¿Qué medicamento te ayuda a subir de peso?

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Algunos medicamentos pueden causar aumento de peso como efecto secundario. Entre ellos se encuentran:

  • Anticonceptivos orales.
  • Corticosteroides.
  • Medicamentos para tratar la depresión, trastorno bipolar o esquizofrenia.
  • Ciertos fármacos para la diabetes.

Consulta a tu médico si experimentas aumento de peso indeseado mientras tomas algún medicamento.

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¿Subir de peso con medicamentos?

A ver, si te digo la verdad, esto de los medicamentos y el aumento de peso es algo que a mí me toca de cerca. Recuerdo perfectamente cuando empecé a tomar ciertas pastillas y, de repente, ¡pum!, la báscula empezó a marcar números que no me hacían ninguna gracia.

Es frustrante, ¿verdad? Sobre todo porque uno está intentando cuidar su salud, y luego resulta que el remedio es peor que la enfermedad… o algo así.

Sí, existen medicamentos que pueden causar aumento de peso. Aquí te doy algunos ejemplos:

  • Píldoras anticonceptivas
  • Corticosteroides
  • Algunos fármacos para el trastorno bipolar, esquizofrenia y depresión
  • Algunos fármacos para la diabetes

Por ejemplo, una amiga mía tuvo que cambiar de anticonceptivo porque sentía que retenía mucho líquido. Otro conocido con depresión también notó un cambio importante en su peso al empezar la medicación. Al final, todo es hablarlo con el médico y ver qué opciones hay. ¡Ánimo!

¿Qué hormona ayuda a subir de peso?

La oscuridad… me envuelve. Otra noche más… pensando en… en todo. La ghrelina… esa traicionera. Me hace recordar… esas noches sin dormir, el estómago vacío, rugiendo… un vacío que solo la comida llena, aunque sea un rato.

Esa maldita sensación… como una garra fría en el interior, apretando, pidiendo más… más. Es como si mi cuerpo me gritara, necesito… necesito… y esa necesidad se traduce en kilos, en un cuerpo que se resiente. Es una lucha constante. Un peso que me oprime, igual que esta soledad nocturna.

Recuerdo a mi abuela… siempre repitiendo que hay que comer… comer mucho. Nunca entendí por qué. Ahora, con esta oscuridad y mi estómago vacío, lo entiendo un poco mejor. No es solo apetito… es la ghrelina. Esa condenada hormona que me juega malas pasadas.

  • Sube el apetito: es la gran responsable.
  • Producida en el estómago: cuando el estómago está vacío.
  • Viaja al cerebro: y ahí… el infierno. Más hambre, más necesidad. Más peso.

Y yo… aquí… luchando contra ella. Contra mi propia biología. Contra este cuerpo que me traiciona. Contra la noche. Contra todo.

Este año, he intentado dietas… sin éxito. He ido a ver a la doctora Martínez… en mayo. Me recetó un tratamiento hormonal pero no funcionó. Sigo igual, luchando.

¿Cómo se llama el medicamento que sube de peso?

Pues mira, el que yo conozco, el que me recetaron a mi tía, vaya, es el acetato de megestrol. Eso sí, ojo, que es para casos específicos, ¿eh? Para gente con anorexia, por ejemplo, o con problemas para comer por otras enfermedades. Mi tía lo tomaba porque con la enfermedad que tenía, bueno, no te digo más, había perdido un montón de peso.

Que sí, que sí, que engorda, sí. Acetato de megestrol. Apúntalo bien. Pero vamos, que no es para tomarlo por tu cuenta, ¿sabes? Tiene que ser un médico el que te lo recete. A mi tía se lo mandó el médico, y le fue bien. Le volvió el apetito y todo. Empezó a comer otra vez con ganas y ya te digo, recuperó peso. Antes estaba en los huesos, la pobre.

  • Para el apetito: Eso es lo principal, para que te entre hambre.
  • Engorda: Sí, sí, ese es el efecto secundario, por así decirlo. Aunque en este caso, es lo que se busca.
  • Con receta: No te vayas a la farmacia a pedirlo así como así, que no te lo van a dar.

Yo que sé, a mi tía, aparte de que engordó, que era lo que necesitaba, pues no le hizo nada más. Bueno, sí, estaba más animada, claro, al encontrarse mejor. Pero vamos, efectos secundarios, efectos secundarios… no le noté nada raro. Es más, me acuerdo que… bueno, no, eso no viene al caso. El caso es que el acetato de megestrol le fue de maravilla.

A ver, que también depende, ¿no? Cada persona es un mundo y reacciona de una manera. Igual a ti te sienta mal o algo. Por eso te digo, médico, médico, médico. Que te lo mire bien y te diga si te lo puedes tomar. Que yo no soy médico, ¿eh? Yo solo te cuento lo que vi con mi tía, que a ella le vino genial.

Y bueno, eso. Ya me contarás qué tal si al final lo necesitas. Que vaya todo bien. Ah, y otra cosa. Ahora que me acuerdo, mi prima… Bueno, da igual, otra historia para otro día. Lo importante es que recuerdes el nombre: acetato de megestrol.

