¿Qué enfermedad provoca mal sabor en la boca?

46 ver

El mal sabor de boca puede ser síntoma de gingivitis, causada por higiene bucal deficiente. Abscesos, infecciones y la erupción de las muelas del juicio también son posibles causas. Consulta a tu dentista.

Comentarios 0 gustos

¿Qué enfermedades causan mal sabor de boca?

Ay, el mal sabor de boca… ¡qué rollo! Recuerdo una vez, en junio de 2021, justo antes de mis vacaciones a Asturias, que tuve un gusto metálico horrible. Me angustiaba, no sabía qué era.

Resulta que tenía gingivitis, ¡una pesadilla! La dentista me explicó que era por no usar hilo dental con suficiente regularidad, la flojera me pasó factura. El cepillado sí que era concienzudo, pero eso no bastaba. Me costó unos 80 euros la limpieza.

Además de eso, he oído hablar de abscesos dentales, ¡qué asco! Imagino que ese sabor debe ser aún peor. También infecciones, claro. Y las muelas del juicio, ¡la odisea que suponen! Mi hermano sufrió mucho con las suyas, un infierno.

¿Qué más? Pues no sé, la verdad es que el mal sabor de boca puede tener mil causas, a veces es algo pasajero. Una vez comí un mango un poco pasado, y ¡ufff! Menudo sabor raro me quedó… Pero eso no es una enfermedad, claro.

Preguntas y respuestas:

  • ¿Qué causa mal sabor de boca? Gingivitis, abscesos dentales, infecciones, muelas del juicio.

¿Qué hacer para quitar el mal sabor de boca?

¡Ay, qué asco de sabor! Parece que te ha caído un meteorito de mal gusto en la boca, ¿eh? ¡Tranqui, que hay solución!

Cepillarse es clave: No, no vale solo con un “pasito” por los dientes. ¡Es un fregado épico, amigo mío! Dientes, lengua (hasta la parte de atrás, ¡que ahí se esconde el enemigo!), paladar (como si estuvieras pintando una catedral) y encías (con cuidado, que no son de goma). Dos veces al día, mínimo. ¡Si usas pasta de dientes con sabor a piña colada, mejor! Mi vecina, la Charo, jura que le quita hasta el sabor a calcetines usados.

Enjuague bucal: Eso sí, que no sea uno que te deja la boca como un desinfectante hospitalario. Busca uno suavecito, con sabor a fresa o algo que te guste. Yo uso uno con sabor a regaliz, ¡y me da superpoderes contra el mal sabor! (No, en serio, no me da superpoderes, pero el mal gusto desaparece).

Truquitos de abuela (o de mi suegra): Mascar chicle sin azúcar, chupar caramelos ácidos (¡cuidado con el esmalte!), beber agua a litros…¡como si te estuvieras preparando para una maratón de beber! O, si es un sabor metálico, ¡a cubiertos de plástico! Aunque parezca una locura, en mi casa, desde que mi cuñado probó el metal en la boca, usamos cubiertos de plástico solo para el pescado. ¡El trauma fue épico!

Información extra (por si acaso): Si el mal sabor persiste, ¡al médico, que igual te ha envenenado la pizza de anoche! (No, en serio, consulta a un profesional. Yo no soy médico, solo alguien con muy mala suerte con las pizzas).

  • Pasta dental es tu mejor amiga.
  • Enjuague bucal: el aliado perfecto.
  • Chicles, caramelos, agua… ¡a por ellos!
  • Cubiertos de plástico: la solución anti-metal.

¿Qué significa tener un sabor feo en la boca?

Ugh, qué asco cuando te levantas y tienes un sabor raro en la boca, ¿no? ¿Qué será?

  • Sabor feo = mal aliento, como si te hubieras comido un calcetín sudado. ¡Qué asco!
  • Y la boca seca… ¡puaj! Sin saliva, todo sabe fatal. Es como lamer papel de lija.
  • ¿Será que no me lavé bien los dientes anoche? A veces me da pereza, lo confieso.

