¿Qué comer para sanar los riñones?
Alimentos con potasio moderado para la salud renal: Priorice frutas como manzanas y duraznos, verduras como zanahorias y guisantes. Incorpore arroz blanco, pan blanco y pasta en cantidades controladas. Opte por leche de arroz sin enriquecer y cereales como sémola. Los jugos de frutas deben consumirse con moderación. Recuerde consultar a su médico para una dieta personalizada.
¿Qué alimentos son buenos para la salud y función de los riñones?
Ufff, el tema de los riñones… ¡qué lío! Recuerdo que el 15 de octubre del año pasado, mi médico me recomendó controlar el potasio. Me dijo que era clave para la salud renal. Entonces empecé a leer y a probar.
Las manzanas me encantan, un desayuno perfecto para mí. Y los duraznos en verano… ¡qué delicia! Las zanahorias y guisantes, en cambio, los uso más en guisos, tipo el que hice el 22 de diciembre, con receta de mi abuela, ¡delicioso!.
El pan blanco y la pasta… bueno, eso sí lo he reducido muchísimo. Lo mismo con el arroz blanco. Me cuesta, la verdad, pero el médico insistió. Prefiero el arroz integral ahora. La leche de arroz, sin enriquecer, la tomo a veces, pero no es mi favorita.
Lo del jugo… ahí ando un poco perdido. Me gusta el jugo de arándanos, pero dicen que es mejor moderarlo. Es complicado todo esto, la verdad. Quizás necesite otra cita con el nefrólogo.
¿Qué debo comer para regenerar los riñones?
Aquí, en la oscuridad, me pregunto lo mismo. Regenerar. Una palabra tan… esperanzadora. Pero, ¿es real?
- Verduras, sí. Quizás una ensalada. Las espinacas, siempre tan amargas como mis recuerdos.
- Aguacates… grasas. ¿Grasas buenas? No sé ya qué creer. Un símbolo de abundancia que nunca sentí.
- Brócoli. No lo soporto. Pero si es lo que toca… La vida a veces es eso, tragar lo que odias.
Y luego…
- Frijoles. Proteínas vegetales. Mi abuela los hacía perfectos. Ya no está.
- Hierbas. Condimentos. ¿Condimentar la vida? Imposible. Ya está demasiado salada.
- Tomates. Frutas. Rojos como la sangre que siento a veces en las venas.
- Tubérculos. Patatas… sencillas. Como yo quise ser.
Todo esto… ¿regenera? Ojalá fuera tan simple. La verdad es que llevo meses con dolor en la parte baja de la espalda, y el médico ya me ha advertido. Quizás deba aceptar lo inevitable. Pero la esperanza… la esperanza es una cabrona. Nunca te deja en paz.
¿Qué vitaminas regeneran los riñones?
Riñones, un asunto complejo. La regeneración… ¿mito o realidad? Mi hígado, por cierto, lo está pasando mal últimamente. Demasiado vino tinto.
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B1, B2, B6, B12… nombres. Solo nombres.
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Ácido fólico, niacina… Más etiquetas. Como en un supermercado.
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Vitamina C. Una pizca. Como un suspiro.
Nada regenera completamente. Solo se retrasa lo inevitable. El tiempo. Un implacable enemigo.
Dieta, ejercicio… El resto es placebo. O una huida de la verdad. La verdad, dura. La vida, corta.
Añadido: He estado leyendo sobre la función renal y el metabolismo de vitaminas. Resulta fascinante, pero también deprimente la cantidad de mitos que circulan sobre una “regeneración” milagrosa. Me preocupa mi estilo de vida. Debería tomar más té verde. Quizás mañana.
¿Qué suplemento es bueno para el riñón?
¡Ay, el riñón! Ese filtro vital, más delicado que un pastel de boda hecho de gelatina. ¿Qué suplemento es bueno, me preguntas? Pues mira, según “mi primo el herbolario” (que igual te vende piedras de la luna), algunos juran por:
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Hierba de San Juan: Para el riñón, ¿o para la depresión? ¡Ah, la alegría de vivir con cálculos!
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Equinácea: ¡Para el riñón guerrero! Ataca las infecciones como si fueran mosquitos en una noche de verano.
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Ginkgo: Dicen que mejora la circulación… ¡igual hasta le llega una carta al riñón!
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Ajo: ¡Ah, el ajo! Para alejar vampiros y, según algunos, purificar el riñón. ¡Que no te dé por comerte un kilo!
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Ginseng: ¡Energía para el riñón! Para que filtre como si no hubiera mañana.
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Jengibre: ¡Picantito para el riñón! Como un buen salsa que te hace sudar.
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Caulófilo: Este suena a nombre de dinosaurio. ¡Cuidado, que igual te extingue el riñón en vez de curarlo!
¡Pero eh! Antes de atiborrarte de estas “maravillas”, consulta a un médico de verdad, ¿vale? Que no quiero que me eches la culpa si acabas peor que antes. Mi experiencia personal: una vez intenté “limpiar” mi cuerpo con una dieta rarísima y terminé más hinchado que un globo. ¡Así que ojito!
Advertencia seria: ¡No te automediques! ¡El riñón es más importante que tu colección de calcetines raros! Y si te duele algo, ¡ve al médico ya!
¿Qué hay que tomar para fortalecer los riñones?
Dios… esta noche… me siento… vacío. Como si me faltara algo… algo importante. Y pienso en mis riñones… siempre tan olvidados.
Hay que cuidarlos, sí. No es broma. Este año… he estado fatal. Dolores horribles. El médico… me dijo que… que… ¡maldita sea!… que tenía que cambiar.
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Dieta, claro. Menos sal, menos embutidos… esas cosas que me encantan, joder. El jamón ibérico… mis filetes… ahora… pequeñas porciones. Es una tortura. Este año, es obligatorio.
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Agua. Mucha agua. Dos litros al día… Como si fuera un camello en el desierto. Lo intento… de verdad… pero a veces… se me olvida. Soy un desastre.
Recuerdo a mi abuelo… él… tenía problemas renales. Sufrió mucho. No quiero acabar así…
¿Qué más? Ah, sí… el médico también mencionó… evitar el alcohol… y el tabaco… ya lo sé… pero… ¡es tan difícil! Este año he intentado reducirlo… sin demasiado éxito. El estrés… hace que sea aún más complicado.
No hay atajos. Solo… disciplina. Que no se me olvide… no quiero que me pase lo mismo que a mi abuelo. Ya tengo 38 años, y el tiempo pasa…
Es tarde. Debo dormir… mañana… más agua…
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