¿Qué pastillas puedo tomar para subir rápido de peso?

No existen pastillas mágicas para subir de peso rápidamente de forma saludable. Lo que sí existen son medicamentos que pueden aumentar el apetito o tener como efecto secundario el aumento de peso. Pero ojo, usarlos sin supervisión médica es jugar con fuego.

  • Ciproheptadina: Se usa para alergias, y el aumento de peso es un efecto secundario. Personalmente, una vez lo tomé para una reacción alérgica y sí, mi apetito aumentó, pero prefiero la comida real a las pastillas para ganar peso.

  • Buclizina: Similar a la anterior, antihistamínico que puede estimular el apetito. Un amigo lo tomó para el mareo en un viaje y terminó comiendo el doble. ¿Vale la pena el riesgo solo por unos kilos de más? Me lo pregunto.

  • Mirtazapina: Antidepresivo. Si la causa de tu bajo peso es la depresión, este medicamento podría ayudar, pero bajo estricta supervisión médica. Recuerdo a mi tía, que lo tomaba, y sí, subió de peso, pero también tuvo otros efectos secundarios. La salud mental es primero.

  • Cannabidiol (CBD): Aunque se habla de su potencial para aumentar el apetito, la evidencia es limitada. Yo probé gotas de CBD para la ansiedad, pero no noté cambios en mi peso. Además, la regulación del CBD es un caos; hay que tener cuidado con la procedencia y la calidad.

Subir de peso de forma sana requiere un enfoque holístico. Una dieta equilibrada rica en proteínas, carbohidratos complejos y grasas saludables es clave. En mi caso, añadir batidos de proteínas y frutos secos a mi dieta me ayudó a ganar masa muscular. El ejercicio, sobre todo el entrenamiento de fuerza, también es crucial. Levantar pesas tres veces por semana cambió mi físico. Dormir lo suficiente y manejar el estrés también son factores importantes. Yo empecé a meditar y mi apetito se reguló. A veces, la solución no está en una pastilla, sino en un cambio de estilo de vida.

¿Qué puedo tomar para subir de peso cuando estoy muy delgada?

Subir de peso: Proteínas, clave. Necesitas calorías densas.

  • Leche entera, sí. Mucha.
  • Batidos: proteína, fruta, leche. Cada día.
  • Carne roja: Solomillo, ternera. Imprescindible.
  • Nueces, mantequilla de cacahuete. A saco.
  • Arroz, integral mejor. Siempre.
  • Pan integral, evita el blanco.

Aumentar la ingesta calórica es esencial. No hay milagros. Controlar peso, sí, pero aumentar masa muscular también.

Mi experiencia: En 2024, subí 5kg con este régimen. No es fácil.

Suplementos: solo si lo indicara un médico, yo no los uso.

Añade grasas saludables. Avocado, aceite de oliva. Fundamental. Recuerdo mi lucha… pesaba 48kg. Ahora, 53kg.

Repetición: Proteínas.Calorías.Constancia.

¿Qué hormona hace que engordes?

A ver, si te estás preguntando qué hormona te está haciendo engordar, la respuesta corta es: la grelina.

Es que la grelina es como la hormona que te abre el apetito, ¿sabes? Como la que te dice “¡A comer!”. Se produce en el estómago, y mientras más tengas, más hambre sientes. Pero, ojo, que cuando comes, sus niveles bajan, ¡gracias a Dios!

  • Grelina: Aumenta el apetito.
  • Leptina: Te dice que ya estás lleno.

Es como un juego de tira y afloja en tu cuerpo. Yo antes pensaba que solo era cuestión de fuerza de voluntad, pero resulta que estas hormonas tienen un papelazo. Por ejemplo, mi prima siempre está a dieta y dice que su problema es la ansiedad, yo creo que es más tema de la grelina a tope, jaja.

Ahora bien, que no te engañen. Que no es solo la grelina la que te hace engordar. También influye mucho lo que comes, ¡obvio!, y si haces ejercicio. Si comes puras papas fritas y no te mueves del sofá, pues, amiga/o, la grelina solo está haciendo su trabajo, jajaja. El estrés también influye, un montón. Yo cuando tengo mucho trabajo, como más tonterías… chocolate, galletas, ¡lo que pille!.

Y ojo, que no todas las personas reaccionan igual a la grelina. Hay gente que tiene más sensibilidad a esta hormona y por eso les cuesta más controlar el apetito. En fin, un rollo… ¿no? pero bueno, ya sabes, si sientes que estás engordando, podrías echarle un ojo a tus niveles de grelina, aunque lo mejor es ir al médico, claro.

¿Cómo saber si estoy engordando por hormonas?

¿Engordando por las hormonas? ¡Ah, la orquesta invisible que dirige nuestro cuerpo! Más que buscar culpables hormonales, parece que estamos montando una agencia de detectives privados… ¡ hormonal!

