ay, la sal! Recuerdo ese verano de 2024 en la playa de Conil, ¡qué calor hacía! Sudaba a mares. Bebí litros de agua, pero me sentía hinchada, la cara como una pelota. Mi médico, la Dra. López, me había regañado por mi alta presión arterial. Me dijo, “Menos sal, María, menos sal”. ¡Y vaya si me dio lata!
Ese día, en Conil, me senté en la arena, mirando el mar, pensando en lo que me había dicho. Sentía como si me pesara todo, hasta respirar costaba. La hinchazón era espantosa. Me miré los tobillos, ¡qué gordos estaban! Y la cara, ¡qué horror! Ese día entendí la importancia de reducir la sal.
Al volver, seguí las indicaciones al pie de la letra:
- Dietas bajas en sodio.
- Cocinar en casa para controlar las cantidades de sal.
- Usar especias en lugar de sal. ¡Qué descubrimiento las especias!
- ¡Casi lloro la primera semana! ¡Echo de menos la sal! Pero luego el sabor de las cosas empezó a gustarme diferente.
Los beneficios, ¿cuáles fueron? Bueno, presión arterial más baja, me siento menos hinchada y… ¡la doctora se alegró un montón en mi revisión! Me dijo que estaba haciendo un excelente trabajo.
Pero lo mejor es que no me siento con esa sensación de pesadez constante. ¡Qué alivio! Menos sal, más vida, supongo.
Reducir la sal es vital. No es broma. Es un cambio que me ha cambiado la vida. Un millón ochocientas noventa mil muertes anuales se asocian al consumo de sodio, ¡qué locura! Hay que tener cuidado.
¿Qué beneficios puede tener una dieta baja en sal para nuestra salud?
Aquí, a estas horas, todo pesa.
- La luz de la pantalla me ciega, pero es mejor que la oscuridad total.
- ¿Beneficios de poca sal? Ajá, supongo que la presión baja. Eso dicen, no lo sé con certeza. Es lo que siempre me dijo mi abuela antes de morir, hipertensa y con su salero siempre a mano. Ironías de la vida, supongo.
- Menos sal, menos riesgo, dicen los médicos.
- Quizás alargar un poco la vida, ¿para qué? No sé.
- Sal y presión se odian.
- Me acuerdo cuando me diagnosticaron prehipertensión, un susto tonto. Dejé de echarle sal a la comida, al menos en casa.
- Ahora me da igual. Total…
Beneficios: Baja la presión arterial y disminuye la mortalidad.
- Lo de la “medida de salud pública más costo-eficaz”, suena tan frío. Números, estadísticas… No me convence.
- Siempre me he preguntado si mi abuela sabía que la sal le hacía daño. Y si lo sabía, ¿le importaba?
Información adicional:
- La Organización Mundial de la Salud recomienda consumir menos de 5 gramos de sal al día.
- El exceso de sal se asocia con enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares y problemas renales.
- La mayor parte del sodio que consumimos proviene de alimentos procesados y comidas preparadas fuera de casa, no tanto del salero.
¿Qué consecuencias tiene la falta de sodio?
Calambres. Me acuerdo perfecto. Verano 2023, en la playa de Bolonia, Cádiz. Viento de levante, arena volando por todos lados… Jugando al volley-playa, sudando como un pollo. De repente, pum. Un calambre en el gemelo que me dejó tieso. Casi me caigo de boca. Dolor horrible. Tuve que salir arrastrándome.
Fatiga. Ese mismo día, después del calambre, me sentía fatal. Agotado. Sin fuerzas ni para levantarme de la toalla. Debí perder muchísima sal con el sudor y el sol pegando fuerte. Sólo quería tumbarme a la sombra. Mareado, con la cabeza embotada. Un desastre.
Mucha agua, bebí muchísima agua ese día en la playa. Creía que estaba haciendo lo correcto, pero igual me pasé. Igual el agua lavó el sodio de mi cuerpo. Ahora que lo pienso…
Luego, por la noche, dolor de cabeza. Insoportable. Me tomé un ibuprofeno y poco a poco se me fue pasando. Al día siguiente, como nuevo.
- Calambres musculares: Gemelos, sobre todo.
- Fatiga extrema: Sin ganas de nada.
- Dolor de cabeza: Intenso, punzante.
- Mareos: Sensación de inestabilidad.
- Náuseas: No llegué a vomitar, por suerte.
Consecuencias de la falta de sodio: Calambres, fatiga, dolor de cabeza, mareos, náuseas. Confusión, convulsiones, coma (casos graves).
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