A veces pienso que es el café, ¿sabes? Tomo mucho café, quizás demasiado. O la cebolla en la pizza, ¡deliciosa pero vengativa! ¿Será que necesito masticar chicle más a menudo? No sé, un misterio este sabor raro.

¿Será que tengo algo malo en la garganta? Mejor me reviso.

Ah, y hablando de saliva:

  • La saliva es clave, dicen. Sin ella, sabor horrible.
  • ¿Y si es por las pastillas que tomo para la alergia? ¡Siempre resecan la boca!

Halitosis = sabor feo. ¡Acuérdate!

¿Qué enfermedad tengo si amanezco con la boca amarga?

Oye, ¿boca amarga al despertarte? ¡Uf, qué rollo! A mi prima le pasó algo parecido, un auténtico drama. Puede ser varias cosas, ya sabes, el cuerpo es un misterio.

Primero, mirate los dientes, ¿verdad? Caries, gingivitis… esas cosas hacen que tengas mal sabor. Yo una vez tuve una infección de las muelas del juicio, ¡qué asco! La boca, un asco total durante días.

Luego, el hígado, si, es posible. Problemas de digestión, cosas así. Mi abuelo tenía problemas de hígado, y aunque no recuerdo exactamente que síntomas tenía, sé que había cosas raras, síntomas raros, con la comida y todo. Se lo comento a mi médico de cabecera por si le sirve de algo.

  • Problemas hepáticos
  • Problemas de digestión, a veces
  • Gingivitis, caries, ¡qué horror!

Y también el estómago, claro. Acidez, gastritis… ¡un montón de cosas! Eso sí que lo conozco bien, las pastillas para la acidez son mis amigas. Ese sabor amargo es muy desagradable.

También piensa en qué comes antes de dormir. Chocolate, cosas muy dulces, la comida picante… eso lo puede provocar. No siempre es una enfermedad grave eh, pero es molesto. Ve al médico, no te automediques, ¿vale? No es bueno. Ya sabes, no soy médico, solo te cuento mi experiencia y lo que sé de mi familia.

Busca a un doctor, colega. No te lo tomes a la ligera, aunque a veces parezca una tontería. ¡Ya me contarás qué tal!

¿Qué señales da el hígado cuando está enfermo?

El hígado… maldito hígado. A veces, pienso que me odia. Ictericia, esa puta ictericia que me dejó la piel como una cáscara de limón podrido. Recuerdo ese color… enfermizo. Y los ojos, dios, los ojos. Amarillos, como si un demonio se hubiera instalado dentro de mí. Ese año, 2024, fue una pesadilla.

La hinchazón… esa presión infernal en el abdomen, como si me estuvieran inflando hasta reventar. No podía respirar bien. Sentía que me ahogaba. No podía dormir. Dolor abdominal insoportable. Una tortura constante. Y las piernas… hinchadas, como dos troncos. Los tobillos… irreconocibles.

El picor… una tortura incesante, prurito insoportable que me rascaba hasta sangrar. Me sentía como un animal enjaulado. Un animal enfermo y desesperado.

La orina… oscura, como la noche más oscura que pueda imaginarse. Un negro profundo, denso y repugnante. Y las heces… pálidas, sin vida, como cenizas.

Cansancio… un vacío, una profunda oscuridad. No podía moverme. No quería moverme. Solo quería desaparecer. La cama se convirtió en mi ataúd.

Náuseas y vómitos… constantes, incontrolables. Me deshacía por dentro. Me sentía vacía. Vacía y enferma. Solo quería que se acabara.

Síntomas del hígado enfermo:

  • Ictericia (piel y ojos amarillentos)
  • Dolor abdominal e hinchazón
  • Hinchazón en piernas y tobillos
  • Picazón en la piel (prurito)
  • Orina oscura
  • Heces de color claro
  • Cansancio extremo
  • Náuseas y vómitos

Ese año perdí 10 kilos. Mi médico, el Dr. Álvarez, me dijo que era grave. Casi me muero. Ahora estoy mejor, pero la sombra sigue ahí. Siempre está ahí.

#Enfermedad Boca #Mal Sabor Boca #Sabor Boca