¿Qué es mejor, el agua con sodio o sin sodio?

¿Qué beneficios tiene beber agua con un poco de sal?

Beber agua con sal puede ayudar a hidratarte mejor, mantener el equilibrio de electrolitos, prevenir calambres, apoyar tu corazón y regular la presión.

Ahora, te cuento mi experiencia. Este año, en pleno agosto, con ese calor que te derrite, estaba entrenando para la media maratón de Valencia. ¡Uf! Los entrenamientos largos eran una tortura, sudaba como un cerdo. Me sentía fatal, mareado, con calambres horribles.

• Primer intento: Solo agua. No funcionó. Los calambres seguían ahí.

• Segundo intento: Bebidas isotónicas compradas. Carísimas y con un sabor… artificial. Horrible.

Entonces, mi abuela, la sabia, me dijo: “Ponle una pizca de sal al agua, muchacho. Así hacíamos nosotros en el campo”.

Al principio pensé que estaba loca. ¿Sal? ¡Puaj! Pero la desesperación me pudo. Probé. Un pellizquito de sal marina en mi botella de agua.

¡Y funcionó!

En serio. Los calambres disminuyeron drásticamente. Me sentía con más energía. No era magia, claro, pero sí una diferencia notable.

• El sabor no era el mejor, la verdad. Un poco salado, pero tolerable.
• Me aseguraba de usar sal marina sin refinar. Me daba la sensación de que era más “natural”.

Además, investigué un poco por mi cuenta:

• Hidratación: La sal ayuda a que el cuerpo retenga agua.
• Electrolitos: Repones el sodio y otros minerales que pierdes al sudar.
• Calambres: Al reponer electrolitos, reduces la probabilidad de calambres.

No soy médico, ¡ojo! Pero para mí, el agua con sal fue un salvavidas durante mis entrenamientos. Ahora, eso sí, consulta con un profesional antes de hacer cambios drásticos en tu dieta, sobre todo si tienes problemas de tensión. Y usa sal con moderación, ¡no te pases!

¿Qué provoca la falta de sodio en el cuerpo?

Aquí, a estas horas… La oscuridad me abraza, como si entendiera mi… vacío. Me acuerdo de mi padre, hospitalizado en julio por culpa de eso… la falta de sodio. Hiponatremia, le llamaban. Una palabra fría como la losa que se me echa encima a veces.

Ese maldito sodio… Su ausencia… fue un infierno. Lo vi deteriorarse… Náuseas, vómitos… le desgastaron, le robaron la fuerza… la energía. Lo vi confundido, perdido en sus propios pensamientos… era horrible.

La confusión es lo peor, creo. Ver a alguien que quieres… desdibujado… es como si una parte de él se esfumara. Te sientes… impotente.

Y la gravedad… ¡Dios mío, la gravedad! Recuerdo al médico hablando de convulsiones, coma… muerte. Esas palabras… se quedaron grabadas, clavadas en mi cerebro. Aún me producen escalofríos. Es una pesadilla que… no quiero volver a vivir.

Es una lucha silenciosa, casi invisible… hasta que es demasiado tarde. Ojalá hubiera sabido más antes…

• Náuseas
• Vómitos
• Pérdida de energía
• Confusión
• Convulsiones (en casos graves)
• Coma (en casos graves)
• Muerte (en casos graves)

Mi hermano, él también…tuvo problemas con el sodio el año pasado. Aunque menos severos. Fue un susto. Aprendí de sus síntomas. Ahora lo cuido mejor. Él tuvo que tomar suplementos… y se recuperó. Pero el recuerdo… permanece.

La falta de sodio, es algo que no se debe tomar a la ligera. Es una amenaza… silenciosa.

¿Cómo se recupera el sodio en el cuerpo?