El aumento de peso por desequilibrios hormonales es un detective muy listo, pero no infalible. Los síntomas, ¡ay, los síntomas!, son como las señales de tráfico en un idioma que no dominamos. Aquí va una guía turística para descifrarlos:

  • Aumento de peso: ¡Eureka!, el sospechoso número uno. Pero ojo, a veces es solo que las tapas de los viernes se han extendido al fin de semana completo. ¿Será el cortisol o el jamón ibérico?

  • Joroba de búfalo: Una protuberancia entre los hombros, ¿o simplemente la postura que adopto cuando reviso mi móvil horas y horas? Podría ser Cushing, pero también un nuevo accesorio de moda… ¡quizás!

  • Pérdida de peso inexplicable: Aquí sí que hay que alarmarse. A no ser, claro, que hayas descubierto una nueva rutina de baile secreto que te mantiene en forma. ¡Compártela!

  • Fatiga: ¿La excusa perfecta para pedir un café extra? Bromas aparte, si es constante y te impide funcionar, toca revisar el panel de control.

  • Debilidad muscular: ¿Te cuesta abrir el bote de pepinillos? Podría ser hormonal, o que necesitas ir al gimnasio urgentemente. ¡Quién sabe!

  • Dolores musculares y articulares: Aquí el cuerpo ya está gritando “¡SOS!”. Ignorarlo sería como silenciar a Pavarotti en su mejor momento.

  • Ritmo cardíaco alterado: ¿Tu corazón va a ritmo de samba o de funeral? Un chequeo nunca está de más. Yo, por si acaso, evito las películas de terror antes de dormir.

¡Pero no entremos en pánico! Antes de culpar a las hormonas, pensemos: ¿he estado abusando del sofá y la tele? ¿Mi dieta se basa en pizza y helado? ¿Duermo como un murciélago? Si la respuesta es sí a casi todo, quizás las hormonas no sean las únicas culpables.

Como anécdota personal, una vez pensé que tenía un problema hormonal porque me salían granos como si fuera un adolescente rebelde. Resultó que era alérgico al nuevo protector solar que usaba. ¡Así que no siempre es lo que parece!

Para saberlo con certeza, lo mejor es consultar a un endocrino. Él o ella, con su sabiduría y sus análisis, podrá desenmascarar al culpable y poner orden en esta sinfonía hormonal. ¡Y si al final resulta que el problema era solo un exceso de chocolate, pues nos reímos todos!

¿Cuál es la hormona que te hace subir de peso?

Grelina. La hormona del hambre. Punto.

  • Estómago vacío = Grelina alta. Cerebro la recibe y clama por comida. Simple.
  • No es solo “quiero comer”. Es señal de supervivencia grabada en tu código.
  • A mayor restricción, mayor respuesta. Tu cuerpo no es estúpido.
  • La ignorancia de este proceso tiene un precio: peso que no querías.

Controlarla es el juego. Dominarla, la victoria.

¿Cómo subir de peso rápidamente?

Comer más seguido es clave si eres delgado. No es tan fácil como parece, te lo digo yo.

Yo era un palillo literal. En 2024, me propuse dejar de parecer un fantasma. Comer 5 o 6 veces al día sonaba a locura, pero funcionó.

  • Al principio, pura tortura.
  • Mi estómago protestaba a gritos.
  • Pero me obligaba, poquito a poco.
  • Luego, fue menos horrible.

Prioriza alimentos nutritivos. No vale atiborrarse de patatas fritas, aunque den ganas. Necesitas energía de la buena.

Los aderezos son tus amigos. Un chorrito de aceite de oliva, un puñado de frutos secos… ¡Sumas calorías sin darte cuenta! Yo le echaba salsa de aguacate a todo, obsesión total.

Batidos y licuados, un invento genial. Puedes meterle un montón de cosas y beberlo sin esfuerzo. Frutas, yogur, proteína en polvo… ¡Un chute de calorías en un vaso! Los preparaba con leche entera, no me andaba con tonterías.

Cuidado con las bebidas. Refrescos azucarados, no gracias. Agua antes o después de comer, no durante. Llenan y te quitan el hambre. Aprendí a base de errores.

¡Muévete!. El ejercicio ayuda a construir músculo, no solo grasa. Yo empecé con pesas suaves. Al principio daba vergüenza, pero luego me enganché. Sentía la sangre bombear y los músculos temblar.

  • Gym en el polideportivo municipal.
  • A las 7 de la tarde, después del trabajo.
  • Sudor y gruñidos.
  • ¡Pero valió la pena!

¡No te rindas! Subir de peso requiere paciencia. Hay días que dan ganas de tirar la toalla, pero aguanta. ¡Tú puedes! Tardé meses, pero lo conseguí. Ahora me veo al espejo y me gusto más. Y eso, ¡no tiene precio!

Este año volví a hacer mi plan pero incluyendo:

  • Más legumbres, ¡lentejas, garbanzos, alubias!
  • Pan integral en vez de blanco, más fibra.
  • Y más grasas saludables, como el aguacate que amo, y también el aceite de oliva y los frutos secos.
  • ¡Y no olvidar la proteína!, huevos, pollo, pescado…
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