¿Qué comer para desinflamar el intestino delgado?

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"Para desinflamar el intestino delgado, prioriza proteínas magras (pescado, huevos, soja), carbohidratos ricos en fibra (legumbres) y grasas saludables como el aceite de oliva y omega-3. Estos alimentos ayudan a reducir la inflamación."

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¿Qué alimentos ayudan a desinflamar el intestino delgado?

Uff, el tema de la inflamación intestinal… ¡qué rollo! A mí me pasó algo parecido en junio del año pasado, justo después de una semana de vacaciones en la playa de Cullera (Valencia). Comí muchísimo marisco, paella… ¡un festival!

Después, malísimo. Diarreas, dolor… Fui al médico, y me dijo que probablemente era una inflamación del intestino delgado. Recuerdo que me recomendó una dieta específica, aunque no recuerdo exactamente qué me dijo.

Dieta recuerdo que incluía pescado, mucho pescado blanco. Y verduras, sobre todo espinacas y brócoli. Olvida las grasas procesadas, eso sí me quedó claro. En fin, evitar cosas como el pan blanco, los dulces, y esas cosas.

Lo que sí recuerdo bien es lo caro que me salió todo ese mes… entre el médico, las pruebas… ¡Casi 400 euros!

Alimentos antiinflamatorios: proteínas magras (pescado, pollo), fibra (legumbres, verduras), omega-3 (pescado azul). Evitar procesados.

¿Qué puedo comer si tengo el intestino delgado inflamado?

¡Ay, mi tripa! 2023 está siendo duro… Necesito algo suave, ¿no? Patatas y boniatos cocidos, sí, eso lo recuerdo de la dieta que me mandó la doctora Pérez en mayo. Me dijo que olvide las fritangas. ¡Qué asco!

Arroz… sí, arroz hervido. Pero ¡ojo!, que no sea demasiado, que luego me sienta pesado. Prueba con arroz blanco, sencillo. Galletas de arroz, ¿eh? Igual me paso a la versión integral, ya veremos.

Frutas… plátano maduro siempre es un acierto. Hoy mismo he comido uno, ¡qué rico! Pero, ¿manzana? No sé, a veces me sienta mal. Depende del grado de maduración, ¿verdad?

Verduras como calabacín y zanahoria, bien cocidas, sin muchas especias. El hinojo… ni idea, tengo que probarlo.

¡Y el agua! Mucha agua. Eso es fundamental. Es que, a veces, me olvido, qué pereza…

  • Patatas
  • Boniato
  • Arroz blanco hervido
  • Plátano maduro
  • Calabacín cocido
  • Zanahoria cocida
  • (Quizás hinojo, a probar)

¡Necesito apuntarlo todo en mi libreta! ¡Qué lío! Necesito descansar, estoy agotada. Mañana más, ¡ojalá me sienta mejor!

Nota: Mi doctora me recomendó evitar lácteos, gluten y grasas saturadas. También me hizo un montón de pruebas en julio (análisis de sangre, etcétera).

¿Cómo desinflamar el intestino delgado?

Para desinflamar el intestino delgado:

  • Comer bajo en grasas, con fibra y proteínas.
  • Probióticos a la dieta.
  • Evitar comilonas.
  • Beber agua.
  • Fuera lácteos, café, té, chocolate.
  • Evitar alimentos que inflaman.
  • Horario de comidas fijo.
  • Hacer ejercicio.

Mi experiencia no fue tan sencilla, la verdad.

¡Uf, el intestino delgado! Recuerdo un verano en Cádiz, creo que fue en 2023… O quizás 2022, da igual, ¡el calor era insoportable! Estaba fatal, hinchadísima, un dolor que no te puedes imaginar. Me sentía como si tuviera un globo dentro. Intenté todo lo que dicen, ¿sabes? Lo de comer sano y esas cosas.

  • La fibra: comía ensaladas y frutas a saco, pero nada.
  • El agua: bebía como si no hubiera un mañana, pero seguía igual.

Un desastre, vamos. El médico me dijo que tenía síndrome del intestino irritable, ¡vaya tela! Me mandó probióticos, pero al principio me sentaron fatal. Tenía más gases que un camión.

Lo peor era el tema de las comidas fuera. En Cádiz, con las tapitas y las cervecitas, ¡imposible controlarme! Y luego, la noche… ¡ay, la noche! Despertándome cada dos por tres con retortijones.