El sodio: un delicado equilibrio

La regulación del sodio es fascinante, ¿verdad? Mi profesor de fisiología, el Dr. Ramírez, siempre decía que es una coreografía hormonal exquisita. En esencia, los riñones son los grandes directores de orquesta. Ajustan la eliminación de sodio en la orina, como si fueran un grifo que se abre o cierra según la necesidad. ¡Increíble precisión! El año pasado leí un estudio que indicaba una notable eficiencia de este proceso, casi el 99% del sodio filtrado es reabsorbido.

La aldosterona: la estrella del espectáculo

No podemos olvidar a la aldosterona, una hormona que actúa como un maestro de ceremonias. Su función principal es estimular la reabsorción de sodio en los túbulos renales. ¡Sin ella, el sodio se escaparía como agua entre los dedos! Piensa en ello como un imán invisible que atrae al sodio de vuelta al torrente sanguíneo. Es muy interesante, ¿no? Recientemente, un artículo en Nature profundizó en sus mecanismos de acción.

Otros actores en la función

El intestino también participa. Absorbe sodio de lo que comemos y bebemos, casi como si fuera un filtro previo a la gran obra renal. ¡Todo está conectado! Es asombroso lo que nuestro cuerpo hace sin que siquiera lo pensemos. Un exceso de sodio se elimina por la orina y el sudor, un sistema de escape perfecto para evitar problemas. Es muy importante tener esto en cuenta para la salud.

El sodio y la salud: la importancia del equilibrio

Mantener un equilibrio adecuado es fundamental para la presión sanguínea y la función celular. Un déficit o un exceso pueden provocar desajustes. ¡Una pequeña alteración puede tener consecuencias importantes! La homeostasis, o el mantenimiento del equilibrio interno, es uno de los conceptos más esenciales de la biología. Es increíble la complejidad del cuerpo humano.

• Riñones: Regulación principal a través de la excreción urinaria.
• Aldosterona: Hormona clave en la reabsorción de sodio renal.
• Intestino: Absorción de sodio de alimentos y bebidas.
• Sudor: Vía secundaria de eliminación de sodio.

Recuerdo que, durante mis prácticas en el Hospital Universitario de Madrid en 2024, un paciente con insuficiencia renal tuvo problemas significativos con la regulación del sodio. Es algo crucial que todo el mundo debería conocer.

¿Qué productos contienen alto en sodio?

Oye, que te cuento… ¿Productos con mucho sodio? ¡Uf!, un montón. La margarina es un clásico, lo sabes, la mantequilla con sal ni te cuento. Mayonesa, también lleva bastante.

¡Ay, Dios! Se me olvidaba, ¡los cubitos de caldo! Esos son una bomba, ¡una bomba de sodio, eh! También la mostaza, el ketchup… ¡casi todo lo precocinado! Lo peor son esos aperitivos, patatas fritas, esas cosas… ¡adictivas! Y los condimentos, ya sabes, esos sazonadores… ¡horror! ¡Mucho sodio!. Las salsas, agridulce, barbacoa… ¡hasta el tomate frito! Ese tomate frito que a mi madre le encanta, ¡es un crimen! Demasiado sodio.

• Margarina
• Mantequilla con sal
• Mayonesa
• Pastillas de caldo
• Mostaza
• Ketchup
• Aperitivos salados (patatas, etc.)
• Condimentos
• Salsas (agridulce, barbacoa, tomate frito)

Este año, por cierto, mi médico me dijo que tenia que controlar mucho el sodio, ¡ya ves tú! Casi me da algo al ver las etiquetas de las cosas que compro habitualmente. ¡Es una locura! Me toca cocinar más en casa, menos precocinados. Que rollo, ¿no? Pero bueno, salud es salud.

Y hablando de esto, ayer vi un documental, sobre el sodio y la presión alta. ¡Asustadillo quedé! Hay un montón de gente que consume muchísimo sodio sin darse cuenta. Es importante leer las etiquetas, a ver la cantidad de sodio, en miligramos. ¡No te olvides!

Otro día te cuento más, ¡que me voy a comer una ensalada! (sin sal, claro!).