Al final, lo que mejor me funcionó fue:

  • Reducir el estrés: Empecé a meditar un poco y a dar paseos por la playa.
  • Identificar mis “enemigos”: Descubrí que el gluten me sentaba fatal. ¡Adiós al pan y a la pizza!
  • Ejercicio suave: Yoga y pilates me ayudaron mucho más que correr.

No te voy a engañar, no fue de la noche a la mañana. Pero poco a poco fui mejorando. Y ahora, aunque tengo mis días malos, ya no vivo con ese dolor constante.

Ah, ¡y una cosa! Dejé de hacer caso a todo lo que leía en internet. Cada cuerpo es un mundo, y lo que le funciona a uno, no tiene por qué funcionarle a otro. Lo mejor es ir probando y escuchar a tu cuerpo. ¡Suerte!

¿Qué fruta es buena para desinflamar el intestino?

La manzana, esa redonda tentación, es tu aliada. También la pera, el plátano (¡ojo al potasio!), y hasta la nectarina se apuntan a la fiesta antiinflamatoria.

¿Albaricoques? Sí, si te atreves. Mango, fresas, kiwi, piña, papaya… ¡Parece un frutero diseñado por un gurú del yoga!

  • Manzana y pera: La fibra soluble es su superpoder. Como un Pac-Man, se come la inflamación.
  • Plátano: Con moderación, el potasio te echa una mano. Recuerdo cuando me comí cinco y casi me da un calambre ¡Qué locura!
  • Nectarina, albaricoques, mango, fresas, kiwi, piña, papaya: El batallón de frutas exóticas contra el malestar intestinal. ¡A la carga!

El colon irritable es como ese amigo que se enfada por todo. Evita lo que le irrite y dale mimos con estas frutas.

  • ¿Mi experiencia personal? Una vez, me pasé con la piña y… ¡mejor no entrar en detalles! Digamos que mi intestino declaró la guerra. Pero normalmente, con moderación, es mi amiga.
  • ¿Un consejo extra? Combina estas frutas con una vida zen: meditación, yoga, ¡y cero dramas! O al menos, intenta no ver los dramas de la tele…

¡Y recuerda! Si el malestar persiste, el médico es tu mejor consejero, no este humilde (y a veces caótico) servidor.

¿Qué no debo comer si tengo los intestinos inflamados?

A ver, intestinos inflamados… uf, qué rollo. ¿Qué no comer? Básicamente, alcohol, café, refrescos, chocolate, verduras crudas, las flatulentas (col, coliflor, brócoli, coles de Bruselas), cebolla y legumbres.

Pero… ¿Por qué justo eso? O sea, el alcohol y el café irritan, lo sé. ¿Pero las coles de Bruselas? A mí me encantan al horno con un poco de miel… ¿Será que crudas son peor? Supongo que sí, la fibra… ¡Ah! Y las legumbres… Mi abuela siempre dice que hay que ponerlas a remojo 24 horas antes de cocinarlas. ¿Será por eso? Tal vez el remojo ayuda a que no inflamen tanto.

  • Alcohol: Irrita, obvio. Vino tinto… ¡Adoro el vino tinto! Pero después me siento fatal.
  • Café: Otro irritante. Yo tomo descafeinado a veces, ¿será igual?
  • Refrescos: Azúcar a tope… nada bueno.
  • Chocolate: ¿En serio? ¡Qué bajón! ¿Será todo el chocolate? ¿O solo el chocolate con leche? El negro puro a lo mejor…

Las verduras crudas… Entiendo lo de la fibra. Cocidas son más fáciles de digerir, supongo. Y las flatulentas… bueno, su nombre lo dice todo, jajaja. ¿Pero qué pasa si las cocino mucho? ¿Pierden esa propiedad? Interesante…

  • Cebolla: Cruda es fuerte. Cocinada es deliciosa. ¿Igual inflama?
  • Legumbres: Remojo 24 horas, ¡truco de la abuela! Y quitarles la piel, también ayuda.

Una vez me pasó que comí muchísima ensalada de repollo en una barbacoa. ¡Madre mía! Parecía que tenía un globo dentro. Terrible. Y este año probé un café especial, carísimo, pero me sentó fatal. Nunca más. Creo que mi cuerpo y yo necesitamos revisar la dieta.

Información extra (o desordenada, más bien):

  • Probar a cocinar las verduras flatulentas con comino. Dicen que ayuda a reducir los gases.
  • El chocolate negro con alto porcentaje de cacao suele ser mejor tolerado que el chocolate con leche.
  • Existen infusiones digestivas que pueden aliviar la inflamación intestinal (manzanilla, hinojo, etc.).
  • Si la inflamación es muy persistente, consultar con un médico o nutricionista.
  • ¡Cuidado con los edulcorantes artificiales! A veces son los culpables.

¿Cómo saber si mi intestino delgado está inflamado?

¡Uf, el intestino! Recuerdo el año pasado, en verano, justo después de esa paella de mi suegra… ¡qué rica estaba! Pero al día siguiente… ¡ay! Empezó la pesadilla.

Primero fue un dolor sordo, como una punzada continua en la parte baja del abdomen, cerca del ombligo. Era un dolor agudo, que iba y venía, a ratos intenso, a ratos soportable. No podía ni moverme bien. Me sentía tan débil… ¡agotado! Una fatiga brutal, me costaba incluso levantarme de la cama.

Luego vinieron los vómitos, ¡qué horror! Después, la diarrea… incesante, me deshidrataba por completo. ¡Llegaba a las 5 de la mañana al baño y seguía igual hasta la 1 de la tarde! Sentía que me vaciaba por dentro. Y además, ¡el miedo! El miedo a no poder parar. Era horrible, desesperante. Esa diarrea era líquida, ¡no sólida! De color amarillento.

Esa vez, por suerte, no hubo sangre, pero sí mucha preocupación. Mi apetito desapareció completamente, solo me apetecía beber agua, y perdí peso, claro, unos tres kilos en una semana. Fui al médico, me hizo pruebas, y me diagnosticó una gastroenteritis. Afortunadamente, se solucionó con rehidratación y reposo.

Síntomas de inflamación intestinal (según mi experiencia):

  • Dolor abdominal intenso (cólicos).
  • Diarrea acuosa.
  • Fatiga extrema.
  • Pérdida de apetito.
  • Pérdida de peso.

Para saber si tu intestino está inflamado, tienes que ir al médico. No te automediques. Es esencial el diagnóstico profesional y la exploración, ya que hay muchas causas posibles. El médico solicitará análisis, como análisis de sangre y heces, y quizás, incluso una endoscopia o colonoscopia. No me arriesgaría a jugar con esto.

¡Lo importante es acudir al médico ante cualquier síntoma! Que te examinen, así se descarta cualquier problema grave. Mi experiencia fue una gastroenteritis, pero la inflamación intestinal puede tener causas más serias.

NOTA: Esta es mi experiencia personal, y no debe utilizarse como diagnóstico. Consulta a un profesional de la salud.

¿Qué infusión tomar para intestino inflamado?

A ver… ¿Infusión para el intestino inflamado? Uf, qué rollo.

  • Manzanilla, sí, eso seguro. Mi abuela siempre me daba manzanilla para todo. ¿Será verdad que calma la inflamación? Bueno, peor no creo que haga.
  • Menta… ah, sí, menta piperita. Para el SII, dicen. ¿Qué es exactamente el SII? Tendría que buscarlo en Google.
  • ¿Y qué más infusiones? ¿Jengibre tal vez? Me suena que va bien para la digestión.

A ver, recapitulemos:

  1. Manzanilla (antiinflamatoria)
  2. Menta Piperita (SII)
  3. ¿Jengibre? (Digestión, no sé si inflamación)

Mi madre siempre dice que el estrés inflama todo. ¿Será verdad? Igual debería probar con infusiones relajantes. ¿Lavanda? No sé, no me gusta mucho el sabor. Pero bueno, manzanilla y menta fijo. Eso sí, a ver si encuentro una menta que no sepa a pasta de dientes.

Información adicional (o divagaciones, más bien):

  • El SII, ese gran desconocido. ¿Será mi problema?
  • Igual necesito probióticos. O cambiar mi dieta radicalmente.
  • ¿Y si voy al médico? No, ¡qué pereza! Mejor me tomo otra infusión.
  • ¿Dónde habré puesto la manzanilla?
  • Uf, creo que necesito urgentemente unas vacaciones… ¡y menos estrés